Capítulo 6

296 29 20
                                    

No acabábamos ni de entrar en la discoteca y Nadia ya se había puesto a bailar con sabe Dios quién, en el medio y medio de la pista.

—No tiene remedio está chica.— dije yo burlonamente a Alan mientras me reía.

—Y lo peor es que así la queremos.— dijo moviendo la cabeza burlonamente.

—Mira, que tal te parece si voy a por algo de beber a la barra y así nos divertimos también con ella.— propuse yo, señalando la barra de madera maciza que había a nuestra derecha.

—Vale, que así nos soltamos mejor.— me contestó con una sonrisa.— Yo me voy junto a la otra, antes de que un viejo se le acerque.

—Uff, sí, mejor, ve corriendo.— dije mientras me dirigía a la barra.

Había bastante gente para haber empezado esto hace nada de tiempo. A pesar de ello, no lograba reconocer ninguna de las caras de aquella gente.

Cuando me aproximo hasta a la barra, me apoyo en ella y espero a que un camarero me atienda. Después de cinco minutos allí, una camarera se coloca enfrente mía mientras secaba una copa:

—¿Qué pongo?— me preguntó ella.

—Emmm… ¿Qué me recomiendas?— le contesté, ya que no no localizaba una cerveza conocida.

La chica iba a hablar, pero alguien detrás mía la interrumpió.— Yo te recomiendo tomar un gintonic, la última vez que vine los preparaban muy bien.

Me giro para ver de quién se trata y me quedo helada al ver de nuevo a… al maldito Sainz, enfrente mía.

—¿Entonces un gintonic?— preguntó la chica, esta vez dirigiéndose a él.

—Que sean dos.— dijo él mirándome, mientras le tendía un billete. Ella lo cogió y se marchó, dejándonos a nosotros dos solos.— Pienso que la anterior vez en la que coincidimos no hemos tenido la oportunidad de presentarnos, así que...Encantado, soy Carlos Sainz.

—Lo mismo digo, Kiara Montenegro.— le contesté mientras le estrechaba la mano.

—He escuchado que eres la nueva piloto de McLaren, ¿No?— me preguntó él, sin apartar la vista de mi.

—No has escuchado mal.— contesté, poniéndome recta, haciendo que estuviera a su altura, puede que un poco más.

—Pues bienvenida al club de pilotos de Fórmula 1.— dijo él con una sonrisa. En ese momento, la camarera llegó con dos copas y nos las puso en frente.— Pienso que no hay mejor regalo de bienvenida que un gintonic.— dijo mientras me tendía uno de ellos.

—Gracias.— dije cogiéndolo, para luego darle un sorbo y arrepentirme al momento de habérselo dado ya que eso estaba realmente fuerte.

—¿Esta fuerte, no?— dijo él entre risas mirándome, mientras yo dejaba la copa en la barra.

—Puede que sí.

—Tu cara lo dijo todo.— dijo dando una carcajada.

—¡Ey, Kiara, al final viniste!— se escuchó decir detrás nuestra, haciendo que los dos giráramos la cabeza rápidamente, encontrándonos con Lando.

—Al final me animé.— le contesté una pequeña sonrisa.

—Ya veo, ya.— dijo él posicionándose a mí lado. Cuando apartó la vista de mí y se fijó en mi acompañante, se llevó una sorpresa.— Hombre, Carlitos, no te había visto.

—Pues aquí estaba.— dijo Sainz mientras le aceptaba el abrazo a Norris.

—Por lo que puedo ver, ya conoces a Montenegro.— dijo él británico, colocándose en el medio de nosotros dos.

Mi amor para tres ||Formula 1||Where stories live. Discover now