Planes improvisados

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Zia citó a todos los hombres en la sala de monitores; no era que hiciera menos a las mujeres, pero sentía que ellos estaban ahí para protegerlas. Probablemente, era un error u otro miedo infundado a causa de su ex fallecida, pero prefirió hablar primero con ellos.

—Dishi es un inepto —espetó Lien y cruzó los brazos.

Les acababa de contar lo que sus padres le informaron. Ezra miró con enojo a Egan, pues si hubiera mencionado desde antes lo que sabía, pudieron evitar que su amigo viajara cuando todo estaba fuera de control.

—¿Cómo te vas a trasladar? —preguntó el de lentes con curiosidad. No había vuelos desde Tokio a Hong Kong por obvias razones.

El líder sacó su celular ya habiendo ideado un plan con ayuda de sus progenitores.

—Me iré a Chubu Centrair en auto y de ahí en avión a Shenzhen, mis padres dejarán un vehículo en el aeropuerto para que me traslade al tren con mayor facilidad.

Egan negó con la cabeza.

—Son trescientos sesenta kilómetros, es muy arriesgado, pero no tienes opción —musitó.

—Lo que me intriga es a quién pondrían en tu lugar —señaló Lien viendo de reojo a Ezra, era la única opción viable al ser la segunda mano de Zia.

Pero el aludido miró con sospecha al gemelo, si le ordenaron reportar las acciones de su amigo era porque ya tenían un candidato. El líder observó a los que lo rodeaban pensando que tal vez la mejor opción sí era dar un paso atrás y dejar que otro dirigiera, aceptó que había hecho las cosas mal de un tiempo en adelante.

—Si me relevan, pondrían a Ezra —anunció con seguridad.

Su amigo hizo una fina línea con la boca y movió la cabeza de manera negativa.

—Dishi me odia tanto como a ti —le recordó.

Lien vio a Egan con el entrecejo fruncido, pues cuando Zia admitió quién lo reemplazaría, notó un destello de ira en sus ojos, pero fue por solo unos segundos.

—Mientras no estoy, te dejo cargo —le dijo el castaño a Ezra—. Espero evites que estos dos se maten —continuó señalando a los otros.

Lien se encogió de hombros.

—Por mí ni te preocupes —dijo con desdén—. Estoy casi todo el tiempo con Lea.

Egan lo observó con un gesto de superioridad.

—Cómo debe ser —señaló y el chico le sostuvo la mirada sabiendo que estaba en un error, pero mientras no obtuviera pruebas seguiría jugando a ser la pareja de la gemela. 

Zia sacudió su cabeza para impedir la predecible pelea, no estaba de humor.

—Dejen sus asuntos personales de lado por una vez. —Sacó su tablet y les mostró las fotos del bajo mundo que estaban dando la vuelta al planeta—. Tienen que descubrir qué clase de Muti puede causar este tipo de muertes. —Los vio con seriedad.

Ezra asintió observando las imágenes con detenimiento.

—También hay que ubicar a mi Muti.

Egan miró las imágenes de manera calculadora.

—Debe de ser uno de los niños.

Zia asintió, ya lo había pensado.

—El que me atacó con Sakura no se veía cansado o que estuviera haciendo un esfuerzo; estos niños son más fuertes que los​ Mutis que conocemos, debemos resolverlo antes de que se haga más grande el problema.

El poder en unoWhere stories live. Discover now