Ya estábamos en Mónaco, uno de mis países favoritos y el anfitrión de una de mis carreras favoritas de la temporada.
Había venido unos días antes a él, ya que Charles y Odette habían organizado un babyshower y me habían invitado, así que iba a asistir a él.
Junto con Nadia y Alan, me había alquilado una casita al lado del puerto, donde podíamos llegar con facilidad al circuito y a donde quisiésemos.
Alan y yo estábamos poniendo la mesa para cenar, mientras que Nadia acababa de hacer la comida, cuando se escucha como alguien toca el timbre de la puerta.
—¿Estáis esperando a alguien?— me pregunta Alan, mientras que colocaba los cubiertos en la mesa.
—No, no recuerdo haber invitado a nadie o que Nadia lo hiciera…— contesto.— ¿Será algún paquete?
—¿Y de qué? Si aquí no se ha pedido nada— me contesta él.
De nuevo, se vuelve a escuchar el timbre sonar por toda la casa.
—¡Abrir la puerta, que se impacientan!— grita Nadia desde la cocina.
—Voy yo— dice Alan, para luego ir a la puerta, mientras que yo voy a la cocina a coger lo que faltaba para la mesa.
—¿Esperas alguna visita?— me pregunta.
—No, ¿Y tú?— le pregunto, cogiendo los vasos.
—Tampoco… A lo mejor es algún fan tuyo, que supo donde estaba la casa y vino— dice ella, removiendo los macarrones en la cacerola.
—Seguro— contesto con sarcasmo.— Dudo mucho que sepan donde estoy. Yo no publiqué nada.
—Pues espera a que venga Alan, así salimos de dudas— dice ella, apoyándose sobre la encimera y cruzando sus brazos.
No pasó más de un minuto cuando escucho mi nombre.
—Kiara— me dice Alan, llegando a la puerta de la cocina y apoyándose en el marco de ella.— Tienes visita…
Me doy la vuelta y allí me encuentro solo a Alan, haciendo que me extrañara, ya que no veía a la supuesta visita.
Al ver mi cara de incomprensión, Alan le indica a la visita que se adelante un poco para que yo pudiera verlo y así hizo él.
—Hola…— dice con una sonrisa forzada por la incomodidad y metiendo las manos en su chaqueta.
—Oh… Hola— digo, perpleja, mirándolo.
Desde el Gran Premio de Melbourne, hace ya más de un mes, casi ni nos dirigimos la palabra. Y ahora estaba plantado enfrente mía, en una casa en la que, ni él ni nadie, sabe que estamos nosotros en ella y mirándome con una cara que no sabía descifrar.
—Creo que es mejor que nosotros nos vayamos, Alan…— dice Nadia, andando hacia la puerta.
—Dejar, nos vamos nosotros a mí habitación…— digo andando hacia la puerta, señalándole con la cabeza el pasillo a él.
Estaba a punto de cruzar la puerta, cuando Nadia me agarra de la muñeca, haciendo que me quedara quieta:
—Vamos a estar aquí, cualquier cosa grita— me dice ella por lo bajo, en español para que así él no nos pudiera entender.
—Tranquila, no me va a hacer nada— en cuanto ví la mirada seria que me lanzó Nadia, agregé:— Le llevo por lo menos tres centímetros, sé defenderme sola.
Ella asiente y me suelta la muñeca, dejándome libre para poder ir con él hasta la habitación que había escogido cuando habíamos llegado.
Ambos, en completo silencio, nos metemos adentro de ella y cierro la puerta, para así tener más privacidad.
YOU ARE READING
Mi amor para tres ||Formula 1||
FanfictionAcabando de salir de la academia oficial de Fórmula 1 y con el mundial de Fórmula 2 ganado, ya ha sido fichada por uno de los equipos de los equipos más importantes: McLaren. Va a ser difícil destacar entre sus oponentes, pero ella va a estar dispue...