26 | Hoyuelos

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Vi a Kerem observarme con atención al parecer se le pasó la borrachera.

— ¡Ahh! — grité una vez más, entre Levent y Kerem me llevaron al auto, Levent conducía mientras Kerem iba a mi lado y papá de copiloto.

— Pero aún no es momento faltan algunas semanas — Kerem sólo lograba asustarme más ¿y si lo estoy perdiendo?

— Levent dime que el bebé está bien porfavor dime eso — Sentí como mis latidos se aceleraban.

— Si si esta bien, yo estaré en la cirugía pero lo recibirá la doctora Mikaela.

— No, Levent tu debes ser quien traiga el niño al mundo ¡Ahh! — que buen momento para decirme que él no asistirá mi parto.

— No puedo amor he bebido estaría en contra de mi ética como profesional.

— Acelera si no quieres que nazca aquí — grite sintiendo otra contracción más.

— Levent acelera — Kerem nunca soltó mi mano, me ayudó hasta subirme en la silla de ruedas sus manos sudaban.

El dolor no para, lleve mi mano a mi entrepierna para ver sangre.

— Levent — le mostré mi mano con sangre.

— Quirófano listo — dijo uno de los enfermeros, me prepararon estaba llena de miedo, creo que el miedo era mucho mayor al dolor.

El dolor seguía punzante.

— Vas a pujar en cuanto sientas las contracciones — dijo la doctora y asentí entre lágrimas.

— Vamos amor tu puedes — Levent nunca me dejó sola, sentí por un momento que perdía mis fuerzas pero lo vi y escuché su llanto.

Pude respirar aliviada, lo trajeron a mi lado mientras lo limpiaban, es gordito y tiene hoyuelos en sus mejillas.

Se lo llevaron.

— ¿A dónde lo llevan? — pregunté al ver tal acción.

— Lo van a revisar tranquila — Levent me calmó me sentía tan aliviada.

Creo que desperté después de varias horas, al abrir mis ojos estaba en una habitación blanca, Levent estaba en el sofá, me intente levantar pero el dolor me detuvo.

— Hey no te muevas — llegó a mi lado.

— ¿Qué te dijeron los padres adoptivos?

— Dijeron que aún no pueden viajar, además así como está el bebé no se lo pueden llevar.

— ¿Cómo está? ¿Qué tiene? — pregunté mientras pasaban mil ideas en mi cabeza.

— Está en la incubadora por lo que nació unas semanas antes.

— Pero ¿va a estar bien?

— Si si solo es por prevención, por lo que ya te explique nació días antes de lo previsto.

— Es gordito — no pude evitar recordarlo.

— Ada lo vi y se parece a mi podría yo ser el padre, ¿si sacaste bien las cuentas?

— Saqué muy bien las cuentas y creeme si lo fueras no tendría razones para negartelo, ademas tu sabes que no me hiciste casi nada esa noche.

— Tienes razón, entonces a tu familia le diremos que debe pasar en observación por muchas semanas hasta finalmente decirles que no sobrevivió.

— Siento que es muy cruel mentirle de esa manera.

— Tu fuiste la que lo propusiste.

— Si pero ahora lo veo demasiado cruel ellos están muy ilusionados, lo mejor será decirles eso que lo daremos en adopción, no tenemos porque darles explicaciones de eso.

— Bueno eso lo hablaremos después.

— ¿Cuándo podré verlo?

— Lo traerán en la tarde, trata de descansar para que tu familia no te vea con esas bellas ojeras — sonreí antes su comentario.

— ¿No hay nadie aquí?

— No, les dije a todos que se fueran a cambiar porque igual no los podrían ver hasta que la doctora lo indique y eso fue lo que ella me indicó.

— Está bien.

— Cuando ellos lleguen debo ir a comprar algunas cosas para el bebé, no tenemos nada solo lo que nos han regalado, nisiquiera pañales hay.

— Haz lo necesario — fue lo último que dije para caer en un profundo sueño.

Desperté por murmullos abrí mis ojos eran mamá y papá, mire hacia un lado y estaba el bebé en una incubadora, las lágrimas sólo salieron.

— Felicidades mi preciosa — papá dio un beso en mi frente y mamá me abrazó.

— Gracias — volví a observar la incubadora es igual a él solo que en una pequeña versión.

La puerta se abrió y vi entrar a Kerem.

— Es precioso — lo observó a detalle y me felicitó con un abrazo, sus ojos brillaban en cualquier momento iba a llorar. Mis papás nos observaban debía decir algo.

— ¿Y Azra? — pregunté.

— Se quedó en la cafetería pidiendo algo de comer ya saben ella y sus antojos — todos asentimos, cuando apareció Azra todos hacían mimos alrededor del bebé yo solo quería seguir durmiendo cuando sentí que porfin lo estaba consiguiendo el llanto me despertó por completo.

— El bebé necesita la leche de mami — esa era la doctora entrando.

— Pero no puedo, él está bajo cuidados — dije señalando al bebé.

— Claro que puedes eres su mamá y la leche materna es indispensable en esta etapa — Si ajá y ella cree que yo voy a sacar al niño de ahí.

— Te ayudaré esta vez, pase por lo mismo con mi primer hija el temor, el miedo de hacer bien o no las cosas pero con el tiempo se aprende — Dijo mientras sacaba al bebé de la incubadora, lo extendió con sus brazos hasta mi.

— Si hija hazle caso a la doctora así se empieza — mamá apoyando.

— ¿Que hago? — me ayudó a colocar mi peson en su pequeña boquita y cada vez que succionaba se le marcaban sus hoyuelos.

— Creo que es una etapa muy bonita — comentó Kerem.

— Una etapa por la que pronto pasaremos amor — Azra se puso a su lado y Kerem acarició un poco su vientre, sentí una lágrima correr por mi mejilla.

— Hey hija ¿te duele algo? ¿porque lloras? — Papá se acercó preocupado.

— No, solo creo que me mordió — me justifique, enserio soy la peor madre meter a mi hijo de excusa.

— Y eso que aún no tiene dientes — Dijo la doctora en tono burlon, todos rieron.

— Y el papá de este pequeñito ¿Dónde está? — junto a usted doctora pero no se lo puedo gritar.

— Fue a comprar algunas cosas para el bebé ya que se nos adelantó — Tendré que cuidarlo unos días en lo que llegan sus padres.

— Es un buen hombre y cumpliste uno de sus sueños.

— ¿Como que uno de sus sueños? — Levent nunca me había hablado de sus sueños.

— Si así es — volví a perderme en los hoyuelos del bebé, abrió sus ojos y no pude más.

— Tiene tus ojos — Dijo Kerem y es verdad es  lo único que ha sacado de mi sus ojos.

— ¿Cree que lo puedan cargar mis papás, mi hermana o mi cuñado? — Negó con la cabeza.

— Por el momento no, es preferible que incluso se esté lactando dentro de la incubadora pero Levent insistió tanto en que el lo reviso y está todo bien todo perfecto, solo es por prevención pero nunca está demás.

— Entiendo doctora — Quería que Kerem lo cargara pero no lo conseguí, vi como sus ojos se iban cerrando poco a poco.

Sé que sus padres adoptivos lo amarán.

SecretosWhere stories live. Discover now