Kendall y Kendall

70. "-Nunca lo olvides..."

Minutos después, Lucy se marchó.

Y quedé sola de nuevo.
Lo cual no era malo, tendría un momento a solas para pensar las cosas.

Si Lucy no tenía que ver, eso me dejaba con Samuel, Connor y Amanda -porque claramente ellos tenían algo que ver-, y, con Robert, aunque no tenía nada confirmado aún.

  
Me dejé caer en el sofá y cerré mis ojos.

Pensé en Kendall.
¿Qué estaría haciendo? Es decir, me dolía que me hubiera pedido tiempo, porque se supone que él confiaba en mí, pero lo que yo hice fue, de alguna manera, abusar de su confianza...
La verdad, me odiaba a mí misma por mis acciones, de verdad que era una idiota. Nunca pararía de repetírmelo.

  
Minutos, quizá horas después, tocaron mi puerta.
Al parecer hoy era el día de "visita a Kendall y llévate un conejo gratis."
Suspiré y me levanté del sofá. Abrí la puerta, encontrando a Chris. Quien, directamente, colocó su cabeza en mi hombro y suspiró profundamente.

- Charlie está terminando de empacar, no quiero que se vaya. -coloqué una mano en su espalda, para acariciarlo.

- ¿Ya te despediste de él? -alzó la cabeza para mirarme y negó con ella.

- Dijo que mañana quería vernos a ambos, supongo que mañana se despide del todo. -suspiré profundamente.

  
De verdad que me dolería que Charlie se fuera... No quería ni imaginar lo que sentía Chris.

- No sé si llorar -confesó-. Siento que debería hacerlo, pero no me salen las lágrimas. -entramos y cerré la puerta.

- Puedes hacerlo si quieres.

Me miró a los ojos fijamente y fruncí el ceño.

- ¿Qué?

- ¿Acaso estuviste llorando? -frunció el ceño igual.

Suspiré pesadamente, para empezar a relatarle mi error.

  

Narra Kendall Adams

Estaba loco.

Miré a Peter, quién estaba detrás de la chica a la cuál besaría.
Le tocó el hombro y la chica se giró, Peter besó sus labios, pero antes de seguir...

- ¡Eh, idiota! -gritó un tipo al lado de la chica. Al parecer, era su novio o algo así.

- ¡Corre! -grité, mientras Peter se giraba y ambos salíamos corriendo, muertos de risa.

  
- ¡¿Viste la cara del tipo?! -preguntó riendo fuertemente y yo asentí, riendo de la misma manera.

Pronto anochecería, lo que significaba que debía volver a casa a terminar de empacar mis cosas.

Caminábamos de vuelta, no estábamos muy lejos de casa.

- ¿Le dirás? -lo miré confundido.

- ¿Qué?

- A Kendall, ¿le dirás que te vas?

  
Uh, no había pensado en eso.
Pues claro que debía decírselo... o tal vez no. Pero claro que de una manera le interesa...

- No sé.

- Deberías -opinó-, es decir te importa y le importas. -alzó sus hombros.