El poder en uno

Así se cumplió

Sakura se levantó con dificultad porque su espalda quedó resentida ante el golpe, giró y vio el arma con el que Ian la amenazó, no supo cuándo la obtuvo Egan. Se incorporó a gran velocidad y trastabilló al tratar de ir hacia ella, pero lo logró.

La tomó y saltó del techo, aunque sintió un ardor en sus rodillas al caer, levantó con ambas manos el arma y disparó a la que estaba distraída burlándose del cuerpo del gemelo.

Aledis soltó un grito y luego vio su pierna, se quitó el dardo y miró a Sakura con un profundo odio, por su lado, la otra aventó el arma y se enderezó.

—Vamos a ver quién es nada sin sus poderes —gruñó.

Aledis empuñó las manos y corrió hacia Sakura con un grito de guerra.

Ella tomó una posición de defensa y cuando Aledis la atacó de frente, ella bloqueó el golpe. La chica le tiró una patada de lado y la de ojos verdes se agachó a gran velocidad con un jadeo, le tiró un codazo hacia abajo y Sakura giró rápidamente evitándolo, sintió sudor correr por su rostro porque ambas se movieron a gran velocidad.

Le tiró otra patada y Sakura giró hacia atrás con las manos evitando el golpe.

El entrenamiento con Dara y sus años de porrista empezaron a dar fruto.

Aledis la vio con odio y sacó una daga de su costado y atacó de nuevo, la otra evadió golpes, patadas y también contraatacó. Tenía que poner especial atención en la mano que tenía la daga.

Aledis la logró tirar con una patada y trató de enterrarle la daga en el pecho, pero Sakura cruzó sus manos y la detuvo, ambas hicieron fuerza y se miraron con algo más allá del desprecio.

—Reiku me agradecerá que te mate —murmuró Aledis al presionar.

—Eres un títere más que desechará como todos —aseguró Sakura entre jadeos.

Su enemiga la vio con desprecio y presionó más, sólo unos centímetros y lograría acabar con ella, sin embargo, la otra movió su pierna y la dobló a un lado, puso mucha fuerza y logró girarlas dejando a la otra chica debajo de ella.

Aledis se sorprendió y se descuidó, así que Sakura aprovechó para desarmarla y lanzar lejos la daga.

Ambas la vieron y se trataron de levantar para correr a ella, más resbalaron por el húmedo suelo.

Sakura intentó correr pero de nuevo sintió un horrible dolor por todo su cuerpo, soltó un grito y este desapareció tal y como llegó. Vio al joven que acompañaba a Aledis, tenía su mano dirigida a ella; aquél dolor lo percibió como el poder de su hermano, pero el chico no la tenía que tocar para transmitirlo.

Aledis se levantó tranquilamente, aunque jadeaba, levantó su daga y la giró de manera experta en su mano, miró a la que seguía tirada en el piso que respiraba con dificultad y con la piel pálida.

—Eres patética, no tienes idea de cuánto lo eres —aseguró al caminar hacia ella mientras giraba la daga.

Sakura se medio levantó y vio de reojo al joven, seguro era Muti; un movimiento en falso...

»Pero no soy quién para decirte tu verdad —concluyó al ponerse en cuclillas frente a ella.

Sakura la miró fijamente y trató de calmar su agitada respiración.

—Me sigues subestimando —murmuró y levantó la mano a gran velocidad, una esfera rosa de energía apareció y fue directamente a Aledis, Sakura movió la mano haciendo medio círculo y la energía golpeó a la chica y al Muti haciéndolos traspasar las paredes de dónde estaban.