Capítulo 7

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Pov: México

«Ummm, he dormido muy bien.» Estiro todas mis extremidades todavía estando dentro de la cama. «¿Qué hora debe ser?» Miro a la ventana buscando respuestas, pero esta tiene una cortina opaca la tapa por completo. Perezosamente me levanto y me dirijo hacia le ventana, ruedo la cortina y la luz del medio día me azota la cara «¿Ya es medio día?».

Me quito lo más rápido el pijama y me pongo algo de mi ropa. Enseguida bajo las escaleras y voy hacia el comedor que es donde provienen las voces.

Canarias: Mamá yo no quiero comer esto.

España: Que te crees, que esto es un restaurante. Te lo acabas todo si no, no te levantes de la mesa.

Canarias: Mamáaaa...

España: No te dan pena los niños de África, ellos matarían por una comida así

Canarias: Mamáaaa...

España: ¡Calla y come ya coño!, que todo son quejas y tómate rápido el zumo de naranja que se las a ir las vitaminas.

Miro desde las distancias esta estampa familiar, pero no tardan mucho en darse cuenta que estoy presente y paran con su charla acalorada.

España: México ven a comer, seguro que debes tener hambre.

México: Si tengo un poco de hambre. Me levante muy tarde.

España: Pensé en levantarte por la mañana, pero te vi tan dormidito que me dio pena despertarte.

México: Espera ¿Cómo? Entraste a mi habitación mientras estaba dormido.

España: Es que ya era muy tarde y llame a tu puerta y no contestabas.

México: Mamáaaa...- No sé quién de los dos ha quedado más sorprendido de lo que he dicho, ambos nos hemos quedado congelados.

España: Mé...México, anda siéntate a comer y tómate rápido el zumo de naranja que se le van las vitaminas. – dice claramente nerviosa.

Acato sus órdenes sin rechistar y de un momento a otro ella me pone un plato de comida. Simplemente te lo como todo lo más rápido posible, el ambiente se volvió muy incómodo y quiero salir de aquí ya. Cuando termino limpio lo que use para comer y me dirijo a mi habitación sin mediar palabra.

¡Toc, toc, toc! - tocan la puerta de la recamara.

Canarias: ¡México soy yo! ¿Puedo entrar?

México: Entra- veo como la niña entra alegremente a mi cuarto y se pone a mirar a los alrededores, pero su mirada se fija en la pintura que tengo de mi padre.

Canarias: ¿Quién es él? - dice señalando el retrato.

México: Es mi padre, Azteca- la niña parece dubitativa.

Canarias: ¿Azteca? Ahhh, si ya sé quién es, he leído sobre él en la biblioteca de mami.

México: Que has leído sobre él. ¿Dónde está esa biblioteca? - digo sorprendido.

Canarias: Esta en el piso de abajo al lado de la oficina de mamá.

México: Vamos, me tienes que enseñar donde esta ese libro, rápido- Recuerdo muy poco de mi padre y saber que hay algo escrito sobre él me pone muy contento, quizás pueda conocerlo un poco mejor. - Rápido escuincla. La agarro de la mano y bajamos los dos por las escaleras corriendo.

Canarias: Es allí- dice señalando a una puerta que se encuentra en el fondo de la mansión. Todavía de la mano vamos corriendo hacia la puerta que me había señalado. A pocos metros de llegar a la puerta indicada escuchamos.

España: ¿Se puede saber a dónde van con tanta prisa?

No me había fijado que en uno de los costados de la pared había unas puertas que se encontraban abiertas. Dentro de esa habitación se encontraba España leyendo papeleo en lo que parecía su oficina.

Canarias: México quería leer sobre su pa...- antes de que pueda terminar la palabra le tapo la boca y continuo su frase.

México: Sobre leyendas europeas, es que le dije que mis leyendas son mejores que las de aquí.

España: Muy bien. - nos vamos alejando despacio de la puerta. – ¡México!

México: Mande.

España: Ten cuidado con los libros, algunos tienen siglos de antigüedad. - Dice sin despegar la vista en los documentos que está leyendo.

Una vez frente a las puertas de la biblioteca, Canaria las empuja y estas se abren de forma sincronizada.

Me quedo petrificado por unos instantes al ver tantos libros y documentos ordenados en sus estanterías. Todos parecen de gran valor histórico, diría que son más viejos que yo. También hay vitrinas con lo que parecen medallas de combates y espadas. Y, por último, pero no menos importante una gran chimenea en el centro del lugar adornada con dos cuadros de una mujer y un hombre que no llego a discernir quienes son y dos sillones situados a sus laterales encima de una alfombra.

México: ¿Dónde está ese libro?

Canarias: Allí. - dice señalando a una de las vitrinas que había visto antes, pero para mí mala suerte la vitrina estaba cerrada con llave.

México: ¿Y ahora qué hacemos?

Canarias: creo que he visto la llave que abre esa vitrina, estaba escondida dentro del baúl de las banderas.

«¿Por qué le llamara el baúl de las banderas? A simple vista parece un cofre normal, acorde con la decoración de este lugar» No tardó mucho en entender el por qué de su nombre, este estaba repleto de banderas de diferentes países, Francia, Reino Unido, Países Bajos entre otros.

México: ¿Y todas estas banderas?

Canarias: Botín de guerras o batallas.

Me quedo perplejo ante la cantidad de banderas que había, pero se me corta la respiración al ver la bandera del fondo, la del Imperio Español, estaba ahí escondida debajo de todas las demás y encima de ella la llave que estaba buscando.

Rápidamente coloco todo como estaba y meto la llave en la cerradura, «es la correcta», puedo abrir la vitrina y sustraer el libro. Es un libro grande de con mucho adorno en dorado y en el centro solo está escrito "España".

México: ¿Estás segura de que aquí se habla de mi padre?

Canarias: Síp.

Ambos nos dirigimos a los sillones que se encontraban alrededor de la chimenea y nos sentamos en ellos. Comienzo a leer

México: "A finales del siglo XV tras la unión de Castilla y Aragón nace una pequeña nación, cuyo nombre otorgado es el de España. La joven reino es una bendición y es amada por ambos padres..." Canarias no sé qué tiene que ver esto con mi padre.

Canarias: Es la historia de mamá, así que cuando ella conozca a tu padre hablará de él.

México: entonces voy directo a donde se hable de él. - empiezo a buscar entre las páginas.

Canarias: ¡¡NO!! Léelo todo desde un principio. A lo mejor así puedes entender las motivaciones de mamá al hacer todo lo que hizo.

México: Ok, pero solo viendo el principio, se ve que tuvo una vida perfecta desde que nació.

Canarias: Por favor, vuelve a comenzar desde el principio.

México: Esta bien.

España. Una mentira repetida mil veces.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz