42. "Sí, nosotros no..."

310K 20.9K 15.5K
                                    

Narra Kendall Adams

Así que éste era el francesito...
Definitivamente no se veía gay.

¡Que mierda!

Luego del beso que le di, entramos al salón y Kendall nos presentó con un simple: "Kendall, Gustave. Gustave, Kendall."
No sé, me habría gustado un: "Gustave, él es Kendall y lo amo."
Algo como para ella "marcara mi territorio".

Pero al parecer ella no lo iba a hacer, así que yo debía hacerlo.

Kendall dijo que iría a los vestidores a cambiarse. Quería ir con ella, pero preferí quedarme afuera con el francés, para charlar un poco, solo eso.

- Entonces... -inicié- ¿Desde hace cuando conoces a Kendall?

- Unas... Tres semanas, creo. -dijo quitándose la camisa. Tomó otra de su mochila y se la puso- ¿Y tú?

- Lo suficiente. Y dime... ¿Te gusta?

- ¿Quién? ¿Kendall? -asentí temiéndome lo peor- ¿En serio? -empezó a reír.

¿Por qué estaba riendo?

- No me gusta...

- ¡Ya llegué! -dijo Kendall trotando hasta nosotros, interrumpiendo a Gustave- Siento haber durado tanto, la puerta se trabó. -se excusó dejando su bolso a mi lado- ¿Empezamos?

- Claro. -él le sonrió y se puso de pie, para caminar hasta en frente del gran espejo.

Kendall se acercó a sacar algo de su bolso para sujetarse el cabello y antes de que se fuera, la tomé de la mano.

- ¿Ya estás más calmado? -preguntó y ladeé la cabeza. Ella rodó los ojos. Estiré mis manos y las coloqué en sus mejillas, la acerqué a mí y la besé. Al separarnos, miré su rostro rojo.

- Te quiero.

- Yo más. -dijo sonriente, para luego irse con el francesito. Maldito francés.

Empezaron charlando y luego empezaron a estirar. ¿Para qué estirar si van a bailar? Ni que fuera fútbol...

Ambos abrieron las piernas, colocando los pies a la misma distancia que los hombros y bajaron sus cuerpos hasta tocar el suelo con las manos. Dándome una perfecta vista de la retaguardia de Kendall... Madre mía.

Al rato reaccioné, esa... Figura, le daba a Gustave una perfecta vista de las... niñas de Kendall.

- ¡Ey, qué estás haciendo! -exclamé.

- ¿Qué? -preguntó y ambos se pusieron de pie. Me levanté de la pequeña banca y me acerqué a ellos, tomé a Kendall de la cintura y la moví casi un metro hacia la izquierda. Luego hacia el francés y lo corrí más a la derecha.

- Kendall, no seas ridículo. -me regañó la rubia.

- No soy ridículo, solo evito un eventual asesinato. -ella rodó los ojos y volví a mi lugar. Saqué mi celular, ya que en los ejercicios siguientes no era tan necesaria mi supervisión. Encontré un mensaje de Peter.

"¿Cómo vas intentando evitar el sexo en francés?"

"Muy bien, gracias por tu preocupación." Envié.

"Bueno, me alegro por ti. Pero recuerda: Si ella empieza a hablarte en francés, ya la perdiste."

"Serás idiota." Respondí.

"Nadie lo sabe, amigo. No sabes si durante esta conversación tuvieron 3 orgasmos y no los oíste." Inmediatamente levanté la vista y me sentí como un idiota por caer en la broma barata de Peter. "Caíste." Recibí al instante.

Kendall y KendallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora