Capítulo 33.

964 98 2
                                    
















Años antes, Taehyung Jungkook.






¿Qué podía saber un adolescente del amor?

Esa es una pregunta que los adultos suelen hacer en voz alta, mofándose de lo que sentimos durante nuestros primeros años de adultez, cómo si las emociones que transmitimos no fueran reales, nos minorizan desconociendo que somos capaces de sentir mucho más que ellos, pues no hay amor más real que el primero y ese curiosamente siempre sucede en la adolescencia.

No existe amor más fiel y sincero que el de una fan a su ídolo, un amor a distancia, repleto de admiración, orgullo, lloramos con él, reímos a la par, sufrimos sus caídas, festejamos sus logros, crecemos a su lado y con el correr de los años se vuelve nuestro ejemplo a seguir, a través de una pantalla estamos amando, en una canción, una película, un vídeo, en un efímero momento atravesando los kilómetros, idiomas, creencias.

No existe amor más doloroso que el no correspondido, ese que tenemos que ver cercano contemplando a la persona de nuestros sueños, besando, queriendo, dándole todo a alguien más, un amigo o amiga, un alguien quizá al que jamás podremos decirle lo que sentimos por temor a perderlo, un compañero de clases o compañera, un simple pasajero del destino que vemos a distancia.

No existe amor más inolvidable que ese primer enamoramiento hecho noviazgo, algunos secretos por diferentes razones. En ocasiones nos enamoramos de alguien de nuestro mismo sexo viéndonos obligados a callar debido a no ser aceptados, ya sea por nuestra familia o la sociedad hipócrita, otras veces tenemos que esconderlo por ser un amor prohibido al haber más personas en medio, volviéndonos amantes de quién queremos amar libremente.

En fin, los adolescentes y los jóvenes somos capaces de amar de tal manera que me atrevería a decir que si sabemos del amor y más que nadie.

No se necesita ser adulto para entender del verbo amar;— es necesario sentir y nosotros sentimos más que nadie, por tener inocencia de amor, por vivir ciegos al dolor pero sabiendo que va a doler sentir, somos adultos en experiencia soñadora y niños en la ausencia de miedo al amar.

Nunca dejes que te digan que no eres capaz de saber el significado del amor, querido lector, no permitas que un adulto minimice tus emociones, tu depresión,tu ilusión, ideales, metas, tus sueños, porque ellos minimizan nuestras sensaciones por miedo, puesto que cuánto más grandes somos más vivencias nos aumentan la paranoia y el dolor, si eres pequeño sabes que serás lastimado pero es parte de crecer y sigues, si eres adulto te cansa sufrir y renuncias, así que sigue adelante, sufre, llora, aprende, crece a futuro pero sin dejar de ser un niño amando.

Si tan solo Taehyung hubiera sabido de estas palabras quizá su vida hubiese sido diferente, sus sentimientos bien encaminados, no se habría sentido culpable de enamorarse pensando que era enfermizo y así convertirse en el monstruo que es ahora.

Si, Jungkook era su medio hermano, la sangre los unía en parte, si coño, eso lo sabemos pero ¿se vieron alguna vez como hermanos? no, ellos dos crecieron siendo el uno para el otro, incondicionales amigos, cercanos cómplices, aliados de sufrimiento pero nunca más que eso, Jungkook de niño vió a Vante como su ídolo, su ejemplo, su salvador, mientras que el mayor veía al más pequeño cómo su escape de la realidad, su meta de salir adelante, la pureza que él nunca tuvo.

¿Estaban mal por irse enamorando con los años? No, no podemos culparlos cuándo jamás se consideraron hermanos, viéndose mutuamente cómo una salida, un efímero momento de felicidad en un infierno al que estaban confinados. Se enamoraron por desenlace no por elección, esto sucede, queridos lectores, pasa en cada parte del mundo, no solo entre hermanos, entre primos, la sangre no define emociones o daños, lamentablemente a veces la sangre no importa.

𝐔𝐍𝐇𝐄𝐀𝐋𝐓𝐘 © → Libro 𝐈. TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora