Por favor, mátame o ayúdame [Completa]

Capítulo XXXVIII

En cuanto Abby decidió retroceder y una breve distancia nació entre ellos, se creó un silencio incómodo. Ninguno de los dos se miraba a los ojos. Era un hecho que no podían obviar lo que acababa de ocurrir.

Oliver todavía tenía muy presente la ligera presión en sus labios. No sabría decir si le había gustado, pero sí extraño. Que alguien le besara algún día, no era algo que se le hubiera pasado por la cabeza. Siempre asumió que nunca ocurriría, porque nadie llegaría a desear hacerlo, pero... Abby lo había hecho.

—Lo siento —Abby no fue capaz de ocultar la pena en su voz —te besé sin preguntarte, y eso que yo odio los besos sorpresa. El primer beso que me dio mi ex fue así y me enfadé tanto que le di una bofetada. Aunque después más  tarde me arrepentí y le pedí perdón.

—¿Tu ex? —a pesar de la tensión del momento, no pudo ocultar que le había sorprendido saber que Abby había tenido novio. Incluso se atrevió a mirarla.

—Sí, tuve uno sí —asintió sin pena alguna, sintiendo que incluso comenzaba a relajarse —Fue mi primer y único novio. Duramos dos años y después terminamos, porque él se iba a estudiar al extranjero y ninguno de los dos queríamos mantener una relación a distancia.

Al mirarla con atención, quizás esperaba notar que al hablar de él se pondría triste, pero no fue así. Abby se veía del todo tranquila al hablarle de esa persona, y eso que habían estado dos años juntos. Seguro que habrían compartido mucho, y aún así... No parecía afectarle. Supuestamente, eso debería alegrar a Oliver, pero no fue así. Ahora no podía dejar de pensar en el día en que Abby hablara de él a alguien más con la misma calma, como si el tiempo que compartieron, años más tarde, no hubieran significado nada para ella.

—No hablaré por mi ex, pero, yo era muy joven.

En algún momento de los segundos que Oliver había estado sumido en sus pensares, Abby había reducido la distancia y le miraba con una ternura muy especial.

—Así que asumí que lo amaba, pero no fue así, porque en cuanto se marchó, no me costó nada olvidarle. Pero, contigo —depositó una mano sobre su mejilla izquierda, sintiendo que estremecía al instante —es diferente, Oliver. Te aseguro que a ti nunca podría olvidarte. Seguiría viviendo, claro, pero siempre que te recordara me dolería el corazón.

Por supuesto, Oliver no pudo ser indifente a aquellas palabras, pues le causaban un calor muy agradable en el pecho, pero tampoco pudo pasar el hecho de que se sentía nervioso de que Abby le mirara tan de cerca. Le daba la impresión de que iba a besarle de nuevo, y la verdad, no sabía si deseaba que lo hiciera o no. No sabía si lo que sentía por ella era ese tipo de amor.

—Tranquilo —para Abby fue sencillo saber qué estaba pensando, y menos cuando se daba cuenta de que le miraba a los labios cada cierto tiempo —No voy a volver a besarte así sin más. Solo lo haría si tú también lo quisieras.

Una parte de Abby, quería golpearse por haber actuado de una forma tan precipitada. Lo que Oliver no necesitaba ahora era más problemas. No quería que de ahora en adelante estuviera constantemente preocupándose por lo que ella sentía y debatiéndose de si debería corresponderla o no. Lo que menos deseaba es que Oliver aceptara una relación solo para dejarla contenta. Abby era consciente de que él era capaz de algo así.

—Por favor, no quiero que pienses sobre mis sentimientos. Si te lo dije fue para que te dieras cuenta de lo valioso que eres para mí. No quiero que me correspondas solo para satisfacerme, porque eso no me haría feliz de ninguna manera —le dijo con toda convicción.

—Pero...

Ignorar sus sentimientos no le parecía bien, de hecho le dolía incluso. Abby no se merecía algo así.