Capítulo 25.

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—Y si mi destino es morir por Kim Taehyung o en sus manos, que se jodan Dios y el Diablo pero que así sea.











—¿En qué tanto piensas?—El menor de cabello pelinegro después de efectuar aquella pregunta frunció su ceño, sentándose a contemplar la figura de su primo quién mediante soltaba el humo de su cigarrillo, le miró encogiéndose de hombros.—, luces pensativo desde esta mañana que llegaste.

—Me preocupa haber dejado a Jungkook sólo en casa, Eun.— Confesó el castaño luciendo preocupado mediante suspiraba, dejándose caer al respaldar de su sofá intentando centrar la vista en los documentos delante de sí sobre el escritorio. —Nunca lo dejo por tanto tiempo ¿estará bien?— El menor le miró incrédulo, casi como si aquello preguntado por su primo le resultara un chiste bastante cómico.—, ¿qué es lo putamente chistoso, Eunwoo?

—Tu cara de imbécil.— Bromeó casi de inmediato en respuesta el anteriormente nombrado, riéndose tras tratar de esquivar los papeles que volaron en su dirección lanzados por un falsamente molesto Taehyung quién entornó los orbes negando.— Es que nunca te habías preocupado por alguien, hyung, no desde que tengo memoria.

—Siempre hay una primera vez para todo.— Murmuró encogiéndose de hombros, incapaz de poder concentrarse en sus labores terminando por bufar dejando caer la cabeza hacia atrás durante efímeros segundos mientras que la puerta incluso sin ser tocada, fue abierta de golpe quitándole de su aparente tranquilidad.—¿No te enseñaron a tocar?

—Si, el mismo día donde aprendiste a mear sin mojar la pared del baño,—Exclamó Namjoon casi entrando a tropezones, gruñendo a tono ronco con maldiciones soltadas a voz baja mediante se adentraba al despacho.— no me toques los cojones con tu sarcasmo, Vante, hoy no, ya bastante jodidos estamos.

—¿A qué te refieres?— Eun mostró preocupación por la expresión confusa de su hyung, más no quiso ser espectador de aquello que se dijera, aún cuando era consciente de la clase de mierdas que cometía Taehyung, él por su parte jamás quiso involucrarse, decidiendo entonces mediante se incorporaba hacerle una sugerencia a su primo antes de irse.—, ¿te vas ya, Eun?

—Iré a tu casa a ver cómo está tu novio, si no te molesta claro.— Vante sonrió ante el pronombre usado para su mocoso en voz de su menor, Namjoon palideció, consciente de aquella locura que acababa de escuchar sabiendo las consecuencias y mas aún asustándose cuándo Taehyung no pareció molestarse sino que al contrario lucía encantado con la palabra “novio.“

—Eso sería bueno, ve—Asintió el castaño permitiéndole la visita, contemplando al más pequeño dirigirse a la puerta predispuesto a salir deteniéndolo al instante.—, pero antes pasa por alguna tienda y cómprale leche de plátano, a mi bonito novio le gusta esa mierda, dile que llegaré pronto a casa para fo-

—¡DEMASIADA INFORMACIÓN!—Gritó Eunwoo interrumpiendo aquella palabra, abriendo enormemente sus orbes tras la carcajada que soltó el mayor haciéndolo poner más nervioso aún sonrojándose.

—Fomentar nuestra comunicación, mal pensado.— Mintió Kim riéndose de la expresión incrédula del menor.

—Ajá, fomentar, claramente.

—Como si tú no follaras, animal.— Bufó sonriente entonces, entornando los orbes y mirando como su primo menor le enseñaba el dedo medio antes de irse, finalmente se quedó callado contemplando la forma en que Namjoon tomaba asiento en el mismo lugar donde se hallaba anteriormente Eun, fijando toda la atención al ahora recientemente llegado esperando a que hablara, con Rm luciendo nervioso e inquieto, casi ansioso golpeteando con sus dedos el apoyabrazos del sofá presionando los belfos.—Habla ya.

𝐔𝐍𝐇𝐄𝐀𝐋𝐓𝐘 © → Libro 𝐈. TaeKookTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon