Mi amor para tres ||Formula 1||

Capítulo 12

Por fin ya estaba en la cafetería con mi café espresso con hielo. Me lo estaba tomando tranquilamente, mientras miraba un poco mis redes sociales, cuando de fondo escucho como alguien más entra a la cafetería. La puerta hacía demasiado ruido al abrirse como para no enterarme que alguien había llegado.

Pensando que era un mecánico o ingeniero del equipo, seguí con lo mío, pero todo se fue al garete cuando sentí como alguien me daba unos ligeros toques en el hombro. Yo me dí la vuelta para ver quién era, encontrándome con la persona que menos me esperaba y menos tenía ganas de ver:

—Hola señorita "mejor me voy porque no admito que me parece guapo mi contrincante"— me dijo él con una sonrisa de chulo.

—Hola a ti también señor "no sé hacer nada más que dar la lata con que le parezco guapo a una persona, cuando en realidad la otra persona lo decís con ironía"— le respondí con una sonrisa un poco falsa.— ¿Qué pasa? ¿Ya no te quieren en Alpine como para que tengas que venir hasta aquí?

—No, en realidad me adoran, solamente vine aquí para verte, para ver si por fin logras admitir que te gusto— me contestó con una sonrisa, mientras que se sentaba a mí lado.

—No empieces con el temita si no quieres que te echen aquí a patadas— le advertí.

—Vale, vale, ya paro… pero que sepas que para mí siempre serás la chica que no logra admitir que me gusto— pienso que fue en la manera que lo miré, que de pronto se le borró la sonrisa. — Bueno, vale, ya paro.

—Muy bien, ahora, ¿A qué se debe tu presencia, Gasly?

—¿Acaso no puedo estar aquí?

—Yo no he dicho lo contrario. Solamente me parece un poco… sospechoso que vengas aquí. Porque dudo que pasaras por aquí de casualidad y dijeras."voy ir a hacerle una visita a los de McLaren"... Además, tú hospitality está en la otra punta del box.

—Vale, me has pillado… He venido aquí para ver si podíamos hablar tranquilamente, ya que pienso que ayer te llevaste una idea errónea de cómo soy.

—Sí, ja, y yo voy y me lo creo, ¿No? Mira, Gasly, tengo muchas cosas que hacer y tengo cero ganas de bromas…

—Lo estoy diciendo enserio, te lo juro. Quiero hablar contigo, conocerte, que tú me conozcas… no sé, sinceramente pienso que podríamos tener una bonita amistad.

Me quedé mirándolo a los ojos, esperando a que se riera para decirle que no lo creía o también para que él mismo me admitiera que era mentira y simplemente era otra tomadura de pelo.

Pero, sin embargo, no pasó nada de eso. Ambos nos quedamos mirándonos a los ojos, sin más… Bueno, sin más no.

No sé por qué, pero sentí como si una corriente eléctrica cuando sus ojos azules como el cielo miraron a los míos. Sentí como si el mundo no girara y tan solo estábamos nosotros dos.

Cuando me dí cuenta que llevábamos mucho tiempo así, cerré los ojos de golpe por unos microsegundos y luego pestañeé dos veces seguidas. Definitivamente  esto no podría pasar de nuevo.

—Está bien, ¿De qué quieres hablar?— le pregunté con una sonrisa fingida, para dar la impresión de que no me había pasado nada. Al fin y al cabo, no me podía pasar nada… tan solo era Pierre Gasly, mi contrincante francés que con tan solo mirarte te enamoraba.

. . .

—No me jodas, ¿En serio?— le pregunté a Gasly entre risas.

—Síí, te lo prometo— dijo Gasly también entre risas, mientras que apoyaba una mano en su rodilla y el brazo en la mesa.— Pienso que esa hostia ha sido la más grande de mi vida, ¡Me llegué a romper un diente?