22 | Un Empate

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— No Levent eso si que no, esta bien perfecto que me quieras ayudar pero con mi hijo no te metas, el tiene su padre si y nadie va a reemplazarlo pero afortunada o desgraciadamente no estamos juntos, tampoco lo quiero así, pero no tienes porque darte el papel de padre cuando no estamos en público — Sostuvo mis brazos.

— Tranquila, lo entiendo, solo quería crear un ambiente familiar recuerda que los bebés sienten todo.

— No lo vuelvas a hacer.

— Solo en público, deben creer el papel de padre emocionado — sostuvo mi mano.

— Si está bien — creo que me altere demasiado.

— ¿Quieres hablar del padre del bebé? — No quería escuchar esa pregunta pero la hizo.

— No, porfavor.

— No hay problema preciosa.

Agradecí que no insistiera más, cenamos, nos duchamos y descansamos.

Desperté algo tarde Levent salió temprano pero me quedé dormida, me arreglé lo más rápido que pude y llegué hasta la oficina.

— Buen día disculpa que llegue tarde pero apague la alarma y me dormí — me justifique.

— Buen día no te preocupes solo se te descontará la hora tarde que llegaste — Dijo con una sonrisa.

— Es una broma ¿verdad baby? — soltó una carcajada a la que seguí para verlo ponerse serio.

— No señora Ercel no es ninguna broma.

— Con que hasta señora y el apellido ya deja las bromas — Puse mis manos en mis caderas.

— Pues empieza tu a dejar de hacer bromas con el nuevo papá de Max.

— Sabes que es actuado, sabes perfectamente que tu eres el padre.

— Me haces dudar Ada por Dios que es eso de que ahora te vas a casar con Levent, necesito saber la verdad ese hijo es mio o es de Levent.

— Es tuyo y me casaré con Levent porque así lo quiero siempre lo quise.

— ¿Él es el hombre que siempre haz amado?.

— Si — él necesitaba saber la verdad.

— Creí que eras más inteligente, es fantástico, pero como no me di cuenta la pequeña Ada enamorada toda su vida de su doctor bueno en la cama.

— Estas Celoso — Negó con la cabeza — No es pregunta querido sé que estas celoso.

— ¿Enserio te vas a casar con él? — asentí pero el negó con la cabeza.

— Él no va a hacer el papel de padre con mi hijo.

— Todo es actuado Kerem es decir el papel de padre, porque seamos realistas nunca le podremos decir a mis padres ni a Azra que tú eres el padre de este bebé.

— ¿Cómo le van a explicar lo de la adopción a tus padres?

— Lo estamos pensando con Levent.

— Yo estoy fuera de esa decisión ¿verdad? — su tono de voz era molesto.

— Si, él no sabe que tu eres el padre ni lo sabrá.

— Prefiero que sea así, Azra quiere ir a una tienda de bebés contigo, le dije que aceptabas y será después de que almuercen juntas, así que ya sabes que hacer.

— Le afirmaste que iría sin preguntarlo.

— Dijo que quería hablar con su hermana, que sólo tú la entiendes en su estado.

— No quiero comprar nada para el bebé y no entiendo porque no paras con los regalos.

— Porque es mi hijo y quiero lo mejor para él.

— No puede ser cierto lo que acabo de escuchar — Vimos al hermano de Kerem en la puerta.

— Carajo — Dijo Kerem molesto para acercarse a él y cerrar la puerta.

— Nadie puede saber esto tu te vas a callar — amenazó Kerem.

— Pero ¿que diablos pasa por tu cabeza Kerem? tienes a las dos embarazadas, los jodidos condones no son ni tan caros.

— Baja la voz y cállate, que lo daré en adopción — explique para que no siguiera hablando.

— Kerem es tu hijo ¿vas a permitir eso?

— Es lo mejor Emre porfavor necesito discreción.

— Cuenta con eso pero no apoyo en absoluto esto, por Dios Ada es tu hermana.

— Si no estás viviendo lo que yo entonces no opines Emre porfavor.

— Ya tranquilos no diré nada — acarició mi vientre y sonrió — el pequeño Bolat — lo vimos salir de la oficina.

— Asegurame que él no dirá nada — Mi preocupación por que descubran esto es cada vez más grande.

— No lo hará baby tranquila.

— No puedo ir con Azra quedé de conocer a mis suegros.

— Levent llamó a Azra toda la familia esta invitada será una cena así que puedes ir tranquilamente con Azra.

— ¿Cómo qué todos están invitados?

— Al parecer la baby no tiene buena comunicación con su futuro esposo.

— La tengo y demasiado buena — mordí mi labio.

— ¿Tienes sexo con él con mi hijo dentro? — solté una carcajada.

— Y que pensabas ¿que por estar así no puedo hacer nada? Él lo hace tan bien uff creo que hasta quisiera salir más temprano para poder disfrutarlo antes de ir a la cena.

— Sucia respeta a nuestro hijo — lo vi levantarse de su silla y ponerle seguro a la oficina.

— ¿Qué pretendes baby? — se acercó y beso mis labios con desesperación, hormonas dejen de salir disparadas porfavor.

No me resistí a sus labios ni a sus caricias, levantó mi vestido y entró en mí.

— Baby — susurre para sentir como mordía mi labio.

— Si él te disfruta no siendo el padre yo tengo mucho más derecho — lo callé juntando nuestros labios, siguió con los movimientos, evité gemir para que no nos escucharan.

— ¡Ahh! — no pude evitar ese gemido mis piernas temblaron y él se vino dentro de mí lo supe porque cada vez que ocurre muerde sus labios con fuerza, se alejó de mi y mordí mi labio intentando recuperar el aliento.

— Eres increíble.

— ¿Mejor que Levent?

— Se puede decir que es un empate — me miró molesto y acomodó su corbata.

Observé el reloj y mi celular vibró era Azra.

— Te estoy esperando panzona — pero ni un hola de su parte.

— Bajo en un momento — Colgué.

— Ve con ella antes de que sigas alabando a tu querido Levent.

— Deja los celos estúpidos baby — me despedí con un beso y fui hasta el auto de Azra.

La saludé pero estaba algo extraña, preferí no preguntar hasta llegar al restaurante.

— Ya me dirás ¿que sucede? — me tenía inquieta con la movedera de sus piernas.

— No es nada solo es un poco de calor — se justificó y miró el menú.

— Tengo antojo de camarones ¿tu de que?

— No es antojo pero también quiero camarones — Ella volvió a mover sus piernas y mirar las puntas de su cabello — Me dices en este momento ¿que sucede?

— Es de Mario — Bajó la mirada.

— ¿De qué hablas? — que no sea lo que estoy pensando.

— Mi bebé es de Mario ese día borracha hicimos de todo, saqué las cuentas, Elif no puedo con esto, no puedo ver a Kerem ilusionado con esto me está matando.

SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora