Libro parte 14

344 30 133
                                    

Pov: España

«Ha pasado un tiempo desde que Azteca me beso y también desde que yo le rechazase. Ha sido algo complicada la convivencia después de eso y a pesar de que actuamos como si nunca hubiese pasado, se siente como si estuviéramos barriendo bajo la alfombra, solo escondemos el problema y no hacemos nada para solucionarlo.»

«Pero por mucho que no mencionamos este tema, no deja de rondar por mi cabeza justamente ese momento en el que me besa. Me gustaría olvidarlo, como seguramente ha hecho él, además tengo entendido que en su cultura está bien ciertas cosas que en la mía no, son civilizaciones muy diferentes y, a lo mejor, no tiene el mismo significado lo que paso ese día para él y puede que sea por eso el motivo por el cual no lo ha comentado. Lo más seguro es que no tenga importancia.»

«Se que eso es lo que más sentido tiene y que yo tampoco debería darle tanto bombo, pero nunca antes me había sentido así, a pesar de que no es mí primer beso, este se sintió tan diferente a los otros que he recibido. La forma con la que me aprisionaba con sus manos y cuando se acercó a mí con esa mirada feroz, su boca poseyendo la mía con súbita furia, y su lengua abriéndose paso por donde le diese la gana. Fue un traspaso de poder muy interesante, por primera vez yo no tenía el control de lo que estaba sucediendo, pero no me disgustaba.»

Xxx: Señora, ¿la comida no es de su gusto? - pregunta una de las criadas al verme que no probaba bocado desde un buen rato. Y es entonces que aparto mis pensamientos y pongo a tención a lo que está pasando en la mesa.

España: Sí, está todo muy bueno. – miro a la sirvienta que parece aliviada ante mi respuesta y tras una reverencia se marcha.

Al otro lado de la mesa se encuentra Azteca comiendo al igual que yo, me quedo unos segundos mirándole, pareciera desganado mientras observa su comida y de vez en cuando da algún que otro bocado. Al final parece darse cuenta de mi mirada, pues él levanta la vista para observarme también. No muestra ningún tipo de sentimiento solo se ve serio, como de costumbre.

Se me hace imposible no apartar la mirada por culpa de los pensamientos de antes danzaban por mi cabeza y que hacen que me sienta avergonzada.

Escucho un suspiro de Ateca.

Azteca: ¿Te ocurre algo? – pregunta de forma apática. Levanto la mirada para fijarme nuevamente en él y este está ahí con su mirada fija en mí, esperando que le dé una respuesta.

España: No. – suelto un tanto afligida. Prefiero no sacar el tema en este instante. Y ambos volvemos a permanecer en silencio por unos instantes.

Azteca: Después me gustaría ir a por unas cosas al mercado ¿te gustaría acompañarme? – no levanta la vista del plato ni siquiera para mirarme.

No estoy muy segura de lo que debería contestar, en parte me gustaría pasar más tiempo a su lado, pero por otra parte me da pavor por lo que paso la última vez, por todo lo que paso la última vez. Se que no tendría que confiar más en él, que es peligroso, pero algo me ínsita a seguir a su lado y observar sus rarezas de cerca.

España: Supongo que podría acompañarte, así aprovecho para ver cómo van las construcciones de las nuevas edificaciones. – digo de forma sería y me dispongo a terminarme el plato de comida que estaba delante de mí.

Durante el resto del tiempo que pasamos en la mesa no nos dirigimos palabra, sin lugar a dudas el ambiente no es de los mejores en estos instantes, pero no pierdo la esperanza de que con el tiempo volvamos a estar como antes del "incidente".


━━━━━━━༺༻━━━━━━━


España. Una mentira repetida mil veces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora