Capítulo 39

2.9K 190 113
                                    

39: Todos andamos detrás del mismo objetivo (que Rachel admita que le gusto)

[me adelanto a los acontecimientos y os digo desde ya que chupito significa shot]

***

Miré las fotografías que Bella me había dado, de nuevo. Hice una mueca. No había podido ir a denunciar aún porque Karlah se negaba a hablar conmigo.

Y no me atrevía a decírselo a Bella. Me sentía culpable. Le había prometido que su padre iría a la cárcel y no lo iba a cumplir sin la ayuda de Karlah. Tampoco podía pedirle ayuda a Rachel, estaba bastante enfadada con ella.

—Celia —escuché la voz de mamá fuera de mi cuarto. Me sequé las lágrimas de las mejillas y escondí las fotografías debajo de la almohada rápidamente.

La puerta se abrió y mamá entro en mi habitación. Se quedó estática durante unos segundos, un poco confundida por ka expresión en mi cara, yo simplemente me encogí de hombros.

—¿Qué pasa? —pregunté y suspiró, apartando sus ojos sobre mí y dirigiéndolos a la esquina de mi habitación, donde estaban mis bajos rotos.

—Rick y yo tenemos que deciros algo a ti ya Rachel. Y... ¿dónde está Max?

Me mordí el labio, rascándome la nuca. No quería admitir que había preferido irse con la tonta de Stacy a quedarse conmigo. Quizá era mi culpa, por tratarle un poco mal. Últimamente, había estado demasiado nerviosa.

—¿Otra boda? —pregunté alzando una ceja, no estaba bromeando. No quería enterarme de más noticias que vinieran de ellos

Mamá no se rió. Su cara se quedó igual de seria, o más, que cuando había entrado en mi cuarto.

—Baja, anda, te esperamos.

Se fue de mi habitación sin cerrar la puerta y suspiré. Había conseguido evitar a Rachel durante estos últimos días, ni si quiera sabía cómo. Supongo que, si intentas algo mucho (sobretodo si es evitar a alguien), te sale bien.

Por eso no quería bajar y verla. No lo soportaría, ella me miraría y volvería a caer. Pero tuve que bajar igualmente, porque no quería que esta vez fuera Rick quien subiera a pedírmelo.

Lo que no me esperaba era ver maletas al bajar. Instantáneamente pensé que Rick nos estaba echando a mi y a mamá, lo cual me emocionó, pero sabía que solo me lo estaba imaginando.

—¿Se va Richard de viaje? —pregunté en cuanto bajé las escaleras. Mamá me miró mal y Rick soltó una risa bastante falsa.

—Y no me voy solo.

Se me borró la sonrisa inmediatamente. Miré s mamá con el ceño fruncido. Estaba claro que se iba con ella. ¿Con quién más?

—La abuela se ha puesto enferma —dijo mamá entonces—, he de ir a verla. Tus tíos también están ahí.

—¿Y yo? —inquirí entonces. dándome cuenta de lo mucho que echaba de menos a mi abuela. Y a Argentina.

—Tú tienes que estudiar —me recordó mamá, caminando hacia a mí con una sonrisa—. No te preocupes.

Pero yo quería ir.

Tus espinasWhere stories live. Discover now