21|Advertencia

36 5 0
                                    

Carter

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Carter

Maldición, la cagué.

Me prendo el quinto cigarro del día y paso una mano por mi cabello.

Estoy cansado. No creo poder seguir con esto. Tengo que hacer algo, de lo contrario, lo más probable es que termine volviéndome loco.

Agarro mi celular y entro al chat de Randall. Miro su foto de perfil, donde se le ve sonriente, con los ojos brillantes y las mejillas rojas. La sensación en mi pecho que me ha estado persiguiendo durante días se hace presente, por lo que resoplo. Debo acabar con esto.

Le escribo un mensaje claro y preciso.

«Tenemos que hablar, ¿podemos vernos?»

Dejo el teléfono a un lado, rogando internamente a que responda el mensaje.

Llevo tres días de mierda sin saber nada de Randall. Desde que se fue de mi casa sin decir nada, dejándome con un millón de preguntas, no he tenido noticias de él. Y vaya que he intentado comunicarme con él, pero me ignora descaradamente, en un intento por matarme de la angustia.

He intentado mantener la mente en blanco, yendo a trabajar, saliendo con Nino y Sara, haciendo cualquier mierda para no pensar en el por qué de su distancia de mí, pero es difícil sacarme a ese chico de la cabeza, y más después de lo que hicimos. Creo que ahora lo tengo más tatuado dentro de mí que nunca, y eso es peligroso para ambos.

Y mis suposiciones sobre sus acciones son muchas, aunque todas me llevan a la misma respuesta: es culpa mía. Tiene sentido, si yo hubiese actuado con cabeza fría, si hubiese detenido todo cuando tuve la oportunidad, ahora mismo no estuviéramos así. Todo por dejarme llevar.

Para colmo, eso me hace sentir como un maldito enfermo, porque él estaba débil, afectado por la pelea que tuvo con su mamá. Consiguió refugio en mí y yo no pude decirle que no. Y vaya que fue increíble, nunca antes había disfrutado tanto algo sexual con otro chico, pero eso no significa que haya estado bien.

Quizás se dio cuenta que los chicos no son lo suyo y solo estaba confundido. Tal vez decidió que lo de nosotros no vale la pena y se marchó para evitar el disgusto de decírmelo en la cara. Mierda, no lo sé, pero no aguanto más la incertidumbre.

Tendremos que hablar de esto en persona, y si es el final, lo respetaré, pero no estoy dispuesto a seguir con mi vida sin tener una respuesta de su parte.

El sonido de una notificación capta mi atención.

Tomo mi celular y abro el mensaje.

Randall:

Sí, pienso lo mismo.

Dime dónde nos vemos.

¡Por fin!

Efímero [EN PROCESO]Where stories live. Discover now