Kendall y Kendall

48. "S.O.S."

Connor no volvió a aparecerse en todo el día.
Genial, digo yo.

"El cardumen", como lo llamamos Kendall y yo, no se acercó a mí en ningún momento del día. Ni siquiera me hablaron.

Gracias a la ausencia injustificada de Connor, se canceló la reunión del equipo. Lo cual, era bueno, porque no quería estar encerrado en un lugar lleno de hipócritas. Sólo quería estar con Kendall y ya.

Puse atención en las clases, lo cual es un logro enorme, tanto, que los profesores me preguntaron si estaba enfermo o si quería que llamaran a mi familia.

Peter no fue a clases tampoco y sentía que tenía meses sin hablar con él. Ni siquiera le había contado lo de Kendall... Claro, si llevamos un día, pero él era mi mejor amigo y era algo que tenía que contarle.

Le enviaría un mensaje luego.

- ¿McDonald's? -ofreció mi rubia con una sonrisa.

- Creí que comeríamos pizza. -confesé- Pero si quieres ir a allá está bien. -cambié mi ruta original.

- No, no. Comamos pizza si quieres. -alzó sus hombros.

- Ofrecí la pizza porque me dijiste que la comida italiana era tu favorita. Pero si quieres ir a McDonald's está bien.

Ella sonrió y alcancé su mano derecha sobre su regazo, entrelazando nuestros dedos.

Y cuando me di cuenta, ya llevábamos 2 semanas y 5 días.

2 semanas y 5 días.

¿Qué? ¿No era increíble? Para mí lo era.

Eso llevábamos hasta la fecha, 2 semanas y 5 días.

¿No había pasado rápido el tiempo? Casi 3 semanas se habían ido volando, sentía como si todo hubiese sido hoy.

Giré mi cabeza para mirarla acostada sobre el césped a mi lado.

- Debería ir a dejarte a casa. -dije.

Ya era tarde y sus padres podrían sospechar.

- Tengo sueño. -se quejó tapándose con el abrigo que yo había llevado.

- Por la misma razón. -la alenté- Podemos ir a tomar un batido de camino. -ofrecí.

- No quiero.

- ¿Me tomaré un batido de banana y fresa solo?

- No creo, eres alérgico a las fresas.

- Pero me tomaré uno si tú no te lo tomas. -amenacé.

- Si insistes... -se incorporó y fuimos juntos a la hacia el auto- ¿Te respondió Peter? -preguntó mientras caminábamos.

Le había enviado un mensaje a Peter el primer día que se ausentó: no me contestó. Luego el sábado: no hubo respuesta. Esperé toda una semana y no me dio señales de vida. Llamé a su madre y me dijo que no sabía por qué Peter no me contestaba, pero le diría que me llamara, ya que en ese momento se encontraba en la tienda comprando algo para el almuerzo.

No me llamó.
Supuse que la mujer me mentía.

Le envié un mensaje el lunes pasado y nada.