ᵉᵍᵒⁱˢᵗⁱᶜ - Blue lock (editando)

Nathaniel's past in Karasuno pt 1

"¡Chicos, mañana tendremos un juego de práctica contra el Nekoma!" Anunció Takeda para después retirarse del gimnasio rápidamente, parecía tener asuntos que atender.

Comenzó a prepararse para salir, los entrenamientos al fin habían terminado y podría irse a casa.

O eso pensó él.

"Nath-san, ¿puede ayudarnos a entrenar?" Yamaguchi preguntó con timidez mientras su amigo rubio alto los miraba desde una distancia prudente.

"Te puedo ayudar solo a tí, porque me lo pediste, Yamaguchi." Sonrió con diversión al ver de reojo la mueca de molestia de Tsukishima. "¿Qué te parece si practicamos saques? Veo que eres bueno en eso."

Ignoró la presencia del rubio quien ya irritado optó por hacer lo que el más bajito deseaba, que le pidiera él mismo que lo entrenara.

"Ayúdanos a entrenar, emperador." Pidió el rubio, nunca se imaginó tener que pedirle ayuda a su compañero más irritante según él. "Esto es un fastidio pero quiero mejorar mis bloqueos." Miró a otro lado evitando la fuerte mirada del más bajo.

"Así me gusta, empezaremos contigo porque es lo más complicado" Dejó sus cosas en las bancas, tomó una de las pelotas. Hoy se encontraba de buen humor, algo inusual pues entrenaría tiempo extra con sus compañeros, cosa que detestaba hacer normalmente. "Kageyama, ¿puedes armar para mí?" Llamó al negro quien gustoso se acercó a ayudar.

Una vez ya colocados, Nathaniel le dio indicaciones a Tsukishima sobre lo que harían en esos momentos.

Él remataría y el rubio se encargaría de bloquearlo, una vez dicho esto le ordenó al pelinegro que armara la pelota, la golpeó pero Tsukki no pudo hacer más que tocarla ligeramente, rozandole los dedos.

"Maldición" Murmuró el rubio con frustración.

"Debes de poner más fuerza en esos dedos, nunca serás un buen bloqueador si no mejoras esa técnica." Nathaniel lo miró con una sonrisa.

Los pocos que aún quedaban en el gimnasio miraron como los de primer año entrenaban y decidieron no desaprovechar ésta oportunidad por lo que le rogaron a Clutier entrenar con él.

"Oigan, si saben que yo no soy el entrenador ¿verdad?" Los miró con fastidio. "Yo ni siquiera entreno muchas veces, no sé que quieren que les enseñe."

"¡Enséñame tu impecable forma de armar, porfavor!" Habló Kageyama desencadenando una ola de gritos de todos los demás exigiendo que les enseñara sobre sus posiciones, aunque la suya no fuera esa y quizás no fuera el mejor debido a que no se acomodaba en algunas posiciones.

"Eso se lo puedes pedir a Sugawara, yo no soy armador." Suspiró con cansancio. "¿Se callan?"

Todos obedecieron y quedaron en un completo silencio, temían arruinar el buen humor de su compañero de equipo y que este se negara a entrenarlos.

"Bien, ¿por donde quieren que empiece?" Los miró buscando respuestas, sus compañeros lo miraron con un brillo en los ojos porque había aceptado ayudarlos a entrenar.

Se pasaron horas entrenando hasta el cansancio, su partido contra Nekoma era lo más importante para ellos al ser sus mayores rivales y no pretendían perder incluso si no era un partido oficial.

Su orgullo valía más que una derrota, por lo que debían ganar.

La mañana siguiente los rayos del sol pegaban en la ventana del autobus, estaban siendo llevados a la institución rival, participarían en un partido de práctica quedando ellos como los visitantes.

Bastó con estacionarse para comenzar a escuchar los fuertes gritos de entusiasmo del equipo local, parecían encantados de verlos.

"¡Llegó Karasuno!" Se escuchó el grito del capitán del Nekoma llamando a sus miembros para que fueran a saludar.