7. Perdón✨

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Cuando Harry salió de su trabajo lo hizo con calma, tan encimismado en su propia culpa que había guardado todas su cosas con parsimonia. Pero entonces el patronus de Hermione se materializó frente a él y escuchó la voz de su amiga totalmente preocupada diciendo.

- ¡Rápido Harry necesito que vengas a San Mungo, Draconesta muy mal!

Primero se detuvo unos segundos a procesar la información luego tomó su escoba y voló lo más rápido que pudo hacia San Mungo, fue hasta el área de emergencia donde encontró varias cabelleras naranjas discutiendo con doctores en la puerta.

- ¿Cómo es que no lo quiere atender por ser un Malfoy? - bramo su amiga

- Señorita este es un hospital respetable y no hay nadie que atienda a un sucio mortífago cómo este -

La discusión continuó y Harry iba avanzando buscando con la mirada a Draco, lo encontró siendo cargado por George al estilo nupcial. Su cuerpo estaba lánguido y sudoroso. Su pecho se veía más hinchado que otras veces.

Entonces Draco chilló, un chillido agudo y lastimero que quemaron las entrañas de Harry, su vista se tornó roja, la ira se acumuló en su pecho y antes de que pudiera darse cuenta se había abalanzado contra el médico empotrandolo contra la pared sosteniendo lo por el cuello mientras ll apuntaba con su varita.

- ¿Cómo es que acabas de llamar a mi Dragón? ¿Sucio mortífago? - murmuró con la voz ronca y firme contra la cara asustada del médico - Tú no eres más que un maldito gusano comparado con lo valioso que es él.

- Señor Potter yo. . . -sus palabras quedaron cortadas por la presión de la varita.

- Tu vas a curar a mi pareja y me la vas a devolver sana por qué sino se darán cuenta que Voldemort no fue nada en comparación a lo que les haré.

El doctor asintió con miedo y pidió una camilla para su Dragón, no fue hasta que se lo llevaron que Harry pudo calmarse un poco.

- Hey amigo ¿Estás bien? - preguntó Ron tras él

-¿Dónde está mi hijo? - contestó con otra pregunta.

Hermione se lo acercó y Harry rápidamente lo apachurro contra su cuerpo, enterró su nariz en el el cabello de su hijo buscando el ligero rastro que quedaba del aroma de Draco.

Su aroma lo calmaba.

Dos horas después un muy asustado doctor le informó el estado de su Dragón, tenía una infección por no drenar la leche de sus pechos lo que le.causaba fiebre dolor y malestar general pero ahora la estaban tratando. Harry se sintió terriblemente culpable.

Esos días James había batallado para comer y Draco casi muere por su culpa. Había dañado a las dos personas que más quería.

Cuando el medico le dijo que ya podía entrar a verlo Harry, entró con cuidado a la habitación de Draco, lo encontró despierto estaba demacrado, una ligera capa de sudor cubria su frente sus mejillas estaban coloradas en comparación a su pálida piel, su pecho estaba descubierto y tenía una especie de máquina que le extraía la leche del pecho.

- Harry yo ...-

- No digas nada - le interrumpió - tú dijiste algo y yo sobre actúe como siempre, no es todo tu culpa.

Draco asintió

- Dame a mi bebé por favor - Draco estiró las manos hacia James quien estaba quieto en los brazos de su padre.

Harry no demoró en ponerlo sobre el pecho del rubio para luego agrandar la cama y acostarse junto a ellos.

James, aún que estaba dormido, pudo sentir que estaba en los brazos de su madre pues comenzó a gimitear bajito, Draco comenzó a arrullarlo moviendolo ligeramente y pasando sus largos dedos por la naricita del bebé pero nada lo calmaba y Harry vió como Draco comenzó a llorar de impotencia, quería alimentar así bebé y no podía.

Mi sueñoWhere stories live. Discover now