5. Dos imbéciles

191 42 40
                                    

Thomas:
Al principio pensé que era una broma o algo parecido, así era Andy, no me sorprendería que me llevara a comer algo y luego me dejara en casa. Pero no fue así. No nos detuvimos hasta llegar a su casa, bajamos de la moto y sin dirigirme aún la palabra abrió la puerta de su casa y subió al piso de arriba dejándome solo y confundido en medio de su enorme sala.

La casa de Andy era muy bonita. Las paredes eran blancas y las cortinas y muebles eran de un azul muy hermoso y profundo. Tenía algunos pequeños adornos de porcelana en un pequeño estante y una inmensa pared llena de fotos de él. Había fotos desde que tenía días de nacido, en las cuáles se veía súper tierno, hasta fotos actuales.

Me quería acerca para ver las fotos más detalladamente pero Andy bajó las escaleras y sin decir nada me abrazó.
Su abrazo se sentía tan bien, era como si una manada de mariposas estuviera viviendo en mi estómago y mi corazón parecía estar galopando por una inmensa pradera. Correspondí su abrazo el cuál estaba lleno de fuerza y desesperación, no entendía el por que, pero tampoco importaba. Andy me estaba abrazando, eso era todo en mi mente. No existía mi padre alcohólico y agresivo, no existía mi prima valiente pero estúpida, no existía mi mejor amiga divertida pero insegura, no había nadie más en el mundo que no fuéramos nosotros dos.

Estuvimos así unos pocos minutos y luego nos separamos. Andy estaba frente a mí pero no podía ver su rostro por la oscuridad que nos envolvía, deseaba ver su expresión e intentar desifrarla o al menos admirar su deslumbrante belleza, pero me era imposible.

–Lo siento—sus palabras me tomaron por sorpresa, al igual que su tono de voz. Se oía decepcionado con alguien o consigo mismo y a la vez se le notaba un poco de vergüenza—Me comporté como un idiota. Si quieres te puedo llevar a casa de Susan.

–Prefiero quedarme aquí—¿Susan? Ni en broma. Ella dejó de existir momentáneamente para mí hace algunos minutos. Por nada del mundo me iría de esa casa, no me separaría de él.

–Bien—podía jurar que su tono de voz cambió drásticamente al igual que el ambiente. Ambos eran más alegres y acogedores, cosa que me hizo feliz,muy feliz—¿Quieres ver una peli o tienes mucho sueño?

La idea de ver una película con él era sencillamente irresistible, pero la idea de dormir aunque fuera en el piso la superaba en esta ocasión por mucho, apenas me mantenía despierto.

—La peli suena genial, pero tomaré la idea de dormir si no te molesta.

–Esperaba desde lo profundo de mi alma que dijeras eso, porque yo igual muero de sueño—no pude evitar reí ante su tonta respuesta, me sentía calmado y relajado en ese momento, pero esto mo duró mucho—Bueno, vamos a subir a mi habitación.

¿Su habitación?¿Yo dormiría ahí?¿Con él?

–¿Dormiré ahí con......contigo?—tenía mucho miedo de que dijera de pronto que era un chiste y que me tenía que quedar en el sofá, pero no fue así.

–Claro. Ya te lo dije Sallow. Hoy duermes conmigo.

No supe nada más. Mi cerebro se desconectó por completo. Era como un móvil sin señal, inútil. Cuando volví de mi viaje astral en el cual tuve varias ideas de las cosas que podrían pasar durante la noche, me dí cuenta de que estaba en la habitación de Andy, sentado en su cama. Y el estaba justo frente a mí, muy cerca de mi cara sujetándome por las mejillas con mucho cuidado y una expresión de ira y preocupación en el rostro.

–¿Quién fue?—no entendía de que hablaba, me maldije por irme mentalmente hacia otro lugar y no saber que carajos está pasando aquí—¿Quién te hizo eso Sallow?

–No te entiendo, ¿qué cosa me hicieron supuestamente?—no recordaba que podía ser. De repente una de sus manos se movió de forma delicada y suave por mi mejilla y tiró de algo, lo cuál me dolió un poco. Acercó lo que tenía en la mano a mi rostro, era un pedazo de vidrio. Ya recordaba a lo que se refería—No fue nada, solo iba caminando y...

–Y de repente un florero te vio y dijo: Estoy taaaaannn aburrido.¿Por qué no me lanzo contra la cara de este idiota con ojeras de panda para entretenerme un rato ?—no pude evitar soltar una pequeña carcajada ante su evidente sarcasmo—Esto es serio Sallow. Me preocupas. ¿Fue Samuel?

–Sí. Fue mi padre—sentí como soltaba el aire de una manera tan pesada y tosca que supe que intentaba controlar su ira, cosa que no se le daba nada bien. No tenía ataques de ira como mi padre, solo que a veces explotaba. Y una de esas veces era cuando mi padre me maltrataba.

—Iré a traer algo para limpiarte los cortes, espera aquí—asentí en silencio y él me dió la espalda y salió de la habitación. Yo me acosté a esperar su regreso mientras miraba al techo y me preguntaba cómo era que mi vida se había vuelto tan miserable. Por suerte Andy volvió deprisa y no me dió mucho tiempo para pensar o acabaría tirándome por la ventana.

Me senté en la cama y él se mantuvo de pie mientras iba limpiando con extremo cuidado y delicadeza mis cortes. Se veía tan concentrado en hacerlo lo menos doloroso posible que se me hacía tierno verlo así.

–Todo listo. Iré a guardar el alcohol. Acuéstate, vuelvo rápido.

Salió nuevamente dejándome solo en su cuarto, en su cama, en la cama que compartiría con él. Estaba muy nervioso y feliz. Pero debía controlarme, un paso en falso y él lo sabría, sabría que lo amo y eso no podía ser, lo mío con Andy era un amor no correspondido.

–Es solo mi amigo—me repetía esta frase para intentar creérmela, pero no parecía funcionar—Mi mejor amigo.

Andy:
Estaba en la cocina mientras miraba las baldosas del suelo como si fueran la cosa más maravillosa e interesante del mundo, pero eso era imposible, la cosa más maravillosa del universo estaba en estos momentos en mi habitación, acostado en mi cama, esperándome. La sola idea me hacía sonreir como un idiota, y eso era lo que era, un idiota enamorado completamente de su mejor amigo.

Debía controlar mis sentimiento,no podía explotar como hoy en la mañana o como hace unos momentos. Debía actuar cuidadosamente, sin dar ningún paso que me delate por completo.

Dios, hubiera sido mejor llevarlo a casa de Susan aunque me pasara la noche sin poder dormir a causa de los celos. Era mejor tenerlo lejos que tenerlo cerca y no poder abrazarlo, besarlo y hacerlo mío como deseaba hacer hace tantos años.

Me reprendí a mí mismo por estos pensamientos, no podía dejarlos salir, él era mi amigo, mi mejor amigo, además...

–Mi amor no es correspondido.


🌈
Holaaaa que les pareció el capítulo. Quiero opiniones sobre este par de imbéciles que de seguro nos harán sufrir como idiotas.
Andy, te quiero, pero eres imbécil🤣🤣

La forma más hermosa de suicidarseWhere stories live. Discover now