España. Una mentira repetida mil veces.

Capítulo 15

Pov: España

España: ¿Qué haces? ¿Estás loco? Déjame ir – Le digo enfadada.

Reino Unido: ¿Qué tienes con Alemania? – su rostro mostraba lo enfurecido que estaba.

España: ¿Qué? Es mi amigo. Y si tengo algo con él, no es de tú incumbencia, así que déjame ir.

Reino Unido: En serio, crees que te voy a creer. No soy ciego. ¿Qué es? ¿tú amante?

España: Estas demente Reino Unido. Déjame salir- le ordeno.

Este con una mano me agarra la cara y apretando con fuerza clava las yemas de sus dedos en mis cachetes, haciéndome daño en el proceso.

Reino Unido: Esperaba más de ti, pero ya veo que eres una zorra, que se la chupa a cualquier hombre que tenga dinero. – me logro zafar de su agarre.

España: ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas tan enfadado conmigo? ¿Es por lo de la otra vez? Ya te dije que no se lo pienso decir a nadie.

Reino Unido: No es por lo de la otra vez. Odio verte comportándote como una puta.

El guantazo que le pego según termina de pronunciar la última palabra es tan fuerte que produce hasta eco. Reino Unido se lleva la mano a su cachete magullado.

España: Primero ya te he dicho que no tengo nada con Alemania, segundo no te vuelvas a acercar a mí ni a mis hijos y tercero ojalá te folle un pez. – aprovecho que todavía sigue un poco aturdido por la cachetada para sacar el pestillo e irme de ahí apresuradamente.

Llego donde se encuentra el resto del grupo, estos paran lo que estaban haciendo cuando me ven aparecer.

Italia: Spagna ¿Estas bien? ¿Tienes frio? – hasta que no dice eso no me doy cuenta de que estaba temblando de la rabia por lo de antes.

España: Ehh..., sí ya está refrescando un poquito. – digo en forma de escusa y me pongo a acariciar ambos brazos como si quisiese entrar en calor.

Japón: Sí tienes mucho frio, podríamos irnos ya dentro del hotel. – dice algo preocupada.

España: no te preocupes, ya estoy entrando en calor. – le sonrío para que vea que todo está bien. De repente noto una fuente de calor que cubre toda mi espalda y después unos brazos que rodean mi cintura y por último veo como Alemania apoya su cabeza sobre mi hombro.

Alemania: Es cierto, siempre ha sido muy friolera. – le dice a los demás – ¿Te acuerdas de las noches frías en Rusia? – me susurra.

España: Por supuesto, fueron noches inolvidables. – ambos comenzamos a reírnos en bajito. Pero mi sonrisa se disipa cuando llega Reino Unido donde estábamos nosotros. Desde que lo veo me libero del amarre de Alemania y él me mira confuso de mi actuación.

Reino Unido me mira furioso y veo como tiene la marca de mi mano en la mejilla. «No tenía la intención de darle tan fuerte, pero me puso de los nervios y no contuve mi fuerza.» Su mirada me pone nerviosa, en parte me siento culpable de darle tan fuerte y la situación empeora cuando su mujer se da cuenta de la marca roja que tiene en la cara.

Francia: Pero ¿qué te ha pasado? Tienes todo el cachete rojo e hinchado. – le analiza minuciosamente - ¡¡Mon chéri!! ¿Esa es la marca de una mano? – al instante me mira a mí. - ¿Fuiste tú verdad? Mira lo que le has hecho ¿puedes estar un día sin comportarte como un animal salvaje? –comienza a acercarse a mí con paso firme y levanta su mano.

Cuando está a punto de golpearme otra mano la frena y para mi sorpresa quien la había parado era el propio Reino Unido.

Francia: ¿Qué haces Uk? ¿Por qué me detienes? Mira lo que te ha hecho esta bestia.