9. Dulce y loca Ana

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Andy:
No pude evitarlo, simplemente malinterpreté su frase y terminé todo rojo y él todo blanco.

Por dios, ya no tengo doce años, debía comportarme como un "casi adulto" decente. Sin embargo no podía evitar que mi mente creara miles de situaciones, cada una más indecente que la otra, debía controlarme o acabaría haciendo una locura.

Estaba tan sumergido en mis "fantasías nada tranquilas y puras con Sallow" que no noté cuando mi madre entró a la casa, solo noté su presencia cuando arrastró una silla y sentó frente a mí en la mesa.

Mi madre era todo lo opuesto a mí, ella era morena, bajita y de ojos café. Además tenía una energía que te hacía confiar en ella, la cual utilizaba para sacarte todos tus secretos, porque detrás de esa cara angelical se encontraba un demonio, el demonio del chisme. No había rumor en el vecindario o incluso en la ciudad que ella no supiera, de hecho si fuera policía en lugar de cirujana ya habría atrapado al asesino.

–¿Con quién compartes este maravilloso desayuno? Si es con una de esas rameras te mato—ven, como les decía, un demonio-No me haces este tipo de desayunos ni siquiera a mí, si se lo hiciste a una cualquiera de esas a las que solo utilizas para frenar tus hormonas te saco inmediatamente de la casa.

Y lo peor de su amenaza era que es cien por ciento real, una vez sacó toda mi ropa en una maleta porque había olvidado recoger mi habitación. Bueno siendo sinceros no lo había olvidado, solo me daba pereza recogerla, y gracias a mi pereza terminé durmiendo tres días en un cine abandonado. Les puede parecer cruel, pero desde ese día nunca incumplo una órden suya y mi habitación está tan ordenada que perfectamente podría pertenecer a un maniático del órden. Pueden cuestionar sus métodos, pero no sus resultados.

–No vine con ninguna chica, y deja de llamarlas "cualquieras" tu también eres mujer.

–Pastelito, esas "chicas"—hace un gesto de fastidio con los ojos el cual me da mucha risa, sin duda alguna en lo único en lo que nos parecíamos un poco era en ese gesto—No son como yo. Yo soy mil veces más hermosa, elegante y sexy—a sí, también tenemos el mismo ego por las nubes.

–Ma, no deberías decir esas cosas a tu edad, y habla bajo que Sallow podría oirte, que vergüenza.

–¿Cómo que a mi edad? Para que sepas tu madre aún....Espera un momento.¿Thom durmió aquí?

–Sí—no entendía su pregunta, no era la primera vez que se quedaba a dormir en casa.

–¿En tu cuarto?¿Solos los dos?

–Sí ma, ¿qué pasa? Me estas asustando.

Pero de repente comenzó a gritar y se paró para saltar como una loca. No sabía que hacer, mi madre de treinta y cinco años saltaba en el medio de la cocina como si fuera una quinceañera enamorada mientras gritaba como si le hubiera tocado la lotería.

–¡Al fin! No más rameras en esta casa.

–Ma de que hablas. Quieres dejar de saltar. ¿A qué te refieres con no más ram...—al fin entendía su alegría, y me sentía un poco triste por decepcionarla, pero yo a deferencia de ella era un cobarde en estas cosas-Ma, deja de saltar y gritar. No pasó nada de lo que crees. No me confesé.

Y de repente se detuvo, como si se le hubieran acabado las baterías y su mirada se volvió un poco triste, así debía estar la mía igual.

–¿Por qué no lo hiciste pastelito?

–Porque soy un cobarde que tiene miedo de arruinar una amistad. No soy tan valiente como tú Ana Grace. Que te confesaste a papá en plena misa.

–Sí, recuerdo ese día. Estábamos ambos en misa un domingo, yo estaba incluso con mis padres, pero eso no me detuvo. Cuando ví a tu padre algo dentro de mí comenzó a alocarse, y las famosas mariposas comenzaron a aletear. Así que sin pensarlo caminé hacia donde estaba y le dije que me parecía un chico increíblemente lindo y que si me podía dar su número—llevo escuchando esta historia desde que tengo memoria, pero no me canso de escuchar a mi madre contarla, aún le brillan los ojos cuando habla de ese día, aunque ya no esté con mi padre y probablemente ahora lo odie, aún recuerda con cariño los días que pasaron juntos—Al llegar a casa mi padre me castigó como un mes por mi atrevimiento en la casa del señor, pero yo estaba feliz. Tenía el número de tu padre y su sonrisa grabada en la mente. Me ofreció una sonrisa y entonces yo, que nunca había tenido ningún vicio, de pronto ya había encontrado uno.

–Que profundo, deberías escribir un libro.

–Andy..

–¿Andy y no pastelito? Me espera un regaño.

–Solo porque mi relación con el imbécil de tu padre no halla funcionado, no significa que la tuya con el maravilloso de mi futuro y ya querido yerno Thomas valla a terminar igual. Solo tienes que arriesgarte.

–¿Por qué se tiene que arriesgar?—escuché la voz de Sallow y mi tonalidad de piel pasó a ser igual a la de un fantasma. ¿Qué tanto había escuchado?

–No es nada cariño, cosas de madre y hijo. Ven y dale un beso a tu sue..—no pudo terminar esa palabra, la patié por debajo de la mesa y le dediqué la misma mirada de advertencia que ella utiliza conmigo a veces—A tu segunda madre.

–Hola Ana—mi madre abrazaba y besaba a Sallow como si fuera un peluche, y yo solo podía reír ante la escena, mientras mi mente volvía a imaginar miles de escenarios, esta vez sobre Sallow y yo tomados de las manos, abrazados viendo una peli o cenando junto a mi madre en navidad. Eso sería perfecto, pero claro, eso era solo un sueño.

–Pastelito, ¿estas ahí?—mi madre me obligó a salir de mi realidad perfecta y a volver a la cocina de mi casa, en donde al parecer ya habían terminado los abrazos y habían retomado el desayuno. Miré a mi madre y luego a Sallow dedicándoles una sonrisa, puede que no sea navidad, y no estemos juntos como pareja pero..

–No quisiera estar en otro lado ma.

🌈

Ahhhhhhhh*grita en modo loca* .
Perdón por haberme demorado en actualizar, es que tenía gripe. Pero bueno, que tal el capítulo, la madre de Andy un amor y la mayor fan de Willow. Recuerden votar en cada capítulo y darme su opinión, también de recomendar la historia a quiénes ustedes crean que les pueda gustar. Gracias por todo el apoyo, y les adelanto que próximamente habrá nueva portada 🥰

La forma más hermosa de suicidarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora