Cap. 128

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Narra Cecyll

Decir que estaba molesto era poco, quiero decir, ese chico tan peculiar y talentoso estaba desperdiciando su potencial en andar de niñera. Respiré profundo para intentar calmar el montón de ideas que invadía mi mente. Brian era un chico con las habilidades que yo necesitaba, pero ese no era el único motivo por el que quería que cambiara su manera de pensar.

Saque una pequeña libreta de mi bolso que siempre cargaba conmigo. Había estado metido en esto desde hace un tiempo y tenía todas mis notas sobre mi objetivo principal.

1.-Su nombre es Brian, tiene 17 años, delgado, piel blanca junto con cabello y ojos de color peculiar.

2.-Va en tercero de preparatoria.

3.-Esta en el club de diseño de vestuario y maquillaje escénico. LO OCULTA

4.-Tiene una hermana gemela hiperactiva y un amigo tímido.

Respiré de nueva cuenta para evitar lanzar mi libretita lo más lejos posible. Esos eran dos grandes problemas que no sabía cómo quitar de en medio. No es que pensara que era malo que se preocupara y que tal vez conviviera con ellos. El problema era que parecía papá de los pollitos. Como aquella vez que lo seguí al centro comercial.

*** ***

- ¡Brian! Dile a Briana que solo podemos escoger una sola cosa para comprar-se quejaba el enano castaño mientras inflaba sus mejillas.

- ¡Brian! Dile que yo puedo comer tanto crepas como helado. Además de que necesito unos nuevos binoculares en mí vida-Ahora era su gemela quien le jalaba la manga de la camisa.

- ¡No es justo!

- ¡Claro que es justo! ¿Crees que esta maravillosa ninja Fujoshi puede vivir sin alimento?

- ¡Brian!-los dos dijeron su nombre al mismo tiempo y cuando cualquier persona normal les diría que se callaran. Él solo suspiro y posó su mano sobre la cabeza de ambos.

-Compraré crepas y helado para ambos.

- ¡Sí!-gritó ella emocionada.

-Pe-Pero Brian...-el castaño no parecía muy complacido con su respuesta.

-Iremos a comprar los binoculares de Briana y...-miró al castaño mientras le acomodaba un cabello rebelde que sobresalía de su bina-luego iremos por ese nuevo libro sobre actuación que querías.

- ¡Gracias Brian!-sonrió y avanzo unos pasos más con la peliblanca siguiéndole los pasos mientras murmuraba quien sabe qué cosa.

Brian miró el escaparate a su lado, sacó su billetera y suspiro antes de seguirlos. Me acerqué un poco y me di cuenta que lo que estaba observando era una hermosa máquina de coser bastante vintage a mi parecer. Así que era lo que quería.

*** ***

Eso solo hizo que terminara lanzando la libreta contra el espejo del baño para chicas. ¿Por qué era así? No podía entender su manera de ser. Recogí mi libreta y salí algo ofuscado. Soló para que mi mente acabara de explotar con la imagen que estaba divisando.

Lo típico, la pequeña chica de larga melena con el cabello adornado de lindos listones con un suéter hermoso con un dragón estampado enfrente. A su lado un castaño con una boina diferente, acompañada de un chaleco de cuadros con finas costuras. Pero claro, detrás de ellos y leyendo un libro caminaba el idiota de Brian tan simple como siempre. ¿ Por qué si era tan bueno para coser no podía destacar más? Tan...invisible.

Dios, el día apenas empezaba y ya me estaba volviendo loco. Me di media vuelta para asistir a mi clase, hoy tenía algo que hacer. Me encargaría de que a la hora del almuerzo ese chico por fin empezara a pensar en el mismo.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora