Solo juntos

29 9 1
                                    

¿Cómo terminaron en esa posición?

Al abrir los ojos, Zia no dejó de hacerse aquella pregunta; estaban recostados en el suelo, él abrazaba a la de ojos esmeraldas desde atrás y ella tenía la cabeza en su brazo extendido. A pesar de que aún estaba oscuro se escuchaban pájaros a lo lejos, debía ser muy temprano.

Suspiró y miró a la chica en sus brazos, se sentía tan natural dormir así, su cuerpo se amoldaba a la perfección con el de él. Odiaba hacer comparaciones, pero ni con Nessa sintió tanta perfección.

Vio hacia arriba al darse cuenta de que tenían que empezar a viajar, el camino era largo y aún no sabía si podían usar sus habilidades. Miró su celular a un lado y encontró que ya no se veía en el logo, de seguro la batería se agotó.

Sacó su mano de debajo de la cabeza de Sakura con cuidado y puso su chamarra en su lugar en forma de almohada tratando de no despertarla. Se sentó con cuidado y sin muchas esperanzas trató de desbloquear el aparato.

Se sorprendió cuando en efecto pudo hacerlo, no perdió tiempo y empezó a revisar para encontrarse con quince mensajes de voz de Ezra y como treinta llamadas de sus padres; seguramente estaban preocupados por él. Marcó el número del primero y después de verificar que no hubiera nadie alrededor, salió del tubo para hablar no queriendo despertar a Sakura.

—¿Zia? —exclamó Ezra con urgencia en el teléfono.

—Estamos bien, mi celular se mojó y apenas prendió —contestó al pasar la mano por su cabello. Su amigo se quedó en silencio y él revisó que no se hubiera cortado la señal—. Ezra —lo llamó.

Escuchó un largo suspiro.

—Tuvimos problemas —susurró a la par que se escuchaba que se movía, seguro estaba levantándose para hablar lejos de Akemi.

—¿Qué problemas? —indagó Zia con ansiedad.

Ezra suspiró.

—Hubo una explosión en la casa de seguridad —le contó mientras se escuchaba que cerraba una puerta.

Zia vio con ojos entrecerrados a la nada.

—¿Están bien? —Su amigo no quiso responder, no sabía cómo darle la noticia, Lien había sido muy cercano—. Ezra. —Casi le gritó.

—Perdimos a Lien —susurró.

—¿Qué? —preguntó, incrédulo, el líder—. ¿Cómo?

—No sé por qué se quedó dentro de la casa, un incendio nos obligó a cancelar la misión y él no salió —le contó con pesadez. Zia se pasó la mano por el cabello, no sabiendo por quién de las dos preguntar—. Lea lo tomó muy mal, Egan tuvo que darle un calmante, quería que regresáramos a buscarlo —explicó al adivinar su preocupación.

Zia levantó la mirada y notó que la cabeza de Sakura se asomó por unos momentos.

—¿Dara?

Ezra suspiró de manera audible.

—Está peor —respondió en voz baja.

—Debería regresar —masculló el líder.

—¿Dónde están? —preguntó su amigo con curiosidad. De nada serviría contarle lo del vídeo en las redes, sería aumentar las preocupaciones.

—A dos horas caminando —respondió y pensó en el largo recorrido que les esperaba.

—Llama a tus padres —le pidió Ezra.

—En cuanto termine de hablar contigo —alegó—. Debo hablar con Dara.

Su amigo suspiró.

—Más tarde, ahora urge que llegues a Hong Kong.

El poder en unoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora