Capítulo 33

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—¿Preparada para la fiesta?— me pregunta Lando con una sonrisa, nada más abrir la puerta.

—Sí, por supuesto, ¿Y tú?— le pregunto.

—Muy preparado— me contesta.

Yo me hice a un lado y le indico con la cabeza que pase adentro.— Aún me tengo que maquillar y calzarme, pasa si quieres.

—Está bien— me dice, para luego adentrarse a la casa. Cuando ve a Nadia y a Alan sentados en el sofá, les saluda y después me sigue hasta mi habitación.— Oye, ¿Compraste algún regalo?

—Sí, claro, no quería llegar allí con las manos vacías— le digo. Antes de ponerme a maquillar, voy hasta mi armario y de allí saco la bolsita con el regalo.— Mira, le compré al bebé el conjunto de este pantaloncito— le enseñé un vaquero que tenía unas estrellitas rojas bordadas en los bolsillos de detrás—  y esta sudadera — le puse encima de la cama también la sudadera roja a conjunto, que por delante tenía una pequeña estrella bordada en color blanco y por detrás ponía “I’m a little accident” en blanco.

—Tu vales para estilista personal— dice Lando, haciendo que yo me riera.

—Tampoco es para tanto— le contesto con una sonrisa.— ¿Tú qué le has comprado?

De una bolsa pequeña, saca una cajita y la abre, dejándome ver una pequeña pulsera dorada con flores a su alrededor.

—Madre mía, que bonita— digo, apreciando la pequeña joya, la cual le debió de costar bastante.— Sin duda les va a gustar.

—Eso espero— me responde con una sonrisa tierna, que hizo que mi corazón se estrujara.— ¡Ah!, espera, que se me estaba olvidando algo.

De la misma bolsa, saca una caja blanca, solo que esta un poco más grande y me la extiende.

—¿Y esto?— le pregunto, ya que no le estaba siguiendo.

—Lo compré para ti— me contesta.

—¿Qué? Lando, no hacía falta— le digo, sin todavía coger la caja.

—Ya lo sé, pero cuando lo ví me acordé de ti, así que me fue imposible no traértelo— me contesta, poniendo la caja encima de la cama, enfrente mía.

Con curiosidad, cojo la caja y la abro para poder ver su contenido, quedándome anonadada al momento de verlo: me había comprado el collar de Vivienne Westwood que me gusta desde que salió a la venta.

—Lando… esto es mucho— le digo. El collar en sí, era relativamente caro, pero aún así era mucho dinero como para que me lo comprara él.— No lo puedo aceptar.

—Pues claro que puedes, ¡Es tuyo!— dice entre risas, mirando mi cara de asombro ante el collar.— Lo compré para ti y no pienso aceptar un “no” por respuesta.

—Pero-

—Pero nada— seguido de eso, coje el ticket del collar.— Para que no lo puedas devolver, mira lo que voy a hacer— acto seguido, abre la ventana y tira por ahí el ticket.— ¡Ya está, el collar ya no puede ser devuelto!

Yo me río por su acción. Cierro de nuevo la caja y me aproximo hasta él para poder darle un abrazo, el cual fue muy bien recibido.

—Muchas gracias, Landito— le digo con una sonrisa.

—No es nada, Kiarita— dice, haciendo que yo me riera. Ambos nos separamos y nos quedamos frente a frente.

—¿Me ayudas a ponerme el collar?— le pregunto, sacando con delicadeza el collar de la caja.

—Por supuesto— me contesta. Yo le entrego el collar en las manos y me doy la vuelta, apartándome el pelo para que así pudiera engancharlo mejor.

Con mucha delicadeza, pone el collar alrededor de mi cuello y lo engancha, para luego dejarlo caer.

Mi amor para tres ||Formula 1||Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ