8. Pasado ✨

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Draco Malfoy era conocido por ser un dramático en potencia.

Por eso a Harry no le sorprendió cuando, tras su declaración, el rubio lo sacó a empujones de la habitación y le cerró la puerta en la cara sin decir nada.

En un principio Harry se rió e insistió que le abriera la puerta pero tras las primeras dos horas de insistencia se rindió, decidió distraerse con la cena pero aún cuando lo llamó a comer este le pidió que le dejara el plato en la puerta, cosa que hizo.

Esa misma rutina se repetiría durante los siguientes tres días, él dejaba la comida en la puerta y Draco la bolsa con la basura.

Harry supuso que se había equivocado con algo así que repaso una y otra vez sus palabras pero no encontró el error, para el quinto día totalmente desesperado llamó a sus amigos en busca de auxilio.

- No puedo creer que aguantes tanto drama por parte del hurón - dijo Ron una vez les explico el problema- es tu casa Harry, un alohomora y listo.

- Ron no seas bestia por favor - le regañó su esposa - Harry ¿Que fue exactamente lo que le dijiste?

Harry repitió sus palabras una a una y cuando llegó a la parte de su confesión Hermione pareció entender.

Entre todos urdieron un plan dónde unos de ellos iría a hablar con Draco, Harry pensaba que la mejor para esa tarea era luna, aparte de que era psicomaga, también por qué tenía un aura de paz que podría ayudar a su Dragón.

Lamentablemente Luna estaba en una conferencia de criaturas extrañas con su esposo así que la elegida fue Hermione.

Mientras Ron y Hermione entraba a hablar con el Harry usaría su capa de invisibilidad para entrar con ella y quedarse en un sitio fijo. Se que parece que estuviera espiando a Draco, pero para alguien con su carácter y personalidad era la única salida.

la pareja tocó la puerta delicadamente recibiendo por respuesta un "largo Harry"

- Draco, soy yo Hermione - recibió un carraspeo por parte de su esposo - y Ron, vinimos de visita y queríamos ver a James un ratito.

- Anda Malfoy, quiero ver a mi sobrino un par de minutos.

Aquella frase lo dejó pensando, claro, James no era suyo, no era un Malfoy, era un Weasley. Con lentitud abrió la puerta y dejó entrar a la pareja a la habitación, tomó a James del nido y lo acomodó contra su pecho para luego entregárselo a Ron.

- Hola Draco ¿Cómo estás? - fue Hermione la primera en hablar

- Bien - contestó él.

Un silencio algo incómodo se instauró entre ambos y la chica supuso que se debía a Ron, pues este no dejaba de hacerle arrumacos a James demasiado sonoros.

- Cariño ¿Puedes esperarme afuera? - pido ella a lo que Ron asintió.

Vio como Draco se levantaba un poco del nido para evitar que el pelirrojo se fuera pero el recuerdo de que esos dos eran sangre lo detuvo.

Aún así Hermione no se fue.

- Draco, se que tú y yo no tenemos ningún tipo de relación que nos una más que Harry y James - dijo directa - pero estoy preocupada por ti.

-¿Tu sabes el por qué estoy aquí? - preguntó Bajito

- No hay nada que no sepa se Harry, sobre todo de sus travesuras.

Ambos rieron un poco con ese comentario pues tenía razón, siempre había pensado que de no ser por ella Harry hubiera muerto en primer año.

-Harry me dijo que llevas encerrado aquí desde su declaración.

Draco se tensó ante la mención de aquellas palabras.

- ¿Qué fue lo que pasó Draco? ¿Qué te asustó tanto como para encerrarte? - añadió la castaña

Draco pareció pensarlo unos minutos, tenía la bola de palabras atorada en la garganta desde el día que echó a Harry, jamás había hablado con alguien sobre su pasado, sobre esos años de la guerra y los que le siguieron. Blaise se había ido a Francia junto con Pansy así que oficialmente no tenía amigos a los cuales recurrir.

Pero ahí estaba ella, la chiquilla a la que había molestado toda su infancia, esa a quien su tía había torturado dejándole grabado en la piel aquel insulto que usó tantas veces contra ella, debería odiarlo, aborrecerlo, pero ahora sabía que estaba al tanto de todo y aún así estaba ahí, sentada frente a él con genuina preocupación.

Así que dejó caer sus máscaras aristocráticas, dejó abajo por un instante aquel viejo Draco arrogante y cerrado dando paso así a la verborrea que se avecinaba.

- Tengo miedo - fue lo primero que dijo - No soy alguien nuevo en su vida, llevo ocho años !OCHO AÑOS! Estando junto a él y me ha ignorado todo ese tiempo, pudo haber dicho que me amaba antes pero no lo hizo y ahora que he salvado la vida de su hijo y llenado el vacío de su cama y de su casa viene y dice que me ama.

- Así que piensa que su declaración es por puro agradecimiento - concluyó ella

- No solo agradecimiento si no también ceguera, Harry quiere a este ser que duerme en su cama y cuida de su hijo pero ambos sabemos que este no soy yo.

- ¿Entonces quién eres? ¿Qué es eso que temes que Harry sepa de ti?

Draco lo pensó, si sacaba ese tapón no podría detenerse, acabaría por confesar todo ahí frente a ella. Pero necesitaba hacerlo, alguien más aparte de él necesitaba saber la verdad.

- Para sexto año mis padres ya no apoyaban al señor oscuro - comenzó su relato - pero se quedaron junto a él por mí.

" Voldemort se había instalado en mi casa, esas semanas vimos como torturó, mató y abusó de cuando sangre sucia se le cruzara. Él necesitaba un heredero, se estaba muriendo y ustedes tenían los horrocruxes así que se desesperó."

El solo recuerdo lo izo temblar de pies a cabeza y se sorprendió cuando Hermione se tiró al suelo a la altura del nido y posó una mano sobre su rodilla queriendo darle fuerzas.

- Greyback fue el encargado de buscar hombres omegas para él, Voldemort no quería mujeres, quería hombres.

- ¿Sabía sobre tí?

- No al principio pero entonces Greyback descubrió mi secreto.

" Durante las vacaciones de quinto año me convertí en la muñeca inflable de Greyback, me usaba cuando quería y como quería, aún no había llegado a mi mayoría de edad por lo que aún no era fértil. Pero entonces Voldemort se enteró del por qué el maldito de Greyback me buscaba tanto. Voldemort intentó utilizarme algunas veces pero cada vez que él se acercaba a mi Severus o mi padre salían en mi auxilio con algún rumor sobre Harry. Esa escoria jamás puso un dedo sobre mi pero mi tortura no acabo ahí"

Mi sueñoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant