Capítulo 3

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Pov: España

«México parece perdido en sus pensamientos, simplemente desde que entró al vehículo no ha despegado la vista de la ventanilla y no me ha dirigido la palabra. Lo veo diferente, él suele ser más enérgico. ¿Habrá sido muy grave lo que le paso? Dudo que deba preguntarle, a él no le gusta que me inmiscuya en su vida demasiado.»

Después de varios kilómetros en silencio, por fin llegamos a mi casa. Soy la primera en salir del coche acto seguido sale él con una pequeña maleta, apenas tendrá un par de pertenecías ahí, ya que, no debe albergar mucho espacio.

Antes de abrir la puerta de la vivienda, intento romper el hielo.

España: Y bueno ¿Por qué decidiste venir a casa de tu madre? No quiero decir que no esté muy contenta de que te quieras quedar un tiempo conmigo. Espero que sepas que siempre serás bienvenido. - Digo de manera apresurada para que no se me malinterprete la pregunta.

México: Bueno..., no tenía otras opciones. Rusia ahora está teniendo muchos problemas. Estados Unidos no está muy contento de la última vez que me quede con él. Tampoco me puedo apoyar en mis hermanos, pues su situación no es muy buena. Los europeos me miran por encima del hombro y los asiáticos son muy estrictos con sus costumbres... Baraje muchas opciones antes de pensar en venir aquí.

España: No lo digas así, pareciera que fui tu última elección- Él solo levanta los hombros como respuesta y entramos ambos dentro de la casa.

México: La recordaba mucho más grande.

España: Bueno hijo, es que esta no es la casa de tu infancia. Una vez os fuisteis el palacio se me quedo muy grande para mí, por lo que cogí lo imprescindible y me mudé aquí, tiene las mismas comodidades, pero es más pequeño.

Por un momento mi mente retrocede al pasado pudiendo visualizar a esos pequeños jugando en palacio. Se me escapa de mi control una pequeña sonrisa, pero enseguida me doy cuenta y prosigo con la charla.

España: Te puedes ir acomodando tus cosas, en la segunda planta se encuentran las habitaciones, hay varias de invitados, elije la que mejor se adapte a ti. Yo mientras iré a preparar la cena, que ya se está haciendo muy tarde. – «Ahora que lo pienso donde se habrá metido la niña, no vino a saludarme como hace casi siempre.»

Pov: México

Veo como se aleja en dirección a la cocina.

«España siempre que me ve intenta ser amable conmigo, pero por mucho que lo haya intentado no puedo perdonar tan fácilmente todo le hizo a mi familia, los torturó y los terminó matando, haciendo una excepción conmigo, ¿Por qué? ¿acaso solo fui el trofeo de una conquista? A lo mejor solo era un experimento para ella, y comprobar si un indígena se podía "civilizar". A veces estos pensamientos recorren mi mente. Será mejor que deje de pensar en esto me pone enfermo.»

Agarro la valija del suelo y procedo a dirigirme hacia las escaleras, recorro los escalones con la mirada hasta llegar al segundo piso. Al instante mis ojos se posan en una figura con apariencia de una niña de unos 10 años que se esconde detrás de la barandilla. Esto me toma desprevenido, por lo que un escalofrió recorre mi cuerpo mientras maldigo en bajo. La niña al percatarse de que me di cuenta de que estaba allí, salió corriendo de su escondite y a los segundos se escucha como se cierra una puerta.

Al cabo de unos segundos me doy cuenta de quien es la niña que merodea por la casa de España, lo que me tranquiliza bastante, no me gustaría pensar que hay fantasmas en este lugar.

Subo las escaleras hasta el segundo piso, encontrándome un pasillo con varias puertas y grandes ventanales. Abro una habitación cualquiera, a simple vista se veía que estaba muy bien cuidada, pero se notaba que había pasado mucho tiempo desde que esta fue usada por última vez.

Saco las poquitas cosas que llevaba encima dentro de la valija y las coloco cuidadosamente en los lugares que veo correspondiente, al fondo de la maleta está una pintura de mi padre. «Si no fuera por esto ya no recordaría como es su rostro.» Procedo a ponerla con mucho cuidado en el espejo que hay encima de la cómoda del cuarto.

¡Toc, toc, toc! Suena la puerta de mi habitación.

México: pasa, está abierto- veo como la puerta se abre y como entra la escuincla. Hacía mucho tiempo desde la última vez que la vi, pero sigue igual. Es inevitable que sonría al verla.

España. Una mentira repetida mil veces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora