Capítulo 23

398 27 62
                                    

Pov: España

Despierto algo desorientada y con un leve dolor de cabeza. Con tan solo abrir los ojos soy consciente de que me encuentro en mi habitación, pero no recuerdo como he llegado hasta aquí ni cómo. Lo último de lo que soy consciente es de como anoche estaba bailando con Italia y después me sentí extrañamente mareada, para finamente volverse todo borroso y confuso. «¿Qué fue lo que me paso anoche?» Pienso mientras me dispongo a acomodarme sentándome en la cama apoyando la espalda en la cabecera de esta.

Miro a mi alrededor en busca de algo que me pueda evocar algún recuerdo, pero por desgracia encuentro algo que no me gusta ni un pelo. «¿Qué coño hace Reino Unido en mi cama?» Me pregunto mientras inspiro y suspiro muy despacio, intentando mantener la calma y no jalarme del pelo y en el proceso perder la poca cordura que me queda.

Me quedo inmóvil en el sitio y masajeó la sien en busca de algún recuerdo que me pueda mostrar que estupideces cometí antes de irme a dormir, pero no hay nada, es como si me hubiesen borrado esas horas de mi vida, lo cual me asusta un poco. «Al menos llevo ropa puesta, puede que no haya pasado nada, pero eso no explica el por qué él está aquí solo con un albornoz puesto y que además es mío..., bueno... era mío.» Miro con un tanto desprecio a la prenda.

«¿Cómo es posible que me haya pasado esto por segunda vez? A la mínima que acabo tomando un poco de alcohol me acabo tirando a este idiota.» Me comienzo a morder la uña del pulgar por el nerviosismo del momento. «Debo estar muy necesitada para que me pase esto seguidamente. Tendré que pensar detenidamente en echarme pareja si esto sigue así.»

Le observo atentamente desde la distancia que nos pueda proporcionar la cama. «Mentiría si dijese que no porta un atractivo único, pero solo en pensar en todo lo que ha hecho en el pasado hace que solo vea a un patán, un gilipollas.» Aparto mi mirada de él por unos segundos molesta y vuelvo a mirarle. «Debo despertarle para que me explique lo que paso anoche y después se largue.»

España: Reino Unido. – le digo suavemente mientras toco su hombro para que se desvele, pero no parece surtir efecto. – Reino Unido – le vuelvo a llamarle esta vez levantando un poco más la voz y zarandeándolo con más fuerza, pero sigo sin recibir respuesta de su parte, lo que me saca de mis casillas. ¡UK! – le grito y este al fin despierta.

Reino Unido: ¿Cómo has dormido my love? – dice con los ojos entre cerrados, obviamente todavía somnoliento.

«Otra vez vamos a empezar con lo mismo, que manía más tonta confundirme con su mujer.»

España: No soy Francia. - Le observo molesta, y ante lo dicho él abre los ojos de par en par como si no se creyese lo que estoy diciendo. – No nos parecemos en nada, deja de confundirnos.

Él me mira atentamente mostrándose altamente desconcertado, yo mientras me quedo esperando que diga algo, pero solo se sienta sobre la cama y mira al suelo un par de segundos.

Reino Unido: ¿Qué es lo que recuerdas de anoche? – es lo primero que suelta, pero sigue sin mirarme.

España: No... no sé lo que paso anoche, no recuerdo nada. – Digo algo avergonzada. – Así que dime tú, que fue lo que paso... ¿lo hicimos? – digo con cierta preocupación de que su respuesta sea afirmativa.

Reino Unido: No. – con tan solo escuchar eso suelto un suspiro de alivio, pero a Reino Unido no parece sentarle muy bien, pues gira su cabeza para mirarme enfadado.

España: ¿Y cómo has acabado en mi cama? – se me escapa mucha información, y si quiero obtenerla debo permanecer tranquila para que me cuente todo lo que a pasado.

España. Una mentira repetida mil veces.Where stories live. Discover now