Kendall y Kendall

59. "-Prefiero estar contigo."

Narra Kendall Adams

- ¡Maldita perra, pásale el balón! -gritaba David a la pantalla del juego de fútbol- ¡No, a él no, mierda!

Reí fuertemente y bebí otro trago de la cerveza.

- Sabes que no te escuchan, ¿cierto?

- ¡Me vale una mierda, ese de rojo es una mierda!

- David, hay otros 8 más de rojo, es un partido de fútbol, ¿recuerdas? -me burlé.

- ¿Sabes qué? -apagó la pantalla- Así está mejor. De todas maneras, estaban perdiendo 4 a 1. -bebió de su cerveza- Bueno, volvamos a hablar de lo que hablábamos antes de que encontrara ese puto juego en la televisión. -sugirió y se volteó hacia mí- Entonces, ¿no te irás?

Negué.

- Quiero tu opinión al respecto. -dije y mi amigo asintió.

- Bien... Lo bueno de que no te vayas, es que estarás con la chica que amas, me tendrás a mí y podrás gozar día a día admirando mi belleza... -bromeó y rodé los ojos- Ya en serio, nos tendrás a Kendall y a mí, a varia gente que te conoce. Y lo malo sería que no aprovecharías las oportunidades de la vida, decepcionarías a tu familia, sobre todo a tus padres; y verías a Connor todos los días.

Reí.

- ¿Qué piensa Kendall de esto? -preguntó.

- No le he dicho. -confesé- Lo iba a hacer hoy, pero estaba ocupada. La verdad no sé como decírselo, aunque no estoy seguro de qué dirá. Por un lado, puede decir: "que bien que no te vas" -imité su voz aguda- O puede decir: "Persigue tus sueños, te esperaré en Seattle por el resto de mi vida".

- O un "Maldito imbécil, vas a dejarme, te odio, no quiero saber nada de ti" -imitó su voz y le saqué el dedo medio.

- Las mujeres son difíciles de predecir. -me quejé.

- En un 100%, tenlo por seguro.

Ambos reímos.

Narra Kendall McCartney

Chris llegó a mi casa a eso de las 8, cuando yo le dije que llegara a las 7, pero daba igual. La puntualidad no era una característica del castaño.

- ¡Entonces te besó! -chillé y Chris asintió- ¡Esto es tan lindo!

- Supongo... Él me dijo que yo le llamaba la atención, mucho más que como a un amigo y que estaría dispuesto a algo más. -sonrió para sí mismo.

Chris era el puto amo de la ternura.
Si es que eso existía.

- Estoy muy feliz por ti, Chris... Por los 2, en realidad,

- Sí, supongo que no está mal. -se alzó de hombros.

- ¿Y ahora qué pasa?

- Charlie se va, no hay manera de que podamos estar juntos. -alzó su mirada hacia mí, mirándome a los ojos.

- Chris...