8. "-No iré a esa fiesta..."

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*Embriaguense con la belleza de mi Grant♡*

—Aún no te entiendo–me dijo Charlie masticando su manzana–, ¿por qué es que no quieres ir a la audición?

Y dale con la audición.

—Iré el otro viernes.

¿Por qué demonios dije eso? Yo no quería ir ni hoy, ni ningún otro día.

—¿En serio?–asentí. Y milagrosamente Chris llegó con la bandeja del almuerzo y se sentó junto a Charlie, que estaba junto a mi.

—¿A qué hora termina el partido?–pregunté.

—6 p.m.–contestó Chris– Y a las 7:30 es la fiesta, te quiero en tu casa a las 6:30.–ordenó.

—Bien... ¿Ustedes irán?

—Oh no–dijo Charlie–, nosotros no vamos a fiestas del equipo.

—¿Por qué no?–era una fiesta, todos podían ir, ¿o no?

—Hmmm, no somos bien vistos allí.–dijo el rubio alzando sus hombros.

—¿Es por ser... gays?–ambos asintieron– Eso es discriminación.

—Pero no nos importa.—agregó Chris– Además, ni Charlie ni yo queremos ser amigos de alguno de ellos. Son muy... estúpidos.

—No iré a esa fiesta si ustedes no van.

—Ken...

—Hablo en serio chicos–interrumpí a Charlie–, ¿como pueden ser tan discriminadores?

—Kendall no importa, en serio–dijo Chris– no importa. Te invitaron y...

—No iré, punto final.–me cruzé de brazos.

—¿Segura?–asentí– Entonces dícelo a él.–señaló con su cabeza y volteé a ver, para encontrar a Connor entrando en la cafetería.

Me volteé y les dije: —Se lo diré.

—Bien... Si no lo haces, nos darás 20 dólares...–dijo Charlie– a cada uno.

—Bien. Pero si lo hago, ustedes dos me darán 20 dólares, cada uno.–ambos me extendieron sus manos y las estreché.

Al instanté, sentí algo posicionarse en mi hombro. Una mano. La mano de Connor.

Me giré hacia él y le sonreí, ya que él me sonreía.

—¿Quieres ir a dar una vuelta?–miré a los chicos y ellos asintieron. Tomé mis cosas y me puse de pie, para empezar a caminar hacia donde Connor caminara– ¿Y como ha estado tu día?

—Hmmm... aburrido. Muy aburrido a decir verdad.–él rió– ¿El tuyo?

—Difícil. Último año es difícil, pero puedo manejarlo.

—¿Que tan difícil es del 1 al 10?–pregunté asustada, ya que yo iría a último año el año que viene.

—7, talvéz 8.–suspiré– Pero no te preocupes, eres lista y probablemente a mitad de año ya hayas pasado todas las materias.–reí.

—Gracias... supongo.

—¿Irás al partido?–cambió de tema cuando llegamos a las canchas.

—Mnnn... Supongo, solo tengo que buscar con quién venir.–no me agradaba la idea de venir a ver algo que no me gustaba, y menos si tenía que sentarme sola.

Subimos a las graderías, donde solo había una chica pelinegra en la parte más alta y un chico moreno escuchándo música en la tercera fila.

Connor y yo nos sentamos en la primera.

—Puedes venir conmigo.

Reí. —Tú vas a jugar, tonto.

—Sí, pero puedo recogerte en tu casa y traerte. Y aprovechamos y luego te llevo a la fiesta.

—Hablando de eso...–miré mis manos.

—No me dirás que no irás, ¿cierto?

Miente, ¡miente! Me decía una vocesita en mi cabeza.

—Es que tengo que hacer un trabajo con Chris y...

—Él me dijo que él y su amigo te ayudarán a vestirte para la fiesta.–sonrió de medio lado.

Maldito Chris. Ahora quedé como la mentirosa que no sabe vestirse.

—¿Te dije Chris?–fingí reír– Disculpa, iba a decir David, mi hermano mayor. Ocupa un ayudante y yo...–se acercó a mi y sentí su respiración chocar con la mía– Y-yo…–me aclaré la garganta– Cuidar pez.

¡Estúpida! Dijimos que no dirías lo del pez.

Sonrió y sus labios rozaron los míos. Demonios, Connor iba a besarme, estaba segura de que lo haría. Un chico guapo me besaría a mi, a esta cosa. Y yo tengo meses de no besar a nadie y talvez el besó a alguien ayer o hace 2 horas y talvez besa genial y…

—¡Hey Romeo!

Connor se detuvo. Se detuvo a milímetros de mi rostro y yo solté el aire que estaba reteniendo en mis pulmones.

Ambos miramos de donde provenía ese grito y al parecer, ambos también sabíamos de quién era.

—Oh Romeo–exclamó–, ¿podéis acercaréis para poder entrenaréis para el partido que jugaréis esta tardéis?

Nota mental: Darle un libro de Shakespeare a Kendall Adams.

Miré a Connor y éste tenía su ceño fruncido.

—Creo que debo irme.–dije y me puse de pie. Él me dió mi bolso y se puso de pie también.

—Quieres...–aclaró su garganta– ¿Quieres que te acompañe?

—No gracias, creo que tienes algo más importante que hacer.–ladeé mi cabeza refiriéndome a Kendall y Connor rió.

—Bien.–sonrió. Sacudí mi mano frente a él y empezé a caminar hacia la salida, pero fui detenida por la mano de Connor que me tomó del brazo y me atrajo hacia él para abrazarme. Me rodeó con sus fuertes brazos y me embriagó con su olor.

—Paso por tí a las 8.–besó mi mejilla y guiñó un ojo, para darse la vuelta e irse al vestidor de los jugadores.

Demonios, les debía 20 dólares a Charlie y a Chris.

Kendall y KendallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora