☆Capítulo 28☆

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De regreso nuevamente en mi habitación y después de haber burlado la seguridad del lugar, como siempre, me tiré en la cama de Mikhail, esperando pacientemente a que llegara. Me tomé el atrevimiento de husmear en las cosas de Mikhail como el buen chico chimoso que soy. No encontré nada interesante. En la mesa de noche, en el cajón que le pertenecía, habían puras pastillas para dormir. Eran la misma marca que mi hermana solía usar, así que las reconocí de inmediato. A parte de eso, encontré su libreta, pero no la abrí solo por respeto a lo que sea que el pudiera escribir en ella.

Mentira. Si la abrí.

Pero yo sí sé respetar su privacidad, y la única razón por la que abrí su libreta fue porque reconocí esa libreta como aquella libreta que Mikhail siempre llevaba los primeros días cuando lo conocí. Siempre estaba escribiendo algo en la libreta y nunca quiso mostrarme porque dijo que yo era un chimoso, y es cierto, pero igual era ofensivo.

Me sorprendió ver que aquella libreta era solo una lista de mensajes de auto desprecio. La fecha más antigua de la libreta era de cuando Mikhail tendría probablemente doce años y en ella Mikhail expresaba tantos sentimientos y anécdotas.

"Hoy, nuevamente ellos no están aquí. No me sorprende. Dijeron que estarían muy ocupados y no regresarían a tiempo para almorzar conmigo y que las sirvientas estarían a cargo de mi almuerzo"

"La comida de hoy fue asquerosa. Podía sentir como iba a explotar. Ni siquiera tenía hambre, pero no podía dejar de comer. Incluso le pedí a una de los sirvientes que me sirviera más. No pude evitarlo. Soy un asco"

"Hoy volvieron a joderme en la escuela. Me dijeron "gordo idiota" pero ellos no saben que soy más listos que ellos. Sí. Soy un gordo, pero no un idiota. Otra vez, soy un asco"

"En el receso se le acercó una chica y me dijo que le gustaba. Le dije que se dejara de bromas y no me molestara. Insistió otras tres veces, hasta que uno de los chicos de mi salón apareció y le dijo: "Marie, detén la broma. El gordo no cayó" No sabía si reír o llorar"

"Hoy tengo más cicatrices que ayer. No es algo poético, literalmente hablo de cicatrices. LOL"

"Ayer, una de las sirvientas, mientras limpiaba mi habitación, encontró la caja oculta en la que escondo pastillas, laxantes y las cuchillas. Casi las bota, pero la detuve y luego la amenacé. Soy un tonto"

"Hoy ellos estuvieron conmigo en la cena y en toda la cena solo me preguntaron dos veces sobre cómo iba en la escuela y si la pasaba bien. Hoy no fue tan mal pese a que me desmayé de hambre unas horas atrás"

Leí algunas notas más, hasta que me topé con una mucho más reciente. Por la fecha, había sido escrita mientras Mikhail estaba en la enfermería. Esta era una nota más larga que las anteriores, probablemente había sido la única manera en la que Mikhail pudo liberar algunas emociones.

"Ahora que nuevamente las cagué, como siempre, no sé cómo solucionarlo. Me molesta verlos tristes porque Atsushi les dijo mis resultados. Me molesta ser otra vez una carga. Kenji se veía triste, deprimido y muy silencioso. Eso me dolió más de lo que pensé. Ya sabía de mi condición desde hace mucho tiempo atrás  y nunca le presté atención porque no sentía que fuera necesario. Siempre pensé que si moría, no sería relevante para nadie, y aún pienso en ello todos los días. Nuevamente me están obligando a comer. Me sentía tan pesado luego de haber metido toda esa comida en mi boca. Me maldecí por haber memorizado la cantidad de calorías que contenía cada cosa, porque mientras comía, sólo podía pensar en números, números tan grandes, que sentía que me asfixiaba. Sin embargo, no podía hacer nada. No podía levantarme de la cama e ir a vomitar todo, porque me tienen vigilado después de cada comida. Soy un asco. Soy una basura. Soy un estorbo. Soy un inúti que sólo pudo pedir su libreta como consuelo. Sueño con que está pesadilla se acabe"

Dark ReligionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora