3 | Bienvenida

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Ada Elif Ercel.

Desperté temprano, me duche, peine mi cabello y lo seque preferí dejarlo suelto, opté por una falta tubo negra, una blusa formal blanca, tacones negros, lentes oscuros, mi chaqueta y por último mi labial rojo.

Kerem había pasado escribiendo que no es necesario que vaya a la empresa pero enserio quiero hacerlo, jaja que tanto podrá soportarme el baby.

Estacioné mi auto y entré a la empresa.

— Buen día, busco a Kerem Bolat.

— Buen día, ¿para que hora está programada su cita?. — Dijo amablemente la secretaria.

— No necesito cita, solo avísele que llegue. — Bajé un poco mis gafas.

— No puedo avisarle sin su identificación.

— Soy Ada Ercel.

Ella tecleo algo en la pantalla.

— No tiene cita señorita porfavor retirece.

— Vas a levantar el teléfono y le vas a avisar que voy o pierdes el empleo. — La vi nerviosa marcando el número y dando mi nombre.

— El Señor Bolat está en el quinto piso a la derecha, puede guiarse con el nombre en la puerta de su oficina — dijo con algo de pena.

— Gracias — Subí al ascensor y llegué hasta su oficina.

— Bienvenida. — Dijo serio.

— Hola baby — Saludé con un beso en sus labios.

— ¿Qué te pasa? No no Ada, aquí no puedes estar dando estos espectáculos. — Se alejó.

— ¿Entonces que? ¿eso solo puede ser en un motel o tu casa?. — Quité mis gafas.

— No esto no está bien. — Negó con su cabeza.

— Relajate que no pienso decir nada, no quiero lastimar a Azra.

— A veces parece que si.

— Tu perderías a tu novia yo a mi hermana. — Es la realidad.

— Entonces controla tus hormonas.

— No seas cínico, si no hubiese sido yo habría sido cualquier otra, igual le pusiste el cuerno — es la verdad y el lo sabe.

— ¿Tu sabías que yo era su prometido?. — Preguntó mientras movía sus manos de manera nerviosa.

— ¿Sabes cómo lo descubrí?, cuando desperté quise ver la hora en tu celular y tenías de fondo la foto de la propuesta de matrimonio por cierto muy lindas las velas y el peluche.

— Demonios ¿en que me metí?.

— Entre las piernas de las hermanas Ercel.

— Esto no es Broma.

— Es que es la verdad no estoy bromeando — es la realidad.

— Ada debes irte. — Me señaló la puerta.

— Jaja relájate por Dios yo no diré nada y tu no dirás nada.

— Nuestro Secreto. — Dijo para acercarme a él.

— Si Azra llega en este instante nos descubre.

— ¿Qué? ¿Porqué?. — Preguntó alterado.

— Tienes mi labial en tus labios.

— Te dije nada de besos.

— Entonces si no hay besos puede ser algo más — Me senté en sus piernas acarició mi espalda.

SecretosWhere stories live. Discover now