36 FINAL | SECRETOS

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6 meses después.

Kerem viene todos los meses a ayudarme con Maxito, nos hemos coordinado muy bien para que mis días más ocupados en la empresa el pueda cuidarlo.

— ¿Ya comió? — pregunté y asintió mientras se sentaba en el sofá.

— Está muy travieso, el pediatra dijo que es normal que esté inquieto y fastidioso por lo que están saliendo sus dientes.

— Espera ¿lo llevaste al pediatra porque estaba así? — asintió.

— Claro y también lo llevé por prevención, nunca se sabe que pueda ser algo más — Nunca pensé escuchar eso de Kerem.

— Estas cada vez más cuidadoso desde que leíste ese libro para padres primerizos — Kerem sonrió.

— Debía leerlo después de casi darle de comer enlatados y soda.

— Tienes toda la razón pero es parte del aprendizaje, ¿a que hora sale tu vuelo?

— Sale mañana, están agotados por la temporada, iré a un hotel, no te preocupes — negué con la cabeza.

— Deja las tonterías puedes dormir con Maxito o solo en la habitación que era de Demet.

— Está bien — me encerré en mi habitación me di una ducha y salí a preparar la cena, pero Kerem tenía comida china sobre la mesa.

— Si voy a estar aquí por lo menos debo poner la comida.

— No debiste.

— Ay ya no te pongas con cosas que solo es comida — Cenamos en silencio, la verdad es algo incómodo actuar como si no lo conociera, como si no me hubiera hecho suya muchísimas veces.

— Me vas a gastar si me sigues mirando así — ambos sonreímos.

— No te estaba mirando, estaba analizando unas cosas del trabajo — me justifique, lo vi levantarse y recoger los platos.

— Yo los lavare, si quieres ve a descansar — no dije nada y antes de entrar a mi habitación lo observé — Buenas noches — cerré la puerta de mi habitación para ver como Maxito estaba despierto en su cuna moviendo  sus piernitas.

Lo alimente y se volvió a dormir, como amo a mi pedacito de vida.

— ¿Se durmió? — pegue un pequeño salto del susto.

— Me vas a matar del susto uno de estos días, si ya comió — acarició la mejilla de Maxito y se alejó.

— Descansa — lo vi caminar hasta la que era la habitación de Demet y suspiré, nunca me perdonará que le ocultara lo de Azra.

Me estaba durmiendo cuando sentí que algo cayó junto a mi, era Kerem estaba sudado y agitado.

— ¿Qué carajos te pasa?

— Hay un animal en la habitación de Demet — Que vaina con Kerem.

— No hay nada ya déjame dormir.

— Ni creas que regresaré a esa habitación, prefiero dormir en la sala — Ay por Dios.

— Ya porfavor dejame dormir —me miró suplicante — Ay ya, vamos a revisar — fuimos hasta la habitación y habia ruido pero no sabia de donde provenia, talvez es un ratón.

— Dormiré en el sofá.

— Puedes dormir en mi habitación, si no te incomoda — asintió y nos acostamos, gire y gire en la cama, definitivamente se me ha ido el sueño.

Me levante a ver a Maxito, dormía plácidamente, sentí unos brazos rodear mi cintura.

— Eres una gran mamá.

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