Capítulo 13

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Una mierda. Así ha sido la clasificación.

El coche me había ido como la mierda, ya que supuestamente se habían olvidado de mirarlo y por si fuera poco, había acabado tercera por la cola. Es que me encanta.

—Seguro que mañana harás una mejor carrera, no te estreses Kiara— me dijo Nadia, mientras que me acariciaba la espalda para consolarme. Llevaba llorando en mi habitación del hospitality desde que acabó la clasificación y nos dejaron ir. Ni siquiera me había cambiado, o sea que todavía tenía el mono puesto.

—Pero, es que, ¿Qué impresión se habrán llevado de mí? Seguramente estarán pensando que soy una piloto de pacotilla, que ni siquiera sabe salir de la Q1— dije yo, mientras me apoyaba en su hombro y lloraba desconsoladamente.— Y es que en realidad lo soy… soy una piloto de pacotilla.

—De pacotilla mis cojones— dijo Nadia ya cabreada.— Coño, Kiara, que el año pasado saliste campeona del mundo de Fórmula 2.

—¿Y qué? Eso fue el año pasado, en Fórmula 2, pero ahora estoy en Fórmula 1.

—Kiara, no puedes pretender ser literalmente Senna al tercer día de estar en Fórmula 1— me contestó.— Estás empezando, date tiempo y ten paciencia.

—Ya… ya lo sé, pero es que tengo miedo de decepcionar a mis padres— le contesté mientras sorbía la nariz.— Han invertido los ahorros de su vida en que yo cumpliera mi sueño, como para que ahora llegué hasta la cima y sea Al Pease dos punto cero.

—Bueno tía, ya está, te has pasado— dijo Nadia, ya enfadándose conmigo y separándose de mí.— Cómo te vuelva a escuchar decir eso, te juro que del bofetón que te meto, te quedan los dientes en la mano. Tú no eres ningún dos punto cero de nadie y mucho menos de Al Pease. Eres una piloto ejemplar y que no se te olvide eso, porque tú has tenido muchos más obstáculos que cualquiera de los que están aquí y aún así estás aquí con la cabeza bien alta, así que no te quiero ver con ella baja. Te quiero ver con una sonrisa bien amplia, porque te mereces tu puesto y estar aquí. Así que, quítate esas lágrimas y estate bien orgullosa del trabajo que has hecho hoy y siempre, que es mucho más de lo que hicieron muchos, ¿Entendido?

—Sí… Entendido— dije yo, limpiándome las lágrimas.

—Bien, pues ahora, prepárate y ponte cachonda, que tienes que ir a la entrevista esa— dijo Nadia. Antes de la clasificación supuestamente tenía una entrevista, pero cuando yo ya estaba preparada para darla, la decidieron cambiar para luego de la clasificación.

Sin decir nada, le hice caso a mi mejor amiga y me fui a vestir con la ropa que había traído por la mañana al circuito. Una vez lista, como tenía el pelo un poquito despeinado, decidí atármelo en un moño bajo y dejar unos mechones pequeños de pelo suelto, para darle un toque un poco informal.

—Yo ya estoy— le dije a Nadia. En cuanto levantó la vista de su móvil, me miró con el ceño fruncido.— ¿En serio estoy tan mal?

—No, estás guapísima, pero es que te falta un poquito de corrector para esas ojeras— me dijo, para luego ir a su bolso y sacar una paleta de corrector. En menos de un pestañeo me lo puso y ya estaba lista.— Ahora ya estás más guapa.

—Gracias, ¿Vamos?— le pregunté.

—Vamos— me contestó mientras que se ponía al hombro su bolso gigantesco, que parecía casi el bolso de Mary Poppins.

Ambas nos fuimos de mi habitación y nos fuimos directas a una sala donde me esperaban unos pocos periodistas de cadenas españolas.

En cuanto llegué, todos comenzaron a aplaudir, haciendo que me pusiera un poquito nerviosa. Dejando a Nadia acompañada de Alan, me fui a los sillones rojos que había en frente de todas las sillas con los periodistas. En cuanto me senté, cogí el micrófono.

Mi amor para tres ||Formula 1||Where stories live. Discover now