Capítulo 28

412 23 33
                                    

Pov: España

Con los ojos entre abiertos y bostezando, miro la hora de mi despertador.

Aún seguía medio dormida en la cama, pero poco tardo en despertar al completo cuando noto un pequeño apretón sobre mi cintura y recordando al instante que no había dormido sola la noche anterior. Reino Unido seguía dormido tras de mí y su brazo todavía rodeaba mis caderas.

Intento moverme delicadamente para poder salir de la cama sin despertarle, pero a la mínima que me comienzo a separar de él, me agarra con más fuerza, reteniéndome a su lado. Y comienzo a sospechar que no está tan dormido como yo creía.

España: ¿Reino Unido? ¿Estás despierto? – susurro calmadamente.

Reino Unido: And you? – dice suavemente sobre mi nuca.

España: ¡Eres gilipollas! – siento como se me agota la paciencia cada vez que estoy con él. Y escucho como se ríe sutilmente tras de mí.

Reino Unido: Spain, los modales. – me recuerda. - Además ¿cómo puedes dirigirte a mí de esa forma después de darte mi cuerpo como cobijo? – sigue hablando con voz calmada sin despegarse de mí en lo más mínimo.

España: ¿Cómo cobijo? – a pesar de mi sorpresa intento no levantar la voz en ningún momento, me gusta este momento de tranquilidad entre ambos.

Reino Unido: Sí, gracias a mí has podido disfrutar de una noche tranquila y sin preocupaciones. ¿Recuerdas? – puedo sentir su respiración en mi cuello de lo cerca que se encuentra.

España: ... Bueno, es lo mínimo con lo que me puedes pagar, te estoy danto techo y comida. ¿Recuerdas? – Contraataco al instante.

No pensaba rebajarme a darle las gracias, soy muy orgullosa y no pienso dar mi brazo a torcer, no con él.

Reino Unido: En este caso, no tengo más remedio que darte la razón... has sido muy amable conmigo a pesar de tenías motivos de sobra para no serlo, y te lo agradezco de corazón, Mrs. Spain. – podría a llegar a pensar su gratitud era genuina, pero le conozco bien y no necesito verle la cara para saber que ahora está poniendo una de sus típicas sonrisas sarcásticas.

España: Me vuelves a llamar "Señora" y te juro que te hundo el puño en el pecho. – le amenazo y escucho su leve risa de nuevo, que por alguna razón provoca un mí una sonrisa tonta.

Reino Unido: ¿Qué ocurre Spain? ¿Acaso llevas mal lo de tu edad? No pretenderás que me dirija a ti como señorita, cuando tienes más de quinientos años, ¿no? – ya ni siquiera esconde el tono de burla que cargaban sus palabras.

Me doy la vuelta en la cama, quedando cara a cara con él.

España: Pues sí, por dos razones. La primera no soy una mujer casada y la segunda a pesar de mi edad, podría aparentar perfectamente como una jovencita, al contrario que tú, que incluso ya tienes unas cuantas canas. - observo su pelo oscuro alborotado con algún que otro cabello blanco.

Reino Unido: Discrepo, la causa de que mi cabello se haya teñido de gris, es meramente por tu culpa, no por mi edad. Me has dado tantos disgustos estos años que hasta pelo blanco me ha salido. – hace una mueca de desagrado.

España: Se me hace raro, no recuerdo verte las canas en otras ocasiones, si no, ya las hubiese utilizado como motivo de burla hacía ti. – Reino Unido me mira perplejo ante mi sinceridad.

Reino Unido: A Francia no le gusta, por lo que todos los meses me doy un baño de color para igualar el tono. – Hace una pausa y bosteza. – Este mes he estado ocupado y no me lo he podido hacer.

España. Una mentira repetida mil veces.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ