Cap.50

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Narra Jaden

 

Estaba algo molesto por la respuesta que me había enviado Danny. Yo le mande un mensaje amable y él solo me respondió como si se tratara de una carta a un presidente o algo asi. Otras chicas caerían a mis pies con solo eso, ¿Por qué Danny no? Tal vez porque era un chico...no, yo debería ser irresistible para cualquiera.

Me senté en una de las sillas de la cafetería a comer mi desayuno. Hoy me había tocado a mí ir a la escuela y Zeina se había quedado cuidando al demonio rojo, yo no sé qué le ve de adorable a ese niño. Suspiré y asesine mi ensalada con un tenedor, como odio las verduras.

— ¿Qué sucede cariño? ¿Demasiada tensión por los exámenes?—genial, ahorita no tenía ganas de hablar con mi novia.

—No, es solo que estoy un poco cansado—jugué con mi tenedor en  la ensalada. Me gustaría pedirle que se vaya pero yo quedaría muy mal. Y tener todas las miradas de las chicas sobre mi persona no me hacía muy feliz.

—Hay bebe, deberías tomarte un descanso. Luego podríamos decirle a alguno de los nerds de la escuela que te ayude con algún trabajo  o algo asi—cada día que paso con ella me recuerdo a mí mismo que es preciosa por fuera pero horrible por dentro.

—Estaré bien, tal vez solo vaya al área de enfermería o a la azotea del instituto a tomar una siesta— ¿Cómo podría explicarle a mi novia que un chico traía mi mundo de cabeza? Si tan solo Danny reaccionara como las chicas.

—O tal vez podríamos salirnos de la escuela he ir a dar una vuelta por ahí. Nada mejor que las compras—dijo mientras me guiñaba un ojo.

—Sabes que aunque me gustan las compras, no tiene mucho que fuimos al centro comercial—me encogí de hombros y tome mi bandeja—Hablamos luego amor—le di un suave beso en los labios y me despedí de ella con una sonrisa. No quería terminar desquitándome con ella por culpa de las ineficaces respuestas de Danny.

Tiré el resto de mi desayuno a la basura y me fui a la enfermería bajo la excusa de un dolor de estómago. No me hacía gracia estar ahí con todas esas paredes blancas y olor a cloro. Pero era mejor que estar bajo la mirada vigilante de casi toda la escuela. Cerré los ojos y suspiré. Tenía que pensar en una manera de resolver el problema con Arien y ayudar a Troy. Era tan complicado, ahora me preguntaba ¿Cómo es que termine siendo amigo de Troy?

***Flash back***

 

Tenía doce años y yo no había podido hablar con uno solo de mis compañeros. Mi hermana al ser mayor que yo ya iba en segundo. Traté de hablar con uno que otro de los chicos con los que me topaba pero se me trababa la lengua y mis mejillas se encendían como si fueran un par de faroles rojos para un festival. Ya había pasado un mes y no tenía un solo amigo.  Suspiré pesadamente y me adentre a la escuela como lo hacía todos los días mientras me aferraba a la cintilla de mi mochila. A estas alturas prefería no llamar mucho la atención. Asi no quedaría en ridículo.

Pensé que sería un día cualquiera pero no fue asi, justo cuando puse un pie dentro del salón, un bote de pintura color verde cayo sobe mi cabello y todos comenzaron a reírse de mí. Pude escuchar que un chico que no había visto antes me susurraba un "No te dejes, defiéndete" Pero lo único que fui capaz de hacer fue caminar con la cabeza agachada y sentarme en mi lugar. No lloraría aunque quisiera, eso me dejaría aun peor que ahora.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora