Secretos

11 | Bienvenido A La Familia

Kerem Bolat.

Darle el si acepto a Azra creo que es uno de los sacrificios más grandes que he hecho en la vida pero se lo prometí a Ada y cumplí.

— ¡Que vivan los novios! — Dijo mi suegra.

— ¡Que vivan! — grité emocionado tratando de que Azra no notara mi amargura.

Ada se acercó felicitarnos con un abrazo.

— Espero que sean muy felices — su sonrisa era fingida la conozco a la perfección — bueno salud — la vi beber champaña y escupirla en la copa, no pude evitar reír.

— Recordaste que estas embarazada — Dijo Azra, ella asintió y se alejó.

La fiesta transcurrió con normalidad como mis padres y mi familia quería, con banquetes elegantes, fotógrafos de lujo, ver a Azra disfrutar tanto alegraba la noche, pero luego observar a Ada limpiar sus lágrimas destrozaba mi corazón.

Me acerqué a Kadir mi suegro.

— Bienvenido a la familia — Di un apretón de manos.

— Gracias, quiero hablar de Ada Elif — Negó con la cabeza.

— No quiero que te involucres en ese tema — Si supiera que estoy metido hasta el cuello en eso.

— Ella necesita a su padre, usted ni le habla, deje los rencores — volvió a negar con la cabeza.

— Bienvenido a la familia Kerem, dejemos ese tema ahí, disfruta tu boda — lo vi alejarse y me acerque a Ada.

— Ve a seguir recibiendo felicitaciones — Dijo mientras bebía una copa y la devolvió una vez más, ella está acostumbrada a beber y le cuesta dejarlo.

— Ada sabes perfectamente que lo hice por ti y por el bebé — se levantó y camino hacia uno de los baños, la seguí minutos después.

— Ya basta porfavor, ve a disfrutar tu boda, yo estoy bien — Dijo frustrada.

— Hey ¿está todo bien? — El que faltaba Levent.

— Si Levent esta todo bien, solo me sentí un poco mareada y Kerem me estaba ayudando, me acompañas a la mesa de bocadillos — Asintió y se fue tomada del brazo de Levent.

— Hey te encontré mi amor, Elif y Levent me dijeron que estabas aquí.

— Si, estaba ayudando a Ada Elif que estaba algo mareada — ella puso su cara más tierna.

— Nunca entenderé porque la llamas por sus dos nombres pero bueno, no me imagino lo sobreprotector que serás cuando tengas tu primer hijo.

— Es mejor que no lo imagines — De lo contrario ya me habría matado.

— Vamos quiero bailar con mi esposo — me llevo hasta la pista para encontrar a Ada bailando con Levent, seguí bailando debo resignarme a ésto.

Semanas después.

Sarah Emilia.

Regresé a Londres después de la boda, los mareos son constantes y las náuseas las he logrado controlar con helado, conseguí trabajo gracias a una carta de recomendación de Kerem, papá sigue sin hablarme, tengo tres meses de embarazo, tuve que bloquear a Kerem de mis redes sociales porque no paraba de preguntarme a diario como me sentía, y ¿cómo me siento? Como la persona más estúpida y culpable en el mundo.

Llegue a casa, me quite los tacones y me lance al sofá.

— Odio mi vida.

— Vas a empezar otravez — Dijo una voz chillona y conocida, Dem o Demet como le digo después de que me confesara que era gay mi compañero de departamento.

— Demet no empieces — cubrí mi rostro con un cojín.

— No empieces tú, no te vas a hechar a morir por un mal día en el trabajo.

— Sabes que el trabajo es lo de menos — Demet ha sido la hermana que Azra no ha sido, desde que llegue a vivir a Londres ha sido mi mano derecha y sabe absolutamente todo de mi.

— Entonces sigues deseando que tu hijo sea de Levent.

— Agradecería que fuera así.

— Ya seamos realistas es lo que siempre quisiste una relación con el patán de Levent pero el solo te quería en la cama y ya, piensa en ese bebé.

— Deja de decir esas cosas solo lo empeoras.

— Ada porfavor eres una adulta toma responsabilidad de tus actos, tenías que cuidarte.

— Lo hice creeme la doctora cambió mi método de inyecciones a pastillas porque las inyecciones empezaban a engordarme.

— ¿Y no olvidabas las pastillas?

— Fue solo una y fue por el viaje.

— Y claro llegaste a coger con tu cuñado — lo mire y es que me regaña peor que mi mamá.

— Ya sé pero solo fue una pinche pastilla.

— ¿Seguro fue una?

— Ay ya estuve una semana sin cuidarme, porque lo olvide ya estas contento.

— Es que te conozco sé que olvidas tomarte pastillas sea cual sea el tratamiento.

— ok — caminé hacia mi habitación.

— Te enviaron algo — señaló una caja sobre la mesa, me acerque rápidamente y la abrí eran vitaminas para mi estado, un chupon y medias para el bebé, no me pude resistir y se las mostré.

— Son tan pequeñitas — Dije refiriéndome a las medias, sentí mi corazón estrujarse y las lágrimas no tardaron.

— Ya lo amas — Demet me abrazó.

— Cállate y abrázame — me abrazó y vi una nota.

“ Para la futura mami y el futuro baby”
- K.B.

— Kerem Bolat, es un terco le dije que se alejara.

— Ve a bañarte ya casi tengo lista la cena tenemos que seguir hablando — Seguro es un nuevo chisme de algún nuevo novio, me duche y cambie.

El olor de la comida invadió mis fosas nasales y prácticamente corrí hasta el comedor, empezamos a comer entre chistes de Demet.

— Bueno lo que te quería decir es que me mudaré — escupí la comida.

— ¿Qué?.

— Que me voy a mudar.

— Claro que te escuche, pero ¿porque? — Negó con la cabeza.

— Mis padres ya me aceptan por como soy — No pudo evitar las lágrimas y yo mucho menos, la abracé.

— No te imaginas lo feliz que me hace llevas mucho tiempo intentando que te acepten.

— Si por eso quiero regresar con ellos recuperar todo el tiempo perdido.

— Te voy a extrañar tanto — la Abracé una vez más y como nuestras noches de siempre vimos una película junto a muchas palomitas.

Hoy es mi día libre ayude a Demet a empacar algunas cosas, estoy tan sentimental con su partida pero entiendo que debe irse.

— Después de todo creo que no te dejaré tan sola — Dijo moviendo algunas cajas.

— ¿Porque lo dices? — Pregunté y ella abrió la puerta.

— Hola baby — Dejé caer la caja que tenía en mis manos.

— Al carajo ¿Qué haces aquí? — dije al ver a Kerem en la puerta.