¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)

Cap. 67

Narra Arien

Troy era un completo idiota. Ni siquiera había ido tras de mi cuando salí corriendo. Ya no quiero tener este tipo de relación con él, quiero que me tome enserio. ¿Eso es mucho pedir? ¿Acaso no me ama como yo lo amo? ¿Es por qué me comporto como un niño? No lo entiendo, tantas preguntas en mi cabeza terminaran volviéndome loco. Abrace con más fuerza mis rodillas, el armario de Zeina era cálido y agradable. Me gustaba estar aquí. Recuerdo que fue Troy quien dijo que me sentiría mejor si me escondía de esta forma.

**Flash Back**

— ¡Mi madre va a matarme Troy!—exclamé nervioso. Llevaba solo un día con mi nuevo niñero y de alguna forma había terminado cubierto de lodo.

—No creo que tu madre haga eso, sol es un poco de lodo—sonrió tranquilamente y me despeino el cabello.

— ¡No es una broma Troy! No debí hacerte caso y salir a jugar al patio—empecé a caminar de un lado a otro—mi deber es estar en mi habitación sin causarle vergüenza a mis padres ¡Mírame ahora! Me veo impresentable.

—Hey, tranquilo Arien—me abrazo y me quedé quieto. Aunque estábamos tan sucios podía distinguir un curioso aroma a naranja proveniente de la ropa de Troy—Prometo que todo estará bien.

— ¿Por qué hueles a naranja?—levanté la mirada con curiosidad. Sé que él no me gritara por hacer preguntas tontas.

—Porque cuando estaba en casa me metí a mi armario y llegué a Narnia. Ahí hay muchos árboles de naranjas, supongo que de ahí se me pego el aroma.

—Estas bromeando ¿Verdad?—lo miré incrédulo—Narnia no existe Troy.

— ¿Alguna vez ha entrado en tu armario?—me tomó de la mano, jalándome hacia adentro de la casa.

—No...pero eso no quiere decir que sea real—sé que soy un niño, pero no me dejaría engañar por el rubio. Tal vez solo quería jugarme una broma—Asi que dime, ¿Por qué hueles a Naranja?

—Me atropello un camión lleno de naranjas cuando venía de camino hacia acá—mis ojos se abrieron con sorpresa y me quede en silencio en lo que subíamos las escaleras.

— ¡Mentira! No te pudo atropellar un camión porque estarías muy lastimado—hice un puchero inocente.

—Es que también soy parte alienígena, por eso no me paso nada—suspiré pesadamente—Solo intento que dejes de ser tan serio Ari. Necesitas tener más imaginación—llegamos a mi habitación y soltó mi mano— ¿Por qué no te das un baño y luego jugamos a algo más?

—Pero siempre que preparo la bañera el agua nunca queda a una tempera...—mis palabras fueron cortadas por un grito repentino. Él y yo nos miramos antes de salir a asomarnos por la puerta de mi habitación.

— ¡Siempre tienes que avergonzarme!—era mi madre quien estaba gritando.

— ¡¿Yo?! ¡No es mi culpa que estuvieras de zorra en la fiesta!—no me gustaba cuando peleaban de esa forma. Muchos dirían que tengo suerte por tener tanto dinero pero no es asi— ¿Crees que no te vi insinuándote a ese hombre?

— ¡Como si tú no le hubieras coqueteado a esa mujer llena de silicona!—bufó mi madre y se escuchó el sonido de algo de vidrio rompiéndose.

—No puedes reclamarme, no creas que no estoy al tanto de tus venturas—rio ella de manera sarcástica.

La casa estaba llena de gritos y mi cuerpo temblaba ligeramente. Si ellos tomaban podrían venir y hacerme daño. Hace dos años, cuando apenas había cumplido seis, mi padre en un arranque de furia me había empujado por las escaleras. Tuve mucha suerte de seguir con vida después de eso. No quería que también el raro y exótico niñero saliera lastimado.

—Cuando me miren...harán más que solo gritarme—susurré asustado.

—Todo estará bien, te llevaré a Narnia hasta que todo pase—en un rápido movimiento me jalo dentro de la habitación, apago la luz y me metió al armario.

—Se ensuciara la ropa Troy—puso su dedo índice sobre mis labios y entendí que debía callarme. Se metió al armario conmigo y me abrazo de manera protectora.-No estamos en Narnia.

—No, pero estaremos bien Arien...—besó mi cabello y se pasó un largo rato contándome una pequeña historia hasta que los sonidos y gritos se detuvieron por completo.

**Fin del flash Back**

Desde entonces siempre me ocultaba en el armario, me hacía sentir seguro. Tal vez no me llevaba a Narnia pero me protegía del resto del mundo. Suspire profundo y abrí la puerta. Tenía que hablar con Troy, debía saber si nuestra relación era verdadera y si llegaría a algún lado. Ya había cambiado una vez por Troy, aun podía cambiar de nuevo. Si el problema es mi actitud infantil, tendería que hacerle ver qué y no soy un niño pequeño.

———

Hola~...—se muere y vuelve a revivir—espero que les guste el capítulo. No se me ocurren muchas cosas que decir en este momento, estoy muy cansada y un poco estresada hehe~

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Hasta luego~