22. Cachorro ✨

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Cuando el sol filtrándose por las cortinas despertó a Draco al día siguiente tenía el presentimiento de que sería una día pesado.

Se había despertado en la camilla con Potter apoyado sobre su hombro malo y aun que esperaba que el lado alfa de Harry lo ayudará a curarse más rápido aún está a preocupado por sus heridas así que se levantó con cuidado y espero pacientemente a la primera visita de la mañana.

Los Wesley, entraron como un torbellino pelirrojo y bullero a la habitación, hasta los que vivían en el extranjero habían llegado a ver a Harry totalmente preocupado.

Pero lo mejor de sus día fue cuando Molly entro con el pequeño James en brazos, el chiquitín se había emocionado tanto de ver a Draco que había saltado de los brazos de su abuela.

— No voy a volver a aceptar un trabajo de campo nunca más — comentó Harry una vez los pelirrojos se fueron y los dejaron a los tres en paz.

— Creí que eso era lo que más te gustaba de ser Auror — dijo Draco mientras acomodaba mejor a James quien bebía ávidamente de su pecho — despacio cariño, no lastimes a mami — le Susurró al bebé.

— Claro que me gustaba, antes cuando me mantenía despierto lejos de las pesadillas y lejos de las peleas con Ginny — con facilidad Harry se levantó de la cama y fue hacia el sillón donde estaba Draco sentándose junto a él — pero ahora esas misiones solo me mantienen lejos de ustedes, de esta paz.

— Te juro que no es tan pacífico cuando esté engendró se despierta gruñón — intento bromear un poco

— Extraño hasta sus berrinches cuando estoy fuera.

Con cariño Harry dejó un beso en la cabeza de su bebé y se quedó mirándolo unos minutos viendo la pequeña cicatriz sobre su frente.

— Mira, ahora sí nos parecemos — se burló El moreno ganándose un golpe por parte del rubio.

Disfrutaron de su momento de paz durante unos minutos más hasta que un doctor entro a solicitar la presencia de Draco en recepción por un problema, Harry quiso ir, pero James se había dormido y no había con quién dejarlo así que el rubio siguió al doctor totalmente solo.

Conforme se acercaba a recepción podía escuchar gritos y vociferaciones cada vez más claras.

— ¡¿Cuántas veces debo decirlo? Harry Potter es mi hijo por ende tengo derecho a verlo! — grito un hombre

— Señor, lo sé y lo entiendo pero la hora de visita....

— ¡A la mierda la hora de visita, exijo ver a Harry ahora mismo o si no yo voy a incendiar el lugar! — siguió gritando.

Draco los reconoció de inmediato , el pelinegro que gritaba y maldecía era Sirius Black, padrino recelosos de Harry y un Anti purista acérrimo, esos un contar que su tía Bellatrix casi lo mata; el castaño que lo sujetaba y se disculpaba con las enfermeras y doctores era Remus Lupin, su antiguo profesor y el otro padrino de Harry. El estómago le dio un vuelco de saber que aquellos que Harry consideraba como sus padres lo conocerían por fin, no es que no se hubieran visto antes pero en esa época el era distinto y tenía el presentimiento de que no recibirían bien la noticia.

Le indicó al enfermero que los dejara entrar en cinco minutos, el retornó a la habitación algo cabizbajo, tomó a James entre sus brazos y fue a sentarse en el sillón del rincón de la habitación.

— Tienes visitas, así que será mejor que regreses a la camilla — le dijo quedito.

Harry asintió y fue a echarse pero antes de que pudiera preguntar quién era la visita la puerta fue abierta intempestivamente dejando ver a un hombre de cincuenta años, su cabello largo y ondulado junto con sus ropas muy de los 80s.

—¡CACHORRO ESTAS VIVO! — gritó dramáticamente Sirius Black mientras se abalanzaba sobre su ahijado.

— Sirius deja al cachorro en paz ¿no vez que está lastimado?—

— Hola padrino, hola Pops — saludo el morocho con una sonrisa de disculpa, odiaba preocupar así a sus ...bueno, a Sirius y Remus.

— El doctor nos dijo lo que hiciste, fue algo estúpidamente heroico — elogió el castaño

— Eres todo un merodeador cachorros, tan intrépido y estúpido como tú padre — añadió Sirius. — pero eso no importa, lo importante aquí es ¿Por qué no me dejaban pasar? Se supone que soy tu apoderado Harry, soy tu contacto de emergencia.

— siii bueno, algunas cosas cambiaron — con un pequeño gesto Harry señalo a Draco, quien no se había movido ni un milímetro.

— ¡Santo dios, Malfoy! Podrías haber avisado que estabas ahí hombre, tan creepy cómo tú padrino.

— ¡Sirius nos seas grosero! — le regañó Remus — disculpe a mi pareja joven Malfoy, se cayó de pequeño.

Draco estuvo apunto de soltarse a reír pero su buena educación como sangre pura solo esbozó una sonrisa muy pequeña.

— Harry ¿Qué hace Malfoy aquí? — preguntó Sirius aún sin dejar de vigilar a Draco

— Bueno ... —

Harry pensaba en la forma más tranquila de poder decirlo sin infartar a su padrino y es que aún que hubiera hablado con Remus muchas veces para consultar sobre el tema OMEGA le había implorando que no le dijera nada a Sirius, le dijo que solo era una misión y que le estaba ayudando con James, más no que eran pareja ni nada sobre el como y por qué fue a parar a su casa.

Solo era el niñero.

— Draco pueden venir un momento.

Cuando Draco camino hacia ellos con un James bastante dormido Sirius se derritió en su sitio, amaba a ese bebé con locura, aún cuando solo lo había visto por fotos debido a sus viajes.

— ¡Hay pero si es el pequeño James! — el pelinegro le quitó el bebé a Draco haciéndolo molestar— ¿Por qué tiene una cicatriz? ¿Por qué me miras así Malfoy?

— Harry, cachorro, ¿Dónde está Ginny? — pregunto Remus.

Ambos jóvenes se miraron como pidiendo auxilio al otro ¿Pero como podría Draco explicar una historia que no era suya? Así que con un poco de vergüenza pidió permiso, tomo a James  y salió de la habitación.

Harry sabía que estaba en problemas y es que entre los tres tenían una política de 0 secretos aunque si Harry jamás les contó de sus pesadillas, ni de Ginny y sus problemas, solo se limitó a las cosas bonitas de su juventud.

Así que les contó todo

Desde como lo conoció, su bebé y como aquel escurridizo dragón le había salvado la vida a su bebé dándole un amor maternal. Para ese punto Remus ya había detenido dos veces a Sirius pues este estaba tan enojado con ver a su cachorro llorar por el abandono y dolor se su hijo que quería ir a buscar a esa pelirroja y dejarla calva.

— Ok ya entendí pero ¿Qué tan juntos están? — pregunto Sirius durante su relato

— ¿A qué te refieres padrino?

— Osea, junto en plan, tenemos buen sexo y es mi novio o en plan tengo un anillo de boda guardado en el ropero — contestó el otro

— Sirius por favor no confundas al niño — se lamentó Remis

Harry solo pudo reírse de las ocurrencias de su padrino y con la mayor sinceridad del mundo Respondió.

— Juntos en plan  "quiero ser enterrado a su lado cuando tenga ciento ochenta años".

Mi sueñoWhere stories live. Discover now