Capítulo 35

311 26 52
                                    

Pov: España

Ahí seguía, observándome con sus orbes azules, esperando que le diese una respuesta. Pero me sentía incapaz de hablar, tenía sentimientos encontrados y me costaba dar el último paso para terminar con mi plan de venganza.

Me lo estaba pasando tan bien, que simplemente no quería que esto que teníamos se acabase, sin embargo, sabía que si lo prolongaba más acabaría enamorándome de mi némesis. Y eso me aterraba.

España: Hazlo. – le miro a los ojos y termino musitando esa única palabra.

Reino Unido: Tus deseos, son órdenes para mí. Mañana mismo iré a mi abogado para preparar los papeles del divorcio y se los entregare a France. ¿Te parece bien? – dice con una dulce sonrisa, que derretiría hasta el corazón más frio.

España: Perfecto. – susurro y le sonrío, pero mi voz lastimera me delata y hace que él se preocupe.

Reino Unido: ¿Te ocurre algo? Pensé que te gustaría esta noticia. - deja de agarrar mis muñecas y me mira con inquietud.

España: Lo siento, estoy muy feliz de verdad, es solo que, hoy han pasado tantas cosas que... no puedo creérmelo, solo estoy en shock todavía, no debes preocuparte. – levanto ambas manos para ponerlas a los costados de su cara y acaricio dulcemente sus mejillas con mis pulgares.

Reino Unido vuelve a sonreír con mi gesto y se acerca lentamente a mis labios para depositar un pequeño y tierno beso.

Justo cuando se iba a separar, en un arrebato, le agarro fuertemente su rostro y le obligo a bajar nuevamente para esta vez poder besarle con más energía y pasión.

En esta ocasión era yo quien poseía sus labios de forma demandante, con dominancia, con deseo, pero también había algo más, algo que no sabía cómo describir.

Mientras tanto nuestras lenguas ya no peleaban como antes, ahora se acarician, se buscaban y anhelaban cuando se tenían que separar en el momento que los labios se alejaban para poder volver a coger una bocanada de aire.

De repente una necesidad surge en mi interior, necesito que me toque, que me bese, que me tome, que me desee, aunque sea solo por esta noche. Le necesito a él.

Mis manos descienden por su rostro hasta llegar a sus hombros y comienzo a quitarle su americana negra, sorprendiéndole de lo rápido que voy en esta ocasión, pero sin poner ningún tipo de resistencia.

Con su corbata en la mano tiro de ella de forma demandante, para acercarle a mi boca y que los besos se reanudasen de nuevo. A pesar de que consigo mi objetivo, también escucho un leve quejido de su parte, se nota que no le gusta no tener el control.

Reino Unido: Te estas portando mal de nuevo, Spain. – dice con un leve enfado, pero a su vez con un timbre de voz algo divertido. Mis impulsos me obligan a tirar de nuevo de la corbata esta vez con más fuerza. Verle enfadado es mi pasión. – No te puedes quedar quieta, ¿verdad? – Me muerdo el labio y niego con la cabeza con una sonrisa pícara. – Tú te lo has buscado.

Uk se quita la corbata para que no pueda jalar más de ella, pero para mi sorpresa le iba a dar otro uso. Me agarra ambas manos con fuerza y las ata con la corbata al cabecero de la cama.

España: ¿¡Uk!? – miro sorprendida de su acción. Para seguidamente ver como se desabotonaba los botones de los gemelos lentamente.

La tranquilidad con la que despojaba la camisa y la seguridad que trasmitía cuando este lo hacía, era tortuosamente sexy. Cuando al fin su torso quedo desnudo, pasa a otra parte del cuerpo, desabrochando su cinturón y por último desabotonando el único botón de su pantalón.

España. Una mentira repetida mil veces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora