27 | Una Familia

174 26 5
                                    

En cuanto se durmió la doctora lo volvió a poner en la incubadora y se lo llevaron al área de Neonatología.

— ¿Alguien le avisó a Demet? — todos negaron con la cabeza

— Yo le avisé — mi única esperanza había hablado Kerem.

— Gracias por avisarle.

— ¿Cómo tienes el número de Demet? — Preguntó Azra y es verdad se supone que Kerem no conoce tanto a Demet

— Cuando Ada Elif se puso mal y nos quedamos en el hospital intercambiamos número, supuse que todos con la emoción lo olvidaron — aclaro.

— Si, aunque la invité a la boda pero dijo que no podía por su trabajo, es algo entendible — mentí frente a todos, lo que ella realmente me había dicho es que no quería verme cometiendo un error, le explique que era un día importante para mi pero se siguió negando.

— Elif debo preguntarte algo aquí frente a todos para que no me mientas porfavor — ay por Dios Azra me esta asustando, y si sospecha que el bebé es de Kerem.

— Si dime — respondí con temor.

— ¿Qué tanto duele el parto natural? — respire aliviada.

— Duele como si saltarás sobre clavos y no sobre otra cosa.

— Yo quiero una cesárea.

— Dicen que es más doloroso.

— Ambos procesos son dolorosos — explicó la doctora — pero todo sea por  traer sanito a tu bebé al mundo, ¿Cuántos meses tienes?

— Cinco meses dos semanas — al carajo Azra acaba de decir con exactitud su embarazo observe a Kerem algo confundido.

— Aún falta mucho, bueno lo mejor será dejar descansar a la mamá, ella aun debe recuperarse.

— Si ella debe estar bien para cuidar a Maxito — Dijo papá mientras se despedía.

— Es un lindo nombre — dijo la doctora, todos se despidieron y salieron.

Kerem Bolat.

Conduje hasta casa en silencio, Azra solo pasa en su celular últimamente, nisiquiera en casa hablamos por cosas del trabajo, siento que cada vez hay más excusas para no estar a mi lado.

— ¿Sucede algo? — me observó al notar que no hable nada en el camino ni al llegar a casa.

— Me pregunto lo mismo porque ya casi ni me hablas — entré a nuestra habitación y ella lo hizo detrás de mí.

— No sucede nada, solo es el trabajo.

— Y que no sueltas el bendito celular, te digo para cenar con mis padres y tienes otros planes, para ir con tu hermana tu tienes otros planes o tienes hambre.

— Ahora es mi culpa tener hambre se te olvida que estoy embarazada, y que tu hagas planes y yo ya tenga no es mi culpa.

— Es que nunca hay tiempo para mi esta relación se está yendo al carajo.

— Y yo soy la culpable de eso ¿verdad? Es lo que vas a decir.

— Entonces yo tengo la culpa perfecto Azra, no soy el esposo que querías y me está quedando muy claro

— Vete de mi habitación.

— Perfecto Azra ¡estás acabando con esto! — grite y salí dando un portazo.

Fui hasta otra de las habitaciones intenté calmarme pero no lo conseguía, pensé en ir a un bar pero eso tampoco me dará solución.

Estoy en un matrimonio tan infeliz, me acosté mirando hacia arriba por mi mente pasaban tantas cosas, como era todo antes de casarme, todo estaba bien, ahora soy padre y nisiquiera puedo estar cerca de mi hijo, mis ojos empezaron a pesarme y no se en que momento me dormí.

El constante vibrar de mi celular me despertó, el número en pantalla me impresionó mucho más, Ada.

Hola Kerem hey ¿estas despierto?¿Está Azra ahí? — preguntó Ada algo rápido.

— Hola, no pero me despertaste y Azra esta en la habitación yo estaba en otra ¿que sucede? ¿Estás bien? ¿Le pasó algo al bebé? — Dios que no sea nada complicado.

No no, si quieres cargar por primera vez a tu hijo ven en este instante, lo dejaran pasar la noche conmigo para alimentarlo y quiero que al menos tengas ese recuerdo de él — no estoy preparado para esto.

— Si si voy enseguida — Colgué y salí lo mas silencioso posible de casa eran las 2 am.

Conduje hasta la clínica y llegué hasta la habitación.

— Hey hola — saludé en voz baja a Demet y Ada para no despertar al bebé.

— Hola no hagas tanto silencio que Maxito esta mas despierto que nunca — esa era Demet.

— Hola, si apenas comió pero no se ha dormido, ven acércate te ayudaré a acomodarlo en tus brazos — rasque mi nuca y si lo lastimo.

— Tratalo con cuidado es tu hijo y lo hiciste muy lindo enserio ustedes se pasan haciendo hijos yo quiero uno así en unos años  — no pudimos evitar reír por el comentario de Demet.

Ada lo puso en mis brazos acomodando con cuidado su cabecita y Dios siento que no debo soltarlo nunca esto es indescriptible, las lágrimas no faltaron.

— Maxito tiene unos hermosos ojos — fue lo único que pude decir.

— Y unos hoyuelos hermosos — por primera vez escuchaba a Ada hablar con emoción y no se había molestado por decirle Maxito.

— Ada podemos tenerlo, no lo des en adopción.

— Kerem la decisión está tomada.

— Pero te puedes retractar amiga mira ese angelito, ¿no ha tocado tu corazón? — Espero que las palabras de Demet ayuden.

— Claro que ha tocado mi corazón, es parte de mi, es mi hijo y siempre lo será pero es algo que planee desde que supe que estaba embarazada.

— Los planes cambian Ada.

— No estoy preparada para ser mamá y no insistan más, con Levent ya tenemos todo planeado, solo es de que firmes Kerem.

— Nadie está preparada amiga.

— Nadie me asegura que esas personas extrañas que haz elegido cuidaran bien de Maxito.

— La decisión está tomada, ellos desean mucho ser padres pero ella es estéril.

— Amiga piénsalo bien porfavor Ada abre los ojos — Demet ya estaba algo desesperada.

— Tengo una propuesta — Espero que acepte esto porfavor.

— Si es escapar ni lo sueñes Kerem me acabo de casar y no vas a abandonar a Azra así, ella te ama.

— Ada tiene razón pero escuchemos que idea es la que tiene.

—  Ten a Maxito en tu vida con Levent, sean una familia, solo así puedo tenerlo cerca.

— Jaja si claro y ver tus shows porque Maxito lo llama papá, no Kerem yo no estoy lista para ser madre y fin del asunto, creo que fue un error haberte llamado para que lo cargaras.

— Esta bien, solo déjame disfrutarlo un poquito más — el pequeño se acurrucó entre mis brazos y rodeó mi dedo con toda su manito — Te amo pequeño — Di un beso en su cabecita Ada trataba de mirar hacia otra parte.

— Kerem creo que debes irte, no tardará en venir la enfermera por el niño.

— Piénsalo un poco — le devolví el pequeño en sus brazos.

— Ya lo pensé tantos meses.

— Te estoy dejando hacer una familia con el hombre que dices amar, con tu propio hijo y no lo quieres Ada.

— Sabes perfectamente que no es por Levent ni por el bebé, es por ti porque no debia haber ningún bebé, no debí hacerle eso a mi hermana.

— Nisiquiera lo sabíamos Ada porfavor reacciona.

— Es mejor que te vayas Kerem, la decisión está tomada.

— Te arrepentirás toda tu vida.

SecretosWhere stories live. Discover now