18 | Confundida

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Ada Elif Ercel.

Volver a casa no estaba entre mis opciones pero me vi obligada por lo riesgoso del embarazo, no quiero tener cerca a Kerem, Azra me propuso quedarme en su casa pero de ninguna manera lo aceptaría.

Aún tramito a escondidas los papeles de adopción, no quiero ser mamá, no está en mis planes, pero tampoco sé de qué manera lo tomarán mis padres ellos aun creen que me quedaré con el bebé.

— Elif hey llegamos — la voz de mamá hizo que mis pensamientos se esfumaran.

Papá me recibió con un abrazo y acarició mi vientre abultado.

— Mi precioso nieto o nieta esta del todo bien — hablaba cerca de mi vientre.

— Si papá solo necesitamos reposo.

— Igual le diré a Levent que te venga a revisar una vez por semana, quiero que mi nieto este bien — No Levent no porfavor.

— No papá no seas exagerado, estamos bien y ya.

— Llegamos mi bella Elif — La voz venía detrás de mi gire era Azra y detrás de ella Kerem mi peor pesadilla.

— Hey Azra, hola cuñado — Saludé a ambos con beso en la mejilla pero Azra decidió entrarme a casa practicamente abrazada.

— Bueno ya que el bebé está bien y Elif está bien merecemos una celebración — Azra y su afán de celebrar todo.

— Celebren ustedes, yo quiero dormir — Fui hasta mi habitación me acosté y a los pocos minutos había alguien tocando la puerta.

— ¿Puedo pasar? — Preguntó Azra pero ya estaba adentro.

— Ya estas adentro — Se sentó junto a mi.

— ¿Recuerdas que cuando llegaba del colegio veníamos aquí y te contaba todo? — sonreí al recordarlo.

— Cómo no lo voy a recordar si a los novios que tenías le decías mi nombre, claro y cuando los novios llegaban a oídos de papá la culpable era yo.

— Eras la mayor debías asumirlo — reímos juntas por eso.

— ¿A que viene esto? — cubrió su rostro con sus manos.

— Vi a Mario — al carajo.

— Dime que no es verdad ¿ese estúpido volvió?.

— Está guapísimo.

— ¿Cuándo lo viste? — Necesito detalles.

— El día que te deje en Londres por mi enojo con Kerem, fui a un bar y lo vi hablamos un poco pero Levent me sacó del bar ya estaba algo borracha pero aún consiente.

— ¿De qué hablaron? ¿Y cómo es que Levent te encontró ahí?

— Le explique que me casé y me dijo que aún me está esperando que podríamos iniciar algo bonito como lo que tuvimos antes y Levent estaba ahí con esa enana que tiene como asistente.

— Espera un momento tu me estás hablando del mismo Mario que me coqueteo, que te dejó por irse a conocer el mundo y porque no quería un relación a distancia, te vi llorar semanas por ese que no vale la pena.

— Pero es que Elif tu no lo entiendes yo no lo deje de querer, Kerem llego a mi vida y todo cambió el es maravilloso pero con Mario había química, nos entendíamos en todo.

— ¿Y con Kerem no sucede eso?.

— Si pero es diferente, lo amo, pero no se volver a ver a Mario me tiene confundida.

— Pues deja de ser tan tonta y piensa en tu matrimonio.

— Bueno ya dejemos ese tema a un lado, te iba a hablar de la enana esa que es amiga de Kerem.

— ¿Ebru? — Solo quería cerciorarme de que hablábamos del mismo duende.

— Si, puedes creer que casi arruina mi matrimonio, desperté abrazada a Levent.

— ¿Qué hiciste que? Azra pero tu te haz vuelto loca.

— Kerem casi lo mata.

— Me explicas bien como sucedieron las cosas porque me siento totalmente perdida.

— Kerem nos encontró en la cama.

— ¿Te acostaste con Levent? — Solo esto me faltaba.

— No, como crees yo respeto que tu  estes con él pero fue la loca psicópata enana esa que le puso algo en la bebida y terminamos así — Escuchar a Azra decir que respeta lo que tengo con Levent no se si sentirme mal o decirle que es un estupidez.

— Y ¿como la descubrieron?

— Kerem reviso las cámaras y ella se justificó con una apuesta o algo así que le debía Levent, Kerem no dijo nada ya sabes que es su protegida.

— Si me imagino.

— Extrañaba esto, extrañaba poder hablar contigo y contarte mis problemas.

— Se sintió bien a pesar de que no fueron buenas cosas.

— Ya me dirás tus secretos.

— No tengo secretos así que no hay nada que contar.

— Anda ya dime ¿quien es el papá de mi sobrino?

— Azra porfavor entiéndelo ya no se de que manera explicarte no te lo diré ni aunque te pongas de cabeza.

— OK no insistiré, debes tener tus razones, no entiendo porque lo ocultas, ¿y lo vas a tener o lo darás en adopción?.

— Aún lo estoy pensando Azra.

— Mi propuesta sigue en pie.

— No quiero hablar del bebé ya fin del asunto.

— Puedo pasar — Listo esto si lo completó era Kerem.

— Si claro pasa — Dije mientras rascaba mi nuca.

— ¿Que te trae por aquí amor mio? — Azra lo abrazó esto es demasiado.

— Vine a ver a mi esposa porque ha olvidado que tiene cita en el spa — se dieron varios besos.

— Bueno sus demostraciones de amor a otra parte — Estaba asqueada de la situación.

— Ay ya solo me estoy despidiendo, cuidala en lo que regreso.

— No te preocupes — Vi salir a Azra dejandome a solas con Kerem.

— ¿Y mamá y papá? — Se sentó frente a mi.

— Ellos salieron a comprar comida, les dije que trajeran tus cereales que los habías pedido sé cuanto te gustan — Se acercó a mí y acomodó un mechón de mi cabello.

— Gracias por decirles eso pero deberías irte, creí que llevarías a Azra... — sus labios me interrumpieron.

Me separé y lo alejé con mis manos.

— Es enserio.

— Es muy enserio — se acercó más.

— Acabas de besar a mi hermana frente a mi y ahora esto, esta es una de las razones por las que no te quiero cerca si vine hasta aquí fue para que el pequeño no corriera ningún riesgo.

— Espera ¿dijiste el pequeño? — Demonios no debía decir eso, negué con la cabeza.

— Por Dios te escuche perfectamente dijiste pequeño.

— Solo me confundi.

— Dime porfavor ¿es un niño? — suplicó y sus labios temblaban en cualquier momento iba a llorar.

— La doctora me lo confesó, le dije que no quería saberlo pero dijo debes empezar a comprar pelotitas y carritos para tu nene — No pudo más y lloró.

No podía evitar las lágrimas, tocó mi vientre y dio un beso en el mismo.

— Prometo ser un buen papá — susurró.

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