Capítulo 35.

1.1K 113 13
                                    




Atención: este capítulo contiene escenas de torturas, sadomasoquismo y sexo con conductas aberrantes, lean bajo precaución.









“—Estaremos perdidos, condenados a odiarnos, amarnos y destruirnos hasta que no queden más que cenizas de los dos, Taehyung y Dios sabe que estoy ansiando ese día suplicándoselo al Diablo.— Jeon Jungkook.“














Jungkook no sabía dónde estaba, se encontraba entre asustado y atónito, amarrado de pies y manos mientras permanecía sentado en una incómoda silla, quería llorar, verdaderamente sentía deseos de hacerlo pero no podía, no delante de esos tipos, no cuándo no era su Taehyung quién causaría las lágrimas.

—¿Quieres llorar, precioso?—Jeon no respondió, su vista se bajó al suelo de aquel mugroso sótano dónde le tenían oculto y se estremeció cuándo el mismo tipo que habló rió a carcajadas con su compañero, acercándose peligrosamente a acariciarle la mejilla, misma que el menor corrió reacio frunciendo su ceño en gesto de molestia.—, vaya, pero si la puta de Vante resultó una recatada princesita.

—Deberías enseñarle cómo son las cosas aquí, hermano.— Mencionó el pelinegro que se encontraba cerca del contrario, riendo ambos de la escena dónde el más pequeño lucía asustado encogiéndose en su sitio negando ante aquello.

Jungkook se hallaba asustado a más no poder, más aún cuándo fue lanzado al suelo sin cuidado alguno, gimiendo adolorido ante el par de patadas que fueron proporcionadas a sus costillas y estómago haciéndolo encogerse en posición fetal, preso del miedo, los espasmos e intolerante a lo que estaba por acontecer, lloriqueando entre súplicas vanas tras ser jalado de sus pies mientras se le arrancaba la cinta de estos, no quería, no podría soportar que alguien que no fuera su Vante le tocara.

Quería luchar, removiéndose inquieto buscando librarse del agarre impuesto por esos tipos, con uno de ellos proporcionándole un golpe de puño en su rostro rompiéndole el labio inferior haciéndolo sollozar alto, aún sabiendo que sus pedidos por Taehyung jamás serían escuchados puesto que el castaño no estaba allí, cerrando fuertemente los orbes tras comenzar a ser despojado rudamente de sus prendas sin dejar de pelear y negarse.

Todo ocurrió a la velocidad de la luz en su memoria, cada recuerdo de su niñez, esa puta crianza sucia que le había dado su madre, el incendio, la prostitución, las violaciones y Taehyung, su Tae.

Tae siendo vendido antes que él.

Tae cuidándolo en el burdel.

Tae recibiendo sus inocentes besos.

Tae dejándose golpear en su lugar.

Tae dejándose abusar a cambio de que no lo tocaran a él.

Tae incendiando su hogar.

Tae y sus promesas.

Tae en el cementerio con él.

Tae alejándolo de Hoseok.

Tae lastimándolo.

Tae usándolo.

Tae vengándose de él.

Tae hiriéndolo física y emocionalmente.

Tae traicionándolo.

Tae siéndole infiel.

Tae amándolo.

Tae odiándolo.

Tae, Tae, Kim Taehyung jodido bastardo hijo de puta.

𝐔𝐍𝐇𝐄𝐀𝐋𝐓𝐘 © → Libro 𝐈. TaeKookOnde histórias criam vida. Descubra agora