4. James ✨

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La propuesta lo tomó por sorpresa,

- ¿Qué haga que? - tuvo que preguntar - tu esposa puede hacerlo, ¿O es que acaso la comadreja teme que se le caigan las tetas?

- Ella no está, nos abandonó ni bien James nació - murmuró con vergüenza

- ¿Qué hiciste Potter?

- Juro por Merlín que nada - respondió apurado pero Draco no creía ni una pizca en esas palabras

- ¿Por cuánto tiempo sería? ¿Me vas a pagar?

- Si, mil galones por mes, además de darte techo y comida.

- Olvida los galeones quiero una casa, no tiene que ser grande algo como para mí solo.

- Está bien, pero aún así te daré el dinero - Draco bufo - necesito que te mudes con nosotros, solo así me dejarán sacar a James del hospital.

Draco pensó el trato, no era tan malo, por unos meses viviría feliz y contento en compañía de Harry y su hijo, no conocía al chiquillo pero suponía que cualquier cosa que tuviera que ver con Harry sería revoltosa y perfecta.

Tal vez eran sus instintos de madre o el resto de las hormonas en su cuerpo pero sus manos picaban por sostener un bebé y qué mejor que el de su compañero.

El cerebro de Draco comenzó a trabajar rápido, el bebé lo necesitaría por lo menos los primeros tres años de su vida hasta poder destetar y que sea algo independiente, la edad justa como para desaparecer de su vida sin dejar algún remanente en la infantil memoria, esto claro está si el plan que comenzaba a urdir no funcionaba. Sin la comadreja menor de por medio por primera vez Draco tendría el camino libre, podría aprovecharse del despecho de Harry para conquistarlo y por fin tener a su compañero junto a él.

No necesitaba nada más, sólo eso, tres años y podría irse o quedarse.

Harry redactó un documento donde explicaba muy vagamente su relación con Draco y como ambos Cristian juntos a James ya que su esposa había decidido irse dejándolos solos y en manos del rubio.

Todo esto era un sueño

El documento saldría a la luz una vez James se encontrará más saludable. Draco insistió en hablar con el médico de James personalmente pues quería saber cómo debía cuidar al infante, no sería sencillo, su cuerpo era muy delicado, su núcleo mágico estaba mal alimentado y ni hablar de su estado físico, ese niño en definitiva era hijo de Potter pues se aferraba a la vida de una manera testaruda y valiente.

Pasadas un par de horas Draco tuvo por fin el valor de ir a ver a James a la pequeña sala donde estaban los bebés delicados y en una de las cunitas logró divisar al pequeño James Potter.

Si cabello negro y abundante hacia ver aún más diminuta su cabeza, su piel era clarita casi transparente y aún que todo su cuerpito estaba rodeado por tubos y cables mugles Draco estaba seguro que no había visto cosa más bella en el mundo que aquel bebé.

Su pecho pareció estrujarce y en un principio pensó que era su corazón pero en realidad era su pecho que buscaba alimentar a la pequeña criatura que debió haberlo olido puedo comenzó a gimitear buscando al origen del alimento prometido

- Dámelo Harry - pidió Draco desde la silla de ruedas

Harry tomó a su pequeño bebé entre sus brazos y rogó a Merlín por qué Draco fuera el correcto, por qué James por fin se prendiera de algún seno y bebiera de aquel lazo madre hijo que Ginny no quiso darle.

El peso extra en los brazos de Draco se sintió placentero, su ser, que estaba roto hace minutos atrás por la pérdida de su estrella pero comenzó a recomponerse de a poco mientras era invadido por el calorcito del cuerpo de James.

Mi sueñoWhere stories live. Discover now