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Nota: Gente, ya se q Gogol es ucraniano, pero me gusta más hacerlo como si fuera Ruso. Me disculpo, pero lo voy a seguir tratando como Ruso 😔💗

[...]

Después de haberse asegurado de que Mikhail fuera atendido en la enfermería, caminó sin apuros hasta el famoso cuarto de castigos. No podía mentirse a si mismo, estaba emocionado con la idea de probar uno de los castigos de este internado religioso.

Cuando por fin llegó, la monja que anteriormente había dejado inconsciente con un sólo golpe, lo esperaba en la entrada. Traía una expresión de disgusto que podría matar a alguien.

Nikolai entró inspeccionando con la mirada la habitación. Era una habitación blanca, con la pintura de las paredes desgastadas y olor a humedad. Ni corto ni perezoso, comentó sinceramente. - Con todo el dinero que nuestros padres envían, podrían mejorar este lugar. Hasta los cerdos de un corral viven en mejores condiciones -

La monja tomó ambos hombros de el menor y lo giró fuertemente, y con la agilidad de alguien experimentado, golpeó la mejilla de Nikolai con un sonido tan fuerte que incluso podría hacerse escuchado fuera de la habitación. Gogol sonrió. - ¡Eres un insolente! -

La mejilla de Gogol se volvió tan roja como la sangre. ¡Esta vieja mujer tenía la fuerza de un oso!

Con característico tono de voz que podría sacar a alguien de sus casillas, expresó su insatisfacción. - ¿Es este el castigo? Vaya, me imaginé algo mejor -

Las comisuras de la boca de la monja se elevaron con maldad. Ella no respondió, pero si caminó hasta llegar a una esquina de la habitación, en donde reposaba una mesa que Gogol no había notado antes. De ella tomó algo que el Ruso reconoció al instante. - ¿Un látigo? -

La vieja regresó hasta Nikolai y ordenó que este extendiera las manos. Gogol obedeció sin reclamar. Tanto la expresión y el tono de voz de la mujer se volvieron monótonas. - No tengo las intenciones de denunciarte con la policía por agresión, pero esto no te librara del castigo -

- ¿Mi papá sabe esto? -

- Él es consciente de las reglas de este lugar -

La expresión en el rostro del Ruso se volvió amargada. Él murmuró - Veamos como reacciona mamá cuando se entere que su esposo inútil permitió esto - Después de todo, seguía siendo el favorito de mamá.

Sus murmullos fueron interrumpidos por el látigo de la mujer. No dolió tanto al principio. Lo que no sabía Gogol era qué: esta mujer no se detendría hasta hacer que las palmas de sus manos empezaran a sangrar.

No importó la cantidad de golpes que recibió y que en algún punto perdió la cuenta de los azotes, nunca le mostró debilidad y mucho menos lloró.

Los golpes cesaron después de aproximadamente diez minutos. Gogol le sonrió ampliamente. Se acercó hasta ella y depositó un beso en su mejilla a modo de despedida. - ¡Nos vemos luego! -

En su mente pensó: Si esto fue sólo por un golpe, ¿cómo reaccionará a los vibradores? Estoy emocionado por ello.

Ya estando fuera de la habitación, el aire fresco y el cantar de las aves lo envolvieron rápidamente.

Sintió el espeso líquido resbalar por sus manos y caer hacia el pavimento. Tomó una respiración profunda y apretó las palmas de sus manos hasta volverlas puños. Cuando estaba a punto de retomar su camino, escuchó la inconfundible voz de Fyodor. Dicho sea de paso, venía hablando en Ruso. - Nikolai, ¿qué te pasó en las manos? -

Gogol estaba a punto de responder, pero supuso que el otro Ruso ya lo había deducido al ver por donde salió. Para aliviar sus propias preocupaciones, negó tres veces mientras hablaba. - No es nada. No duele -

Dark ReligionTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon