3. Tú ✨

7.3K 744 138
                                    

A Harry le pesaban los ojos, durante esas dos últimas semanas no había tenido pesadillas y lo agradece enormemente pues no hubiera podido lidiar con James y su falta de sueño.

Sin embargo su cansancio se debía a su pequeño niño, la falta de Ginny había hecho mella en su núcleo mágico y en su salud. No importaba cuántas nodrizas o fórmulas Harry le consiguiera el niño parecía no mejorar. Los Weasley y Hermonie lo habían ayudado a cuidar del pequeño niño, su amiga se desvivía buscando nuevos tratamientos y pociones para su ahijado.

El hogar de Harry se había vuelto el hospital y podía dormir muy poco por temor a que pequeño ángel lo abandonara.

Pero ese día un fastidio se instaló en su pecho, una incomodidad que le estaba drenando de a pocos, pensó que era James pero este parecía ser un buen día pues el niño estaba tranquilo, pensó en sus amigos pero llegaron bien al cambio de turno así que decidió salir a caminar.

Con la mente en blanco y guiándose únicamente por instinto Harry recorrió las calles de Londres hasta que reaccionó a su entorno, conocía esta calle, Dudley se había jactado de ella muchas veces.

Las mejores chicas de compañía estaban ahí, una calle de mala muerte dónde por un par de euros podías conseguir una buena noche ¿Pero por qué diablo había dado a parar aquel lugar?

Su instinto lo había llevado ahí así que decidió seguirlo, llegó hasta un pequeño callejón dónde una pequeña multitud ya hacía rodeada soltando jadeos de sorpresa y risas.

Eran por lo menos unos cuatro hombres que miraban a la pobre mujer en el suelo.

El instinto de héroe lo obligó a avanzar en su ayuda y con un par de Desmaius dejó imposibilitados a los atacantes. Se acercó a la señorita para ayudarla pero lo que vió le partió el corazón.

La mujer, quien vestía muy escasa ropa, literalmente era un conjunto de encaje negro con un babydoll encima, sostenía entre sus brazos una manta, por la forma en la que se abultaba el camisón podía decir que estaba embarazada y por la sangre entre sus piernas que nada bueno había salido de ello.

- señorita déjeme ayudarla por favor - acercó una mano para intentar tocarla pero ella solo se encogió sobre sí misma separando ligeramente las piernas como invitándolo - Señorita no, no voy a lastimarla ni a usarla, solo quiero llevarla al hospital.

Entonces un chillido salió de los labios de la mujer, agudo y lastimero, un chillido que no era humano y revolvió las tripas de Harry de una manera enfermiza. No lo pensó dos veces antes de tomar a la mujer entre sus brazos y subirla a su regazo. El bulto quedó abandonado en el suelo y los brazos de la mujer se extendieron débilmente intentando llegar a él y entonces lo vió.

En su antebrazo

La marca tenebrosa.

Con angustia Harry tomó los brazos de la bruja y los colocó sobre su pecho intentando contenerla, cuando se calmó un poco y dejó de chillar para restregarse contra su pecho Harry retiró los mechones rubios y sucios del rostro de la mujer.

Solo que no era una mujer.

Harry quería morir ahí mismo.

Entre sus brazos yacía el dueño de sus pesadillas, aquella figura perfecta y altanera había sido reducida a un despojo humano que habría las piernas por inercia a sus atacantes.

- Draco, o por dios Draco - murmuró totalmente angustiado - oh cariño ¿Qué te han hecho? - aún tirado en el callejón Harry comenzó a inspeccionar a Draco.

La pequeña pancita descoordinada de la forma en la que la piel se le pegaba a los huesos, sus ojos estaban adornados por profundas ojeras, sus labios secos, su cabello más largo y opaco. Con cuidado sacó su abrigo y cubrió la desnudez de su cuerpo no sin antes mandar un patronus a Ron pidiéndole ayuda y discreción.

Mi sueñoWhere stories live. Discover now