Kendall y Kendall

9. "-¿No me vas a agradecer?"

Narra Kendall Adams

-¡Todos!-grité y todos los jugadores se acercaron a mi. Hicieron un círculo y yo estaba en el centro de ellos- Hoy nos jugamos la vida, este es el primer partido del semestre y es un campeonato nacional,-tenía que gritar ya que el público que estaba en las graderías gritaba para nosotros- y ustedes saben lo que yo siempre digo: Jugamos para ganar. El que no juega para ganar, conoce la salida. ¿Entendido?-todos asintieron- ¡Seattle a las 3!-todos unimos nuestras manos en el centro y al contar tres, todos gritaron "Seattle".

Este era un partido muy importante para nosotros, o al menos para mi. ¡Estabamos representando a todo Seattle! Esto definitivamente me prepararía un futuro en las grandes ligas, o por lo menos, me cambiaría de insituto.

Todos se colocaron en sus posiciones, frente a frente con los de Chicago y así fue como el partido empezó.

Narra Kendall McCartney

Suspiré al ver las graderías completamente llenas. Era obvio, estaba atrasada 15 minutos desde que el partido empezó. El único lugar disponible, era junto a una chica pelinegra. Era la misma chica que estaba en el almuerzo cuando vine con Connor a charlar... y él casi me besa.

Aún no lo superaba, ¡Connor me iba a besar! No es que yo estuviera emocionada por que lo hiciera, no, solo que estaba sorprendida de que fuera a hacerlo.

Cuando se lo dije a Charlie y a Chris, el castaño gritó, saltó, bailó y chilló de la alegría, provocando que fuéramos el centro de atención en el estacionamiento de la escuela. Mientras que Charlie solo se bastó a decir: "Team Kendall".

Me acerqué al único lugar vacío, junto a la pelinegra y le sonreí.

-Hola, soy Kendall McCartney.-le saludé.

-Uh, Sarah Williams.-al parecer era una chica algo tímida.

-¿Entiendes algo de eso?-pregunté señalando al partido, donde ya los equipos estaban jugando desde hace varios minutos.

-Seattle es rojo y Chicago blanco, nuestro capitán es el número 16 y el de Chicago es el 5.

Empezé a buscar el número 16 de nuestro equipo, al encontrarlo, sentí algo estúpida ya que yo sí sabía que Kendall era el capitán.

-Bien-dije-, creo que eso es básico.-reí- ¿Viniste sola?

Sonaba algo acosadora, pero no pensaba quedarme a su lado sin charlar, yo no soy así.

Ella asintió.

-Vine a... uh, hacer un reportaje del equipo para el periódico escolar.

¿Ella trabajaba en el periódico escolar?

-¿De casualidad no sabes quién escribe la sección de "Chismes"?-negó rápidamente- Oh.

Y así estuvimos todo el partido. Charlando de tonterías.
Varios chicos de Chicago nos llamaban, nos gritaban cosas y hasta se nos insinuaban, pero nosotras solo conversámos y aplaudíamos cuando los demás de Seattle lo hacían. Así no parecíamos un par de estúpidas.

El partido concluyó, no recuerdo el marcador, pero ganamos. Connor anotó, un chico llamado Oliver también y el engreído de Kendall también, presumiendo en cada una.

Sarah y yo esperamos a que la multitud saliera de las graderías, para salir nosotras. Ella necesitaba ir al baño, así que como buena persona que soy, me quedé esperandola junto a la puerta.

En eso, un grupo de chicos del equipo de Chicago pasaron frente a mi. ¿Saben como lo sé? Algunos de ellos seguían sudados, otros llevaban sus zapatos llenos de tierra en las manos y todos llevaban caras de: "Exigimos la revancha".