9 | Quiero Proponerte Algo

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Días después.

Las náuseas y mareos han hecho que deteste cada día más esto, salí de mi habitación para encontrar a papá que ya nisiquiera me quiere hablar, mamá trata de persuadirlo pero juró que no me hablaría hasta que le diga quien es el padre del bebé.

— Todo está listo mamá siento que me demayaré faltan dos días para el gran día — Chilló Azra y yo solo me despedí de mamá para ir a la oficina.

Fue un día de locos, Kerem debe dejar todo listo en la empresa para poder irse de luna de miel, y parece que alguien hubiera revuelto todos los papeles.

— Hola mi amor — Entró Ebru y saludó con un beso en sus labios, es una descarada completa.

— Ebru porfavor — Dijo Kerem.

— Ay ya tranquilo que ella no le dirá nada a su hermanita de lo contrario le habría contado las veces que me ha visto contigo, en el baño o aquí mismo en la oficina. — Dijo con tranquilidad y una sonrisa satisfactoria en su rostro.

— ¿Que es lo que quieres con Kerem? — Si ella es descarada ¿porque yo no?.

— Lo mismo que él quiere conmigo sexo del bueno — reí burlona.

— ¿Y no crees que solo te quiere para pasar el rato? — pregunté con una sonrisa.

— Jaja si me busca es porque su futura esposita no hace las cosas como a él le gustan.

— Veo que Levent te ha enseñado muy bien.

— Siempre vuelven donde es bueno — definitivamente Levent usa la misma táctica con todas.

— Frase de Levent después de un orgasmo. — Dije con una sonrisa, la cara de Kerem era de total asombro.

— Me estan tratando de decir que ambas se acuestan con Levent — Dijo Kerem con confusión.

— Ay porfavor Kerem tu lo sabias — respondió Ebru.

— Y yo no tengo porque darte explicaciones de con quien me acuesto y con quien no —  me acomodé en la silla.

— ¿También te acuestas con Kerem? — Preguntó Ebru y ambos negamos.

— Va a ser el esposo de mi hermana como crees, con Levent me basta, no busco algo serio pero si algo bueno — ella sonrió.

— Pues dejame decirte que buscamos lo mismo, pero ahora con tu embarazo...— la interrumpí.

— Que a ambas nos guste lo mismo no significa que puedas hablar de mi, así que si vas a tener sexo con Kerem procura que él te busque no tu a él, eso solo muestra que la única interesada en “sexo bueno” eres tú. — se quedó pensativa.

— Tienes toda la razón, adiós mi amor — La vi salir y Kerem me miro con los ojos mas abiertos que nunca.

— Tienes el poder de espantarme a las mujeres.

— Cállate y sigue trabajando que por estarla cogiendo a ella y a mi en horarios de trabajo, todo esto es un desastre. — Soltó una carcajada y no pude evitar reír.

— Claro pero en ese momento no te quejabas. — que me voy a quejar si este lo que esta es bueno. — el silencio lo dice todo.

— Ya sigamos en esto, que sola no me voy a encargar de este desastre. — Seguimos ordenando hasta que logramos el objetivo.

— Merecemos un descanso, ¿vamos por pizza? — Asentí, y mis papilas gustativas se activaron por completo hace mucho no como pizza.

Fuimos en su auto hasta la pizzeria, se sentó frente a mi y no dude en saborear la pizza.

— Esto está delicioso. — Dije mordiendo una rebanada.

— Son los antojos. — Él si sabe como arruinarme la comida.

— No quiero que hablemos nada de bebés, ni cosas referentes al embarazo.

— Está bien, solo estaba bromeando.

— Bueno deja tus bromas tontas. — sonrió y negó con la cabeza.

— Ya deja la amargura y disfruta la pizza.

— Así que se irán a París de Luna de miel. — comenté.

— Fue idea de Azra. — Si lo imaginé.

— Bueno tu solo debes disfrutarla y hacerla feliz. — me siento ridícula diciendo esto.

— Así será, creí que te iba a incomodar hablar de este tema.

— Debo acostumbrarme te veré en todas las reuniones familiares, en dos días serás parte de la familia.

— Ada piensa bien las cosas, sobre el bebé, no te impedirá nada, podríamos contratar una niñera yo te ayudaré con los gastos. — negue con la cabeza.

— Te dije que no hablaré más de ese tema.

— Pero es un ser indefenso no tienes derecho a decidir sola que harás con ese bebé.

— Kerem porfavor no compliquemos más las cosas.

— Quiero proponerte algo pero no se si lo aceptes. — Dijo con algo de nerviosismo.

— Habla de una vez porque sé que no te callaras hasta decírmelo. — Tomó mis manos.

— Escapemos juntos a cualquier país, dejemos todo aquí, iniciemos nuestra vida en familia lejos de aquí. — Demonios no esperaba esa propuesta, estaba completamente en shock. — dime algo porfavor.

— Pero ¿es que tú te haz vuelto loco? — grité llamando la atención de los demás.

— No, solo quiero tu bienestar y del bebé — alejé mis manos de él.

— No Kerem ya te lo he dicho no soy mujer de tener una relación estable, me gusta la libertad que tengo, ya fin del asunto.

— Podemos tener un futuro juntos con el bebé — posó su mano en mi vientre, me levante lo más rápido que pude y corri hasta la primera parada que encontré a la espera de un taxi, Kerem venía detrás de mi.

— ¡Ada espera! — no me importaba la lluvia lo único que quería era huir.

Vi un taxi acercarse pero iba muy rápido como para parar, terminé empapada por el charco de agua que estaba frente a mi.

Limpie mi cara y vi el auto de Kerem estacionarse frente a mi.

— Sube porfavor te vas a resfriar — subí toda empapada a su auto.

— ¿Porque huyes? Tienes tanto miedo ser madre.

— Solo cállate y conduce — no habló más en el corto camino a su casa.

— Ve a limpiarte toda el agua sucia, ya te paso las toallas. — me metí a la ducha y vi la silueta de Kerem dejar la toalla y algo de ropa.

Kerem Bolat.

Fui hasta la cocina y preparé chocolate caliente, lo deje sobre la mesa porque escuché que tocaban la puerta, no estoy esperando a nadie, abrí.

— Mi amor — Azra salto sobre mi quedando sus piernas alrededor de mi cintura, dio varios besos y sonrió. — huele a chocolate. — la volví a besar mientras intentaba pensar que hacer.

— Creo que esta ropa está muy grande para mi — Dijo Ada saliendo de la ducha y sosteniendo la ropa para evitar que la misma caiga, al carajo.

Azra se bajó de mi cuerpo.

— ¿Que está sucediendo entre ustedes? — Su voz era apenas entendible y sus lágrimas no tardaron en rodar por sus mejillas, intenté acercarme pero se alejó.

— Azra no es lo que parece — Dijo Ada tratando de acercarse a ella pero retrocedió.

— Amor porfavor escuchanos no es lo que parece. — Se acercó.

— Enserio con mi propia hermana — sentí mi mejilla arder por la cachetada que me había dado.

SecretosWhere stories live. Discover now