67. "-Justo a quién buscaba."

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Hacíamos la fila para entrar a las graderías de la cancha.

- Maldita fila. -Charlie rodó los ojos.

- ¡Ya quiero entrar! -gritó Chris exasperado. Su grito se perdió entre la bulla que había en todo el lugar.

- ¿No tienes pase VIP? Es decir, tu novio juega en el equipo. -sugirió Charlie.

- No. -reí.

Giré riendo y encontré a Connor hablando por teléfono con una gran sonrisa. No me había visto y prefería que no lo hiciera, así que me volví a girar, dándole la espalda.


Minutos después, estábamos de primeros a la fila. Pagamos por la entrada y fuimos directo a la gradería. El campo era iluminado por grandes reflectores en postes y, en él, estaban las porristas de Seattle, haciendo su rutina. Entre ellas, encontré a Camille. Tenía tiempo de no hablar con ella... Ya ni la recordaba.

- ¿En dónde te quieres sentar? -preguntó Charlie.

- Kendall dijo que quería que me sentara en primera fila, entonces supongo que ahí. -señalé unos espacios vacíos al frente y nos dirigimos hacia ellos.


En realidad no era como "primera fila", pero a la vez sí. Es decir, estábamos sentados de primeros, pero luego había una barandilla metálica. Después de la barandilla, había un desnivel que permitía la vista del juego, sin ser obstruidos por los demás jugadores que se quedaban de pie.

Habían grupos de personas con tambores y cornetas que sonaban a todo dar.

- Mejor hubieras venido sola. -dijo Charlie tapándose las orejas.

Rodé los ojos.


El equipo de los de rojo salió. Supongo que los de rojo eran los de Seattle.

Todos empezaron a gritar más fuerte.
Localicé a Kendall. Él parecía estar buscando algo, de manera desesperada.

Al mirarme, sonrió aliviado.

Se acercó corriendo y noté que el desnivel entre la gradería y la cancha, no era tanto como yo creí.
Kendall colocó sus pies y manos en las barras metálicas de la barandilla y subió hasta mi altura. Me puse de pie y me acerqué a él.


- Viniste. -sonrió.

- Sabías que vendría. -dije obvia.

- Sí, pero creí que inventarías una excusa. -lo miré mal y él rió sonoramente- Es broma.

- Vete, ya estarán por empezar.

- ¿Ves a ese chico allá? -volteó a la cancha y encontré a los del otro equipo, que iban de color blanco- El número 29.

- Sí -dije cuando lo localicé-, ¿qué pasa con él?

- Le romperé la cara. -miré a Kendall confundida- Ese es Samuel, Kendall. -abrí los ojos como platos.

- Solo cuídate, ¿sí?

- Sabes que no me pasará nada. -dijo rodando los ojos.

- Eso espero.

- Dame un beso, ya me voy. -dejé un beso en su mejilla- ¿De verdad, Kendall? Soy tu novio, no tu hermano. -se quejó.


Una de sus manos se colocó en mi espalda y me acercó a él, para darme un profundo beso.

- Nos vemos al final. -me guiñó un ojo y se fue.

Me giré y volví a mi asiento.

- Estás como un tomate, tengo ganas de tomarte una foto. -dijo Charlie riendo. Le enseñé el dedo medio.

Kendall y KendallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora