02| Una puñalada

129 11 5
                                    


Randy

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Randy

Miedo.

La única emoción que logro identificar dentro de mí ahora es un auténtico miedo que me tiene paralizado totalmente. Nunca antes había estado en una situación como esta y eso me aterroriza, no sé qué hacer. Respiro y de milagro.

Ni siquiera me inmuto mínimamente cuando el tipo de la cicatriz se acerca para comenzar a registrar los bolsillos de mis jeans y cualquier otro lugar donde pueda guardar dinero.

Obvio no consigue mucho, ya que la mayoría lo había gastado en la fiesta.

Lo único de valor que logra arrebatarme es mi teléfono y el caro reloj de mi muñeca. Una punzada de dolor me cruza el pecho al tiempo que este tipo lo inspecciona, riendo como un sádico.

El de la navaja, por su parte, no para de apuntarme con ella, y esto solo hace que mis náuseas y el mareo se intensifiquen aún más. Espero poder controlarme, ya que lo último que querría hacer ahora es vomitar. Si hago eso puede que me apuñalen al instante.

—Deja sin nada al idiota este, Gi —ordena el Navajas a su cómplice, quien asiente con una sonrisa malvada.

Odio profundamente que estos sin oficio se beneficien con cosas que son mías, no es justo que se salgan con la suya y que disfruten con hacer daño a los demás. Detesto a los ladrones, como todos. No son más que seres inservibles que creen que está bien robar a personas inocentes, como yo.

El tal Gi se agacha delante de mí y comienza a desatar las cuerdas de mis zapatos, comentando que seguramente le servirán para salir con su chica. Imbécil. Desearía poder hacer algo, pero no puedo. Solo cierro mis ojos, hastiado de mirar la afilada navaja frente a mí, de observar cómo me dejo robar sin replicar y conteniendo las lágrimas que hacen arder mis ojos, pero me niego a soltar.

Lo único que quiero es que esto acabe rápido, irme a casa y encerrarme en mi cuarto para llorar como un débil en mi cama por ser tan idiota, por no ser capaz de defenderme ni de un estúpido robo con una estúpida navaja de supermercado. Y es que esto pasa siempre, me dejo hacer sin problemas, nunca me defiendo de nadie.

Y de pronto, oigo un impacto en el suelo, al tiempo que dejo de sentir la mano de Navajas sobre mi pecho y el intento de Gi para quitarme los tenis. ¿Acaso se habrán ido? Espero que sí.

Con temor abro mis ojos y me muevo, llevando una mano a mi boca, sorprendido. Gi está en el suelo, con su labio partido y los ojos cristalizados. Observa con temor a un punto a mi lado y cuando transporto mis ojos a ese punto, me da un ligero escalofrío al ver a un chico que me dobla la altura, con una mirada asesina y la mandíbula tan tensa que temo por sus dientes.

Casi me vomito del susto.

Navajas deja caer su arma al suelo e intenta golpear al recién llegado, pero este lo esquiva con agilidad y le devuelve el golpe justo en la nariz, lo que hace que Navajas se tambalee y al final caiga en el suelo, soltando un quejido.

Efímero [EN PROCESO]Where stories live. Discover now